¡M- maldito! -Harry Potter-

Capítulo 1

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Al día siguiente Chloe despertó muy temprano para preparase. Se metió al baño para bañarse, se vistió y se arregló el pelo antes de salir.

Vió que sus compañeras de cuarto aún no despertaron, así que con cuidado cerró la puerta. Se fue al Gran Comedor ya que tenía mucha hambre.

—"¡Por Salazar Slytherin!, no me perdí." -Pensó feliz Chloe antes de sentarse en el mismo sitio que en que se había sentado el día anterior.-

Empezó a mirar el resto de las mesa, en la mesa de los profesores no había nadie al igual que la de los Gryffindor y Hufflepuff, en cambio, en la mesa de los tejones había cuatro estudiantes que estaban leyendo libros o escribiendo cartas.

—"Menudos perdedores, ya se aburriran de tanto leer libros." —Pesó Chloe con una sonrisa burlona.—

—Buenos días, Rosier. —Dijo Draco Malfoy sentándose cerca de ella.—

—Buenos días, Malfoy. —Dijo Chloe cambiando se sonrisa burlona a una de felicidad.— ¿Cómo dormiste?

—Bien. Aunque soy yo él que debe de preguntarte. —Dijo él riéndose.—

—Ah, yo dormí perfecto. Y amanecí perfecta. —Dijo con una sonrisa arrogante.—

—Eso ya lo veo. —Susurró Malfoy tratando de que no le escuche, aunque Chloe si logró escucharlo así que solo lo ignoró.—

El gran comedor se empezó a llenar y las mesas se llenaban de estudiantes, Daphne se sentó cerca de Chloe y empezaron a conversar entre ellas.

—¡Eh, Potter! —gritó Pansy que se encontraba cerca de Chloe.—¡Potter! ¡Que vienen los dementores, Potter! ¡Uuuuuuuuuh! —Dijo de manera burlona.—

Chloe se volteó para ver la apariencia de Harry Potter, al voltear pudo ver un chico de pelo alborotado, ojos verdes, tenía gafas y se veía enfadado.

No iba a mentir, a Chloe le pareció guapo, al igual que otros chicos que vio cerca de él. Eran dos chicos gemelos pelirrojos, de ojos azules y con pecas...

—"Menuda mierda, son los Weasley... Y además me parecen atractivos, si alguien se llega a enterar sería un vergüenza total." —Pensó Chloe haciendo una mueca y mirando a los Gryffindor con desdén.—

• • •

Chloe estaba asqueada mientras caminaba pegada a Malfoy, ya que sus zapatos caros se han ensuciado con tierra húmeda. Miró todo su alrededor con asco, estaban cerca del bosque prohibido, donde iba a ser impartida la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas.

—¡Acercaos todos a la cerca! —gritó—. Aseguraos de que tenéis buena visión. Lo primero que tenéis que hacer es abrir los libros…

—¿De qué modo? —preguntó Chloe.—

—¿Qué? —dijo Hagrid.

—¿De qué modo abrimos los libros? —repitió Chloe sacando su libro.

Todos la imitaron y sacaron sus libros que se encontraban atados para evitar ser atacados por los libros.

—¿Nadie ha sido capaz de abrir el libro? —preguntó Hagrid decepcionado, todos negaron.—Tenéis que acariciarlo —dijo el profesor como si fuera lo más obvio del mundo—. Mirad…

Cogió un libro, que intentó atacarlo, pero al acariciarlo se tranquilizó en su mano.

—¡Qué tontos hemos sido todos! —dijo sarcástico Malfoy.—
¡Teníamos que acariciarlo! ¿Cómo no se nos ocurrió?