PROBLEMAS

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Charlie ayudaba a sostener el pelo de vaggie, mientras vomitaba lo poco que había cenado, dando le también, pequeños masajes en su espalda – esto apesta- una vez terminado de vomitar, se pone de pie y se dirige al lavado.

Charlie suelta un suspiro – ¿te sientes mejor? - vaggie se limita a responder con un mhh, en lo que termina de enjuagar su boca.

Una vez pasado el mal rato, tomadas de las manos, juntas salen del baño de la recepción y caminan a la habitación, ignorando las miradas de los demás, nadie comento nada, no deseaban hacer enojar otra vez a Charlie.

Ya en la habitación, vaggie se dirige hacia su closet para buscar su pijama y toalla, quizás una ducha le ayudaría a relajarse un poco, después del fastidioso momento en la cena, Charlie solo se limita a quitarse su saco y sentarse en su cama, para luego tirarse de espaldas contra esta.


Vaggie ya iba de camino a la puerta del baño, pero un rugido en su panza le recordó, que realmente no había comido bien en todo el día... soltando un suspiro resignada, que, por el bien de su futuro hijo y ella, debía comer algo, así terminara posiblemente en el baño otra vez.


con paso lento se acerca a Charlie y se sienta a un lado suyo. Esta que se encontraba recostada, con los ojos cerrados, los abre, y dirige su mirada curiosa a su novia, que tenía su rostro agachado, para luego sentir unos pequeños toquecitos en una de sus piernas.


-¿pasa algo amor?- un poco divertida, por la actitud repentinamente penosa de su pareja, le dedica una amplia sonrisa. – Charlie, yo... tu hijo al parecer a un tiene hambre – lo dice tan rápido que casi no logra entenderle, una sensación de calidez recorre su cuerpo, levanta su espalda del colchón para abrazar desde atrás a su novia, por la cintura, colocando sus manos en el vientre de vaggie, dando pequeños círculos – ¿oh enserio? - volteo a ver a su novia, que mantenía la cabeza agachada, tratando de ocultar el pequeño rubor en sus mejillas. Se limita a responder asintiendo con la cabeza.

-bueno... y que le gustaría comer a nuestro pequeño – Charlie le da un beso en la cabeza.

Vaggie por fin levanta su rostro, pero en dirección al techo, mientras colocaba, una mano en su mentón y cruzaba la otra sobre su cintura, optando una mirada pensativa, Charlie solo se limita a observarla divertida, por las acciones tan tiernas de su novia.

- ¡oh!, ya se- voltea a ver a Charlie, la cual puede jurar ver un brillo en el ojo de su novia - fresas con mostaza, un poco de sandía cortada, helado de vainilla y golosinas cubiertas con azúcar... a y alitas picantes – empezó a enumerar, jamás había visto a vaggie sonreír tan grande, se sentía un poco confundida por la peculiar lista de alimentos, dudaba que tan saludable podría ser esas combinaciones

- ..eh, cariño no se que tan buena ide.... – no pudo terminar su frase, vaggie paso de tener una rotunda felicidad, a mostrar un mirada con deseos de apuñarla a alguien – ¿si vas a darnos lo o no?- un sudor frio corrió por toda su espalda ante la penetrante mirada de su novia, se limita a asentir rápidamente


gracias amor, horita vuelvo- volvió a ese estado feliz y complacida, le da un beso en la mejilla y vuelva su camino en dirección al baño, una vez cerrada la puerta, Charlie no puede evitar soltar todo el aire que al parecer estuvo aguantando, tras la mirada penetrante que le dio vaggie, como van las cosas duda mucho si llegara a conocer a su hijo o hija, si sigue haciendo la enojar.

Toma su teléfono y empieza buscar un lugar donde pudiera conseguir todas las cosas que pidió su novia lo más pronto posible, por el tipo de cosas, no será tarea fácil, pero mas no imposible.

TU Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora