Destino [Las Joyas de la princesa]

Destino

[1/2]

Bavilo Verdi de Secramise, el único "beta" de la familia imperial, una decepción para sus padres, un inservible a ojos de sus enemigos y un padre para sus hermanos, a sus cortos veinticuatro años ya se rindió de todo, ya se rindió al tratar de complacer a personas que nunca podrán sentirse satisfechas con lo que haga, la única razón por la que no se ha ido del Imperio o de la vida son sus hermanos, ellos todavía son unos cachorros a sus ojos y dejarlos solos en un infierno no se lo perdonaría.

Desde que Kamal le dijo a Benela que el se convertiría en el Emperador de Azberzela, la presión sobre sus hombros de contentar a su madre ceso un poco, pero la preocupación por su hermano aumento drásticamente, al punto que ya ni le presta atención a nada más que no sea Kamal y Haveron.

¿Qué puede decir? son sus instintos de omega, literalmente considera a ambos su cachorros. como madre preocupada anda detrás de ellos.

Quizás, fue esa la razón por la que no se dio cuenta del cambio en el joyero de su hermana.

Terminó de preparar los bocadillos para su viaje al sur con sus hermanos, el Gran Ducado Kennedy acepto la ayuda de Haveron para potenciar el industria agrícola, está realmente orgulloso, si su hermano consigue una buena impresión los demás Grandes Ducados también se involucrarán, ¿No es eso una buena señal? al fin Haveron tendrá el reconocimiento que merece, Kamal también irá porque desea conocer más sobre la cultura del sur del Imperio, seguramente tiene algo en mente. Pone todo en la canasta con ayuda del cocinero del palacio que no deja de halagarlo y de decir lo orgulloso que está de tener un aprendiz tan talentoso.

¿Podría dedicarse después a la cocina? sería una buena idea.

La Condesa Rosse lo espera afuera con tres cartas y pases, al ser parte del Gran Ducado Bellerose ella agilizo todos los tramites para ingresar al territorio Kennedy.

—Bavilo, estás tres cartas se las debes entregar al Gran Duque, estos pases debes dárselos a los soldados que estarán en la entrada del territorio, usan un traje de color negro con líneas moradas.