Alex
La mire ahí, parada justamente enfrente de mi, se veía tan angelical como todos los días, mejor dicho como todas las veces que la veía, lo único que nos separaba era una calle, la cual me parecía la calle mas amplia que había visto en mi vida ya que me separaba de ella.
Ella me miro y sonrió, creo que nunca me voy a cansar de sentir lo que siento todas las veces que la veo sonreír, es como si su mirar por si mismo me abrazara y me calmase, pero al mismo tiempo me intrigue y me inquiete, haciendo que quiera saber que es lo que oculta aquella mirada, la razón del por que se ve tan calmada y diferente a las otras.
Yo le sonreí de vuelta, sintiéndome la persona con mas suerte en el mundo.
Pero entonces todo paso muy rápido, de repente ella cruzo la calle, al parecer su señal de cruzar se encendió primero que la mía y cuando faltaba poco para poder tenerla entre mis brazos, se fue...
Me desperté en medio de la madrugada, voltee a ver la hora y eran las 3:50am, otra vez... fruncí el seño al acordarme de cual había sido la causa de mi interrumpido sueño, de mi cuerpo sudado, de mi respiración agitada y de este sentimiento que no dejaba a mi pecho respirar en paz...ella.
Ya habían pasado 2 años y medio de lo que paso, la extraño, ha pasado tanto desde que la vi sonreír y sentir que todo podía estar bien, tanto tiempo desde la ultima vez que la bese, la abrace, mucho desde que le dije que la amaba, el destino fue tan cruel... me arrebato lo que mas quería en este mundo, me lo quito tan fácil que me hizo enojar, no me dejo si quiera la oportunidad de poder luchar por ella, de ver esos ojos que tanto me hacían sentir que al final de todo si tenia un hogar... Sus ojos, eran tan únicos, eran diferentes, brillaban con otra luz, parecían hablar por si mismos, te atraían a su intensa mirada, de un color que podía ser tan normal, pero tan único a la vez... nunca los volví a ver.
Me levante de la cama sin saber exactamente que hacer, pero estaba seguro de una sola cosa, no quería volver a dormir esta noche por la simple razón de no tener que volver a soñar eso, aunque también podría llamarlo pesadilla.
Inconscientemente baje las escaleras hasta llegar a la cocina, calenté agua para hacer té, ella me acostumbró a beberlo cuando necesitaba algo lo cual me pudiera relajar, ¨me acostumbraste a tantas cosas.¨ dije, seguido de un largo suspiro.
Cuando ya tenia el té preparado, mire hacia la ventana instintivamente, y ahí estaba, el árbol que ella tanto había cuidado, si solo pudiera verlo ahora, se que aplaudiría como una niña emocionada en una noche de navidad, sonreí ante aquel pensamiento.
Mire hacia otro lugar para no tener que pensar en ella una milésima vez mas por la noche de hoy, cayendo mi mirada hasta las llaves de mi moto, la compre hace casi 1 año y medio atrás, era siempre mi escapatoria.
No había terminado el té, cuando me levante , fui a mi habitación y me cambie de ropa, necesitaba distraerme, cogí las llaves de la moto y la casa, cerré la casa y me fui en la moto.
Cuando pare en un semáforo, escuche el sonido de mi celular, lo cogí sin ver la pantalla.
¨ Hola?¨
¨Alex, soy yo, Viviana.¨
¨Oh, por que la llamada, pasa algo?¨ lo se a veces tiendo a ser un poco directo.
¨Me preguntaba si podías venir a mi casa.¨
¨Es tarde, lo sabes, adem...¨colgué, mire hacia una chica que iba caminando en dirección contraria a la que yo iba.
Algo en ella me parecía familiar, sentía que era ella.
¨stella?¨susurre no queriendo gritar porque tenia miedo de que se asustara y se alejara de mi otra vez.
La chica pareció escucharme, pero no paro, se fue caminando aun mas rápido.
¨No!, espera.¨ grite, bajando del motor rápidamente, corrí hacia ella y cuando faltaba poco y le iba a agarrar el brazo, ella, simplemente desapareció...
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Eres tu mi destino?
Teen FictionY todo iba bien hasta que el destino me hizo una mala jugada. Que pasa cuando amas a dos personas, tiene eso algún sentido? Era feliz, hasta que la vida me arrebato lo que mas apreciaba en mi vida...ella. Soy Alex Giordall. El me quería, o al menos...