Capítulo 14

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Se movía de un lado al otro con el pequeño en brazos, no había dejado de llorar luego de que llegara del trabajo y se bañara. Luego de los eventos del día anterior, se había concentrado en terminar todo y luego de eso había huido de la fiesta, Nieves se había quedado de encargada, no necesitaba más drama en su vida.

El problema fue que cuando llego cargo a Adriano casi al instante porque estaba llorando, y el niño al parecer estaba extasiado con su olor, porque no dejaba de sonreír y gritar cada vez que lo despegaba de él. Cuando se bañó, se desato el caos, ya que Adri no dejaba de llorar aun si soltaba sus feromonas.

-Venga cariño ¿Qué pasa?

El telefonillo hizo que por un momento su atención no este puesta en su hijo para contestar

-¿Diga?

-Entrega para Rubén Doblas

-No hice ningún pedido ¿Qué es?

-Unas flores señor

Rubén frunció el ceño antes de dejar en la cuna movible a un Adri llorando y caminar hacia la puerta, la abrió asomando solo su cabeza, notando el gran ramo de tulipanes naranjas que sostenía el repartidor. Por un momento pensó que podía ser de Nieves, tal vez disculpándose por lo de ayer.

Firmo lo que le entregaba el repartidor antes de agarrar las flores y despedirse amablemente. Adriano seguía llorando en la sala, por lo que lo cargo antes de tomar la pequeña tarjeta que venía con el ramo.

Rubius leyó una y otra vez la pequeña nota, no se creía que de verdad le había enviado flores, y no solo eso, una de sus favoritas

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Rubius leyó una y otra vez la pequeña nota, no se creía que de verdad le había enviado flores, y no solo eso, una de sus favoritas. Dejo la nota en el mismo lugar de antes para subir a su habitación aun meciendo a su hijo, saco su camisa del día anterior y notó la pequeña tarjeta que le había entregado Mónica con el nuevo número de Sam justo antes de irse, según le dijo, era para si volvía a trabajar con ellos, aunque como siempre las acciones de la pelinegra tenían otras intenciones

-Y yo que pensé que no me iba a servir

Se asustó cuando noto que Adriano pego un gritito, había dejado de llorar y ahora extendía sus manitos como queriendo tomar la camisa que tenía en sus manos. Frunció el ceño por eso, antes de olfatear, algo que luego se arrepintió al notar ese leve aroma.

-Café...-mordió su labio antes de mirar a su hijo- ¿Cómo lo sentiste? Ni yo lo hice

Adri pegó otro grito haciendo que su padre suelte un suspiro y acerque la camisa a él, una sonrisita salió de sus labios, al igual que un bostezo debido a la falta de sueño que había ocasionado su llanto. Rubén bajo las escaleras dejando al bebe y a la camisa en la cuna, para luego posicionarse en el sofá y marcar el número de la tarjeta.

Solo bastaron dos tonos antes de escuchar una maldición y un saludo en alemán. No pudo evitar soltar una risita al imaginar a Samuel corriendo por casa ya que tenía la manía de dejar el móvil por cualquier sitio menos en donde estaba él.

-No sé lo que dijiste, pero la tuya por si acaso

-¿Rubén?- pudo notar el tono de sorpresa en su voz- Hola, pensé que...

-Como sea, solo te llamaba para decirte que no debiste mandarme las flores

-Era para agradecerte...

-Entonces deberías hacerlo como otros clientes, simplemente dame el reconocimiento de mi trabajo y punto, no necesito tus regalos- un suspiro se escuchó al otro lado de la línea

-Bien, lo siento, fue un error mío

-Además...mi pareja lo puede malinterpretar ¿sabes?

-Tienes razón- Sam dejo salir una risa nerviosa- Soy un imbécil, lo siento, solo quería...como sea

-Da igual Samuel, solo no lo vuelvas a hacer

-Está bien, pero...al menos acepta que te regale una cena en mi restaurante, puedes venir con tu familia o...con Nieves, no tendría problemas

-¿Por qué lo haces?

-¿Qué?

-¿No te basta saber que ya estoy con alguien más? ¿No es mejor cada uno estar por su lado?

-Yo...

-Yo creo que, si es lo mejor Samuel, así que deja de hacer este tipo de cosas, porque no somos pareja y mucho menos amigos, ya te dije que no hay nada que nos une

Sin dejarle responder corto la llamada dejando caer su cuerpo en el sofá. Su mirada fue a parar a su bebé, que dormía de una manera tan placentera apegándose a su camisa con el aroma de su padre alfa, que la idea de que si había algo que los uniera para siempre ataco el centro de su estómago.

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-¡Que hijo de puta!

-Si lo es, pero también inteligente

Mientras que Mangel y Maximus daban su opinión del tema, Orslok se estaba aguantando la risa por la maldita suerte de su amigo y Alex se mantenía en silencio. Les habia contado todo lo que pasó en sus días, recibiendo varias reacciones de sus amigos

-¿Tu que opinas?- su mirada fue hacia Alex

-Opino que fue peligroso, pero Nieves tuvo una buena idea

-¿Besarlo fue una buena idea?

-Si- Alex suspiro- Sam sabe que ya no tiene oportunidad contigo, pero una parte de él quiere intentarlo, ahora esa parte murió al saber que tienes pareja

-Ostras, no lo pensé así- Orslok puso una pose pensativa ganándose un golpe de Alex

-¿Y con lo de que no mostro celos?

El de lentes había repetido una y otra vez eso, ya que también le parecía curioso. Era el que más conocía los celos de Samuel, los había vivido en carne propia debido a que siempre el pelinegro trataba de marcar territorio con Rubén cuando él estaba cerca porque pensaba que había algo entre los dos o que su amigo tenia sentimiento hacia él.

Aunque al alfa antes más que miedo le parecía muy tierno como Sam se acurrucaba en Rubius cuando estaba cerca o no paraba de dejar pequeños besos en su frente, mejilla y labios para hacer ver que era suyo. Ahora si sentía que era un poco toxico y aprensivo.

-Tienen razón diciendo que Sam es inteligente, pero no es por esa razón que no cela a Rubius

-¿Y entonces cuál es?- Rub lo miro curioso

-¿Por qué te importa tanto?- Orslok lo miro con una ceja alzada

-Simple curiosidad- se encogió de hombros

-Quiera darte tu espacio- Alex hizo una mueca, como si fuera obvio lo que dice- Su parte racional sabe que debes seguir con tu vida y él ya no pertenece a esta

-No creo que Samuel quiera eso, yo creo que si quiero algo con Rubén- todos los demás asintieron a las palabras de Maximus

-Piensen lo que quieran, pero conozco más a Samuel que todos ustedes, bueno, excepto Rubius- Alex se cruzó de brazos- Él sabe cuándo perdió y debe retirarse, lo hace en sus negocios, lo hace en su vida

-¿Y las flores?

-Es una manera de acercarse, si, pero no de manera romántica- Alex centro su mirada en Rub- Quiere hacerte entender que está arrepentido y apoya la nueva vida que quieres comenzar lejos de él

-¡Pues a la mierda su arrepentimiento!

-¡Mangel!- Rubius miro a su amigo para que se controlará

-Oye, yo tampoco perdono que Samuel te hiciera eso, así que lo mejor es ignorarlo, no te hagas tantos problemas en la cabeza

La atención de sus amigos se fue hacia el pequeño bebé en brazos de Rubius, cerrando la conversación al instante. Tal vez Alex tenía razón, tal vez solo tenía que ignorar y seguir.

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