Narrador Omnisciente
Lloyd y Génesis caminaban por las calles de la bulliciosa ciudad, disfrutando de la compañía de sus nuevas amigas, Kiyomi y Suki.
De repente, Naruto, con su característica energía, apareció en escena. "Hola, Suki, Kiyomi", dijo con un tono sugestivo que no pasó desapercibido. Un escalofrío recorrió la espalda de las chicas, pero decidieron mantener la compostura.
Lloyd, notando el interés de Naruto en sus amigas, se acercó con una mirada desafiante. "¿Quién eres tú?", preguntó con desdén, dejando claro que no iba a permitir ningún avance indeseado hacia sus compañeras.
Naruto, sin inmutarse, sonrió con arrogancia. "Soy Uzumaki Naruto, y seré el Hokage más poderoso que haya existido", declaró con una confianza desbordante. Sus palabras resonaron en el aire, desafiando a cualquiera que se atreviera a dudar de su determinación.
Sin embargo, la presencia de Naruto no fue bien recibida por Suki, quien mostró su disgusto abiertamente. "Serás un Hokage de mierda", dijo con desdén, dejando claro que no tenía ninguna intención de halagar su ego. "No serás el peor, porque es imposible ser peor que Hiruzen", agregó con un tono de desprecio hacia el antiguo líder de la aldea.
Kiyomi, por su parte, gruñó con desagrado. "Maldito inútil", dijo, dejando en claro su opinión sobre las pretensiones de Naruto. No estaba dispuesta a dejarse impresionar por su actitud arrogante.
Naruto, sin embargo, parecía inmune a los comentarios despectivos y decidió intensificar su acercamiento a Suki y Kiyomi. Con una mirada pervertida, intentó acercarse a ellas, pero Lloyd estaba decidido a proteger a sus amigas.
"No te acercarás", dijo con desdén, su voz llena de determinación y advertencia hacia Naruto. Sabía que tenía que poner un alto a sus intenciones indeseadas y asegurarse de que sus amigas se sintieran seguras en su presencia.
La tensión en el aire se vuelve palpable mientras Naruto, lleno de ira, intenta golpear a Lloyd. Sus puños se elevan en el aire con determinación, mientras sus ojos brillan con un fuego desafiante. "Maldito idiota, esto es entre ellas y yo", dijo con desdén, su voz llena de desprecio y rabia contenida.
Sin embargo, Lloyd, con una habilidad innata, detiene el golpe de Naruto con facilidad. Su expresión se tuerce en una sonrisa burlona mientras se mofa de Naruto. "Eres patético, no esperaba nada de ti y aún logras decepcionarme", dijo con desprecio en su voz, dejando claro que no tenía ninguna estima por el joven ninja.
Frustrado por su fracaso, Naruto intenta golpear una vez más a Lloyd, pero este último esquiva el ataque con una gracia asombrosa. La agilidad de Lloyd es impresionante, y Naruto no puede evitar sentirse aún más irritado por su aparente superioridad. Gruñendo de frustración, Naruto pronuncia con arrogancia: "Maldito debilucho", su voz llena de desprecio hacia su oponente.
En ese momento, Naruto se da cuenta de la presencia de Génesis, una mujer de una belleza deslumbrante. Sus ojos se posan en ella con un brillo lascivo, y sus pensamientos se vuelven impuros. "Pero qué mujer tan hermosa", dijo con un tono pervertido, revelando sus verdaderas intenciones hacia ella.
Sin embargo, a pesar de su inocencia, Génesis siente un instinto de desconfianza hacia Naruto. Sus instintos le advierten que no debe confiar en él en absoluto. Con una determinación silenciosa, elige seguir su intuición y mantenerse alejada de Naruto.
Ignorando las dudas de Génesis, Naruto se acerca a ella con una sonrisa perversa en su rostro. "Vamos, tal vez pueda hacerte ver el cielo", dijo con un tono pervertido, dejando claro sus verdaderas intenciones hacia Génesis. Sin embargo, Génesis permanece firme en su decisión de mantener su distancia, sabiendo que Naruto no es alguien en quien pueda confiar.
