Cap 1. Solo compañeros en la pista.

7 0 0
                                    



Hola a todos como están?, me llamo Amessina, soy una escritora anónima, me gusta mucho escribir y leer, espero les guste esta loca historia que salió de mi imaginación, les agradezco sus lecturas, besitos a todos.

Desde que tengo memoria...siempre había soñado con ser patinadora de hielo profesional.

Era apenas una niña...cuando veía por la televisión las olimpiadas profesionales del año 2004...cuando apenas tenía 4 años.

Era solo una niña con una ilusión.

Una mirada frente a esa gran pantalla...viendo como esas personas vestidas de forma hermosa, con trajes brillantes, patines hermosos, en un lugar lleno de gente viéndoles...desde todo el mundo, representando a su país. Era casi irreal...

Y... vi a esa pareja de patinaje entrar...

Una chica rubia con su cabello tomado en un hermoso peinado con diamantina, un vestido color azul con lentejuelas hermosamente posicionadas, un maquillaje preparado pero...a la vez, natural.
Y su compañero, alto, delgado a su lado, con un traje a juego, tomándose de la mano mientras se presentaban ante el público presente, y los presentadores del canal de televisión decían quienes eran ellos...representando su país.
En ese momento fue cuando mi vida dio un vuelco, un vuelco que me abriría una puerta nueva...y me enamoré del patinaje en hielo.

Después de que una niña de 4 años les explicara a sus padres el por qué soñaba con patinar, y ellos solo la veían de forma orgullosa ya que su hija deseaba hacer un deporte tan disciplinado como ese, aceptaban esa realidad...dándole de cierta forma el gusto a su querida hija...
Que era yo.
Comencé el año siguiente, con 5 años para partir con las clases de vacaciones de invierno...me explicaré, yo vivo en Canadá, en Montreal específicamente...un país hecho de nieve...en el cual el invierno duraba 6 a 7 largos meses del año, cubriendo de nieve todo...y el patinaje en hielo era un deporte fácil de hacer por lo mismo...asi, es como yo me metí a clases...y al principio, con el nerviosismo de comenzar algo nuevo, conocer gente nueva; y mi timidez entre medio, estaba pegada a mis papás mientras ellos hablaban con la profesora de las clases.

Ella se agachó viéndome a mi altura y me sonrió. Una hermosa mujer, representaba unos 30 años, su cabello castaño claro largo, ojos celestes, test blanca con mejillas rojas por el frío, un traje deportivo negro...y unos guantes color naranjas que aún recuerdo.
-Tú...tú debes ser la pequeña Anne cierto?

Desde ese momento, yo pude confiar en ella. Y...desde mis adentros...supe que se volvería alguien importante en mi vida.
Le di la mano caminando hacia donde estaban todos los demás alumnos esperando.

Jamás imaginé como mi vida cambiaría ese día...me senté al lado de un niño, parecía de mi misma edad o un año mayor como máximo, era pequeño, de contextura muy delgada, era muy blanco de piel, sus ojos eran de un azul...casi celeste, me recordaban al cielo cuando estaba despejado, y su cabello negro, delgado, fino y lizo en un corte tipo hongo...o al menos así lo pensé apenas verle. Usaba una remera roja con un pantalón deportivo de su edad, y unos patines color negro en su mano...recuerdo la marca, Edea.
Él me observó sutilmente apenas me senté a su lado, yo le miré de vuelta viéndole fijamente su cabello, le apunte este de forma poco sutil. Él se tocó extrañado su cabello y me miró como si tuviera algo encima, o esperando una palabra que saliera de mi boca.
-Eres un hongo-
Fue lo único que salió de mis labios, causando que se avergonzara hasta ponerse rojo como un tomate. Era una niña, tímida, pero era una niña sin filtro como la mayoría de niños de esa edad.

Esa fue la primera vez que nos conocimos...sin saber, sin saber...que el sería todo para mí en el futuro.

Luego de ese vergonzoso suceso, supe cómo se llamaba él gracias a la profesora que le llamó para presentarse...

El hielo del corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora