Capítulo 1

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27 de abril de 2025.

Me encuentro de nuevo escribiendo en este estúpido blog, ¿qué más puedo hacer?
Todo se me da fatal, cada día escucho a mi hermano quejarse, enojarse o reírse. Pero, ¿por qué cuando lo hago yo parece molestarle a todo el mundo?, ¿por qué no me siento libre?
Me gustaría expresar mis emociones más a menudo.

—¿De nuevo escribiendo? —Esa voz de nuevo, y como siempre yo respondiendo.

—¿Qué más puedo hacer en mi tiempo libre? Todo es aburrido, en algo debo aprovecharlo.

—Bueno Nara, tal vez podrías salir a caminar un rato e intentar hacer más amigos. ¿Qué sé yo?

—Estoy aburrida de eso Newt, mi círculo social ya es demasiado grande. No puedo dejar entrar a más personas, me agotan. —Respondí y él suspiró.

—Aún así, no quiero que te quedes sola para cuando yo me vaya...

—¿Y se puede saber a dónde irás? —Pregunto confusa— ¿O es que te cambiarás de nuevo de escuela a medio año como lo hiciste la última vez?

—Sabes que nunca te dejaría de esa manera.

—¿Y entonces cómo?

—Iré por café, ¿gustas un poco? —Pasa sobre mi pregunta y yo ignoro tal hecho.

—¿Enserio preguntas?

Newt se limitó a sonreír y fue en busca de café. Yo esperé.
Más tarde, después del descanso, volvimos a clases y Newt se veía tan radiante, tan feliz que lograba contagiarme y no solo a mí, si no a media clase, lograba hacernos reír a todos. Convertía ese espacio de trabajo lleno de estrés en un espacio lleno de paz y diversión, Newt era simplemente perfecto. Y no solo en el aspecto de ser mi mejor amigo, si no en todo lo demás, era un buen hijo, un buen hermano, un buen novio, una buena persona.
Pero dicen que siempre les pasan cosas malas a las buenas personas, y él se estaba consumiendo por dentro. Y lo peor era que nadie sabía notarlo.

—¡Te veo mañana Nara! —Gritó desde su auto, me había traído a casa, como todas las tardes anteriores a esa.

—Nos vemos mañana. —Le dije.

—Nara... Te quiero.

Ante aquello solo sonreí y me gire, caminé hasta la puerta de mi casa y antes de entrar eché un último vistazo a su auto. Él estaba sonriendo, mientras cantaba una de esas canciones ruidosas de los 80', no puedo recordar cuál es, ya no.
Lo ví. Solo lo ví, no dije nada, no hice nada. Esa fue la última vez que lo ví con vida.
El 27 de abril de 2025, a las 10:43 PM Newt Thompson se quitó la vida en su cochera, tomó la cuerda más resistente que encontró y se colgó. Fue encontrado por su novia la mañana del 28. A su funeral asistieron decenas de personas, todas lloraron y lamentaron tal situación, todas consolaron a su familia y a su pobre novia. Pero su mejor amiga, Nara, la chica a la que había conocido un 24 de febrero en último año de secundaria no estaba presente. ¿Cómo estarlo cuando estaba muriendo en vida?

—¿Nara? ¿Me estás escuchando?

Salgo de mis pensamientos y busco rápidamente aquella voz que me llama con la esperanza de encontrarme con esos ojos oscuros que extraño con toda el alma, pero es inútil, él se ha ido.
La profesora me mira confusa, esperando respuesta.

—¿Qué ocurre? —Pregunto está vez.

—Te llaman a direccción...

Asiento y me levanto de mi lugar para encaminarme enseguida a dónde me llaman. "¿Qué querrán ahora?"
Eso pienso.
Me esperan dos personas, la directora de la escuela y mi padre, su mirada hacia mí está llena de preocupación, algo inusual.

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