1| ¿Una cena?

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POV: Martin

Me estaba mirando al espejo para retocarme bien el pelo y darme un repaso rápido antes de salir de casa. Había pensado en salir a tomar el aire y quería estar presentable, nunca sabes dónde vas a  encontrar tu próximo trabajo. Me planché la camisa con la mano rápidamente mientras que con la otra mano me peinaba meticulosamente mi flequillo hacia atrás.

Justo cuando terminaba de abrocharme los botones de la camisa, sonó el teléfono. Era Ainara, mi hermana pequeña.

— Hola, hermanita.

— Hola, Martin. ¿Puedo hablar contigo? Es algo importante — respondió Ainara, su tono era serio y calmado, pero había una nota de ansiedad en él que no pasó desapercibida para mí.

— Claro, ¿qué te pasa?

— ¿Podrías venir a desayunar conmigo? Tengo que contarte algo.

— Claro que sí, ¿estás bien?

— Sí, sí, estoy bien. Solo necesito hablar contigo en persona. ¿Puedes venir en unos 30 minutos a nuestra cafetería favorita?

— Por supuesto, allí estaré.

Me acabé de vestir rápidamente y salí de casa, con la mente llena de preguntas sin respuesta. ¿Qué le había pasado a mi hermana?, ¿qué era tan importante que necesitaba hablar conmigo en persona?

Al llegar a la cafetería, vi a mi hermana esperándome en una mesa, con una expresión nerviosa en su rostro. Se acercó para darme dos besos en las mejillas y yo la abracé mientras que le daba un beso en la cabeza.

— Hola, hermanita. ¿Estás bien? — pregunté, tratando de sonar calmado.

— Hola, Martin. Sí, estoy bien. Gracias por venir.

No sabía lo que quería decirme pero ahora mismo estaba forzando una sonrisa que no llegaba a sus ojos y que me estaba empezando a preocupar más de lo que ella se imaginaba.

— Claro, ¿qué pasa? ¿Por qué esa llamada tan misteriosa?

— Bueno, quería hablarte de algo importante. Pero primero, ¿cómo has estado? ¿Cómo te va con el trabajo?

— Bien, todo va bien. Pero no me distraigas, Ainara. ¿Qué está pasando? — insistí, notando que mi hermana estaba evitando el tema principal.

— Está bien, lo diré. Martin, quiero presentarte a alguien.

Después de oír eso fruncí el ceño, confundido. ¿A quién quería presentarme mi hermana? Y sobre todo, ¿por qué tanto misterio?

— ¿A quién quieres presentarme?

— A alguien muy especial para mí. Pero primero, ¿qué te gustaría desayunar?

— Ainara, deja de evadir el tema. ¿Quién es esa persona y por qué es tan importante?

— Lo sabrás en un momento, Martin. Pero primero, ¿te apetece un café?

Suspiré frustrado. Parecía que mi hermana no iba a revelar nada hasta que no aceptara desayunar con ella. Me pregunto qué estará tramando.

Observé a mi hermana alejarse hacia la barra con una mezcla de frustración y curiosidad. Suspiré y decidí esperar pacientemente, aunque mi mente bullía con preguntas sin respuesta.

Ainara regresó a la mesa con dos tazas, una de café para ella y un colacao para mí, y una bandeja de bollos de mantequilla, esos que tanto nos gustaban a los dos.

— Aquí tienes tu colacao, Martin, siempre siendo el diferente.

— Por lo menos tengo buen gusto y no bebo esa cosa tan agria e insípida.

— No sabes tú lo que es el buen gusto.

— Lo sabes tú.

— Ya lo verás esta noche - me dijo mi hermana guiñándome un ojo y dejándome con la duda.

— ¿Qué pasa esta noche Aina? ¿Cuándo vas a decirme quién es esa persona misteriosa?

Ainara me miró con una sonrisa enigmática y luego se inclinó hacia adelante, como si estuviera a punto de revelar un secreto.

— Es alguien que conocí hace unos meses y que se ha convertido en una parte muy importante de mi vida. Alguien que quiero que conozcas porque... porque creo que te caerá bien — dijo Ainara, con un brillo emocionado en los ojos.

Fruncí el ceño al escucharla, tratando de leer las intenciones de mi hermana en su expresión. ¿Quién podía ser esa persona que había llegado de repente y se había vuelto tan importante para ella?

— Está bien, Ainara. Estoy intrigado. ¿Quién es?

Ainara sonrió y me tomó la mano con ternura.

—Martin, me gustaría que cenaras esta noche en mi piso. Quiero presentarte a alguien muy especial, alguien que creo que te gustará conocer.

Al escucharla decir eso, sentí que mi corazón latía con fuerza en mi pecho. ¿Qué sorpresa me esperaba esta noche en casa de mi hermana?, ¿quién era esa persona que parecía haber cautivado su corazón tan rápido?



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