Título: "Destino Desafiado: La Venganza de Izuku"

Capítulo 1: "Renacer de la Oscuridad: La Segunda Oportunidad de Izuku"

Capítulo 1: "Renacer de la Oscuridad: La Segunda Oportunidad de Izuku"

Años más tarde, Izuku no estaba bien de la cabeza. Los años de abusos, humillaciones y maltratos por parte de su hermana y su ex mejor amigo habían dejado profundas cicatrices en su mente. Aunque trataba de ocultarlo lo mejor posible, la oscuridad que lo consumía era evidente para aquellos que lo observaban de cerca.

Las sombras de su pasado lo perseguían constantemente, recordándole los momentos de dolor y sufrimiento que había soportado. A pesar de sus esfuerzos por superar el daño emocional, la herida en su corazón seguía abierta y sangrante, impidiéndole encontrar la paz y la felicidad que tanto anhelaba.

Cada día era una batalla interna para Izuku, una lucha contra sus propios demonios y la desesperación que amenazaba con consumirlo por completo. Aunque intentaba mantener una fachada de normalidad ante el mundo, en su interior se sentía perdido y roto, sin saber cómo encontrar la luz en medio de tanta oscuridad.

El único apoyo que tenía Izuku era su madre. Sin embargo, incluso ese vínculo se vio comprometido cuando Izumi le mintió a Inko, diciéndole que Izuku intentó golpearla solo porque ella tenía un Quirk y él no. Esta falsedad sembró semillas de duda y desconfianza en el corazón de Inko, erosionando la confianza que tenía en su propio hijo.

La acusación injusta de Izumi no solo distanció a Inko de Izuku, sino que también reforzó la creencia de que su hijo estaba consumido por la envidia y los celos hacia aquellos con Quirks. La sombra de la desconfianza se cernía sobre su relación, transformando lo que solía ser un amor incondicional en una mirada cargada de sospecha y decepción.

La intervención de Bakugo, al salvar a Izumi de un supuesto ataque de Izuku, solo sirvió para confirmar la creencia de Inko de que su hijo era envidioso y peligroso. Desde ese momento, la imagen de Izuku en los ojos de su madre cambió irrevocablemente, pasando de ser su querido hijo a ser visto como alguien celoso y resentido.

En la soledad de su habitación, Izuku se encontraba sumido en un mar de lágrimas y preguntas sin respuesta. ¿Por qué la vida era tan injusta con él? ¿Qué había hecho para merecer un destino tan cruel y despiadado? Cada día que pasaba, sentía cómo su cordura se desvanecía lentamente, como si estuviera perdiendo la batalla contra la oscuridad que amenazaba con consumirlo por completo.

El peso de la injusticia y el sufrimiento era abrumador, y Izuku se sentía como si estuviera atrapado en un torbellino de dolor y desesperación. Cada golpe que recibía de la vida parecía empujarlo un poco más hacia el abismo de la locura, dejándolo sin esperanza ni consuelo.

Sus lágrimas caían como cascadas silenciosas mientras se preguntaba una y otra vez qué había hecho para merecer un destino tan despiadado. ¿Acaso no había sido lo suficientemente bueno? ¿No había luchado lo suficiente? La sensación de impotencia lo abrumaba, haciéndolo sentir como si estuviera atrapado en un laberinto sin salida.

Izuku se secó las lágrimas con determinación mientras salía de su habitación, decidido a despejar su mente y alejarse del tormento que lo agobiaba. Al bajar las escaleras, se encontró con una escena que solo avivó las llamas de su amargura interna: su madre, Izumi y Bakugo riendo felices, como si el mundo fuera un lugar lleno de alegría y amor.

La mirada de desprecio que Inko le lanzó a Izuku fue como un puñal en el corazón, confirmando sus peores temores sobre cómo lo veía ahora. "¿A dónde crees que vas?" fue todo lo que ella dijo, con un tono cargado de desprecio.

Izuku apenas pudo contener el torrente de emociones que lo invadía. "Solo quiero salir un rato", respondió con voz firme, tratando de mantener la compostura a pesar del odio que ardía en su interior.