01 - celos

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Podía sentir la respiración de Niccolo cerca de mi cuello, mientras disfrutaba los suaves besos que dejaba en el

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Podía sentir la respiración de Niccolo cerca de mi cuello, mientras disfrutaba los suaves besos que dejaba en el.
Habíamos tenido apenas la oportunidad de encontrarnos después de varias semanas, puesto a que Virginia estaba realmente molesta y posesiva, como si algún bicho raro le hubiera picado y la volviera algo tóxica.

Niccolo parecía disfrutar cada beso, cada centímetro de mi cuerpo y parecía no querer dejarme ir jamás, y a mi me encantaba cuando las cosas se tornaban así.

Mi mente tenía claro que esto era así solo cuando ambos nos encontrábamos desnudos, solo cuando había relaciones de por medio, porque nunca habíamos salido románticamente. Y era algo que me quemaba el corazón, aunque a él no lo afectara de la misma manera, pues tenía con quien hacer esas cosas.

Después de un rato ambos nos encontrábamos viendo el techo, agitados a más no poder. Voltee mi vista hacía donde se encontraba el, admirando cada centímetro de su rostro, era perfecto.

El no tardo mucho tiempo en darse cuenta que yo lo observaba con un gran amor, el cual deseaba con todas mis fuerzas fuese mutuo.

Una sonrisa egocéntrica se formó en sus labios antes de que hablara.

—¿Soy hermoso, no?

Reí por su comentario y le di un leve golpe en su hombro, el me observó de pies a cabeza. Yo aún seguía sin ninguna prenda y ni siquiera estaba tapada con alguna sábana, pero esa era mi confianza hacía el.

—Tu eres mucho más hermosa.— dijo observándome, su mirada era profunda y parecía analizar cada detalle en mi.

Tapé mi cuerpo inmediatamente de la vergüenza, acto que el deshizo inmediatamente antes de que pudiera terminar.

—Niccolo, no soy para tanto.— dije avergonzada, el negó sonriendo.

—Lo eres, Conce. Eres increíble y hermosa.

Algún día iba a morirme de amor, lo iba a hacer.

Mis mejillas se calentaron y escondí mi cabeza entre su pecho, el envolvió mi cuerpo con sus manos y por un segundo, por uno solo, sentí que solo estábamos el y yo en el mundo, nadie más.

Pero la felicidad no me duró bastante, porque su teléfono sonó y yo reconocí ese tono.

Era Virginia.

Niccolo ni si quiera me miró y tomó el teléfono para entrar a mi baño envuelto en una toalla, desde afuera pude escuchar que estaban teniendo una discusión. Nic se escuchaba bastante frustrado.

ACTS, niccolo govender.Where stories live. Discover now