He decidido casarme
Dazai se dio cuenta de algo esos meses, los cada vez más recurrentes "viajes de negocios" a Francia.
Ango se dio cuenta... y sin que yo se lo dijera, me dijo que era Chūya .
Él es un joven muy elegante y bonito, Dazai.
Lo es.
La foto frente a sus ojos lo corrobora y el-no tan-vago recuerdo también. A su lado, Sasaki se remueve un poco sin dejar de abrazarlo.
Su padre no lo sabe; y quería preparar a los niños antes de contarles. Chūya fue el de la idea.
¿Y Kenji?
No creo que el de problemas. El que me preocupa es Atsushi.
-Su vestido es hermoso-comenta la pelinegra a su lado; Dazai bosteza-Estoy muy contenta de que Chuuya se case con Oda.
Estoy feliz por ti Odasaku...
-Uno de los posibles rivales... eliminado.
Dazai no se molesta en responder.
Dado que Sasaki es modelo, el lujoso departamento en donde vive se encuentra en el centro de Yokohama; gracias a ello es que la mujer puede deleitarse con la preciosa vista del atardecer. Sin embargo, Dazai no dice nada, sus ojos miran perdidos la ciudad, es una mirada vacía y aburrida-a la que ella tristemente se acostumbró-pues el único asombro que el castaño sentía constaba de no poder encontrar alguna cosa que no hubiera experimentado, aprendido, descubierto y comprendido antes.
Después de la muerte de sus padres y de la aberración que sufrió a sus once años, Dazai se quedó como huésped en la casa de Oda. Ahí conoció a Kazue, Fukuzawa, Ranpo y Atsushi... también a los empleados de la casa, a los que miraba con tanto recelo y aún así lo trataban con respeto. Luego se uniría Kenji y entablaría un fuerte lazo con Odasaku.
Entonces ya no sería un huésped, y aunque solo contara con un tío lejano, ya no se sentiría tan abandonado ni tendría tanto miedo del ser humano... ¿verdad?
Aprendió a fingir descaro, entre prostitutas y alcohol barato. Estudió, y las cosas que aprendió, las aprendió por aprender. No había construido un palacio de ambición perteneciente a su futuro, ni atado un ramo de poesía perteneciente a su juventud.
Disfrute... Tanto el significado de esta palabra como Dazai habían sufrido un cambio. En verdad, no disfrutó de nada. Iría corriendo a todos los lugares de diversión, buscaría todas las cosas de las que reírse, tal vez se reiría más fuerte que nadie; pero ¿se divertía? Parecería estar divirtiéndose. Derrocharía tales chistes, tales ocurrencias que dondequiera que fuera, todos lo amaban, todos lo buscaban, y como las extravagantes flores de las que construyó su máscara, serían esparcidas, reunidas y repartidas entre la sociedad. Cada vez que pasaba algo, se escuchaba algo nuevo, una de las bufonerías de Dazai, una de sus gratas bromas sería relatada después.
Cuando relataban un episodio que conmocionó a sus amigos, él decía: ¿No podría ser más común?, y giraba la cabeza. Incluso cuando Odasaku le dio la noticia no se había despertado el menor rastro de sorpresa en Dazai.
-Ya lo estaba esperando- había dicho.
Estaba aburrido
Tan aburrido...
Nunca le sorprendió nada en la vida. Había guardado la palabra "sorpresa" en su vocabulario únicamente para...
Luego de un rato de silencio, y antes de que se hiciera aún más incómodo, la pelinegra volvió a hablar.
-Voy a Sicilia a tomar unas fotografías
-Ajá...-una pausa-, debo irme. Tengo algo que hacer.
Suele ser así... el sexo y luego de.
Dos horas después, con el sol ya escondiéndose y algunas estrellas comenzando a titilar en el cielo, Osamu llega a casa. Por lo que podía deducir, Atsushi se encontraría caminando a paso moribundo por el jardín, o estaría llorando hecho un ovillo en algún rincón.
Fue la primera opción.
Entrando por la parte trasera de la casa, vio a Atsushi, caminando cerca de la fuente, arrastrando sus pies y a punto de llorar. -¡Atsushi!- le llamó desde la entrada, captando su atención.
El peliblanco se percató de la presencia de Dazai y arrugó el rostro, al borde de arrojarse sobre el castaño y prorrumpir en llanto, mas este le detuvo hincándole con los dedos en la frente.
- ¿Por qué no me lo dijo él mismo?
Ranpo dijo que era una buena idea, aunque me hubiera gustado contárselo yo mismo.
¿Y qué pasa si dice que no quiere?
Estoy decidido a continuar
-Porque quería que te hagas a la idea primero -fue su simple respuesta.
-Yo creía que sería con Monsieur Verlaine-le explicó, con la vocecita dolida y resentida-Chūya es muy joven para él.
-Odasaku no es un hombre viejo-respondió, cerrando sus ojos y otorgándole una sonrisa.
- ¿Dormirán en el cuarto de mamá? - esta vez, su voz también lleva un toque de urgencia-No quiero que usen el cuarto de mi madre. Lo tendrán que cerrar. Él no querrá usar el cuarto antiguo ¿verdad?... Tal vez compren cosas nuevas, o al menos...
-No puedo saberlo-le cortó el discurso, escrutando su rostro con sutileza, inspeccionando discretamente -Atsushi... Odasaku tiene derecho a una nueva vida...-su voz se escucha controlada y no vacila en sus palabras-Kazue murió, pero él sigue aquí-Dazai resopla y, con algo de pesadez, pronuncia: -Estás siendo egoísta.
El cuerpo de Atsushi se pone rígido.
Estás siendo egoísta...
¿Lo estaba siendo?
Luego de la conversación con Ranpo y dado que el rostro de Atsushi era un desastre, lo primero que le pasó por la mente fue ir al baño y tomar una larga ducha, no obstante, la imagen de Akutagawa ayudando a Hirotsu con uno de los rosales hizo que se distrajera un poco; Akutagawa se reincorpora, sacude sus manos y acepta el vaso de limonada que se le ofrece, Higuchi lo mira en silencio, bandeja en mano, y está a nada de decir algo cuando Hirotsu le indica con la mirada que no lo haga.
Sin querer interrumpirlos, continúo caminando.
Más adentrado en el bosque, donde la tarde quemaba sin piedad su rostro, hay un jardín de dalias. El agua de la fuente de piedra no cesaba de correr, casi parecía reír, burlándose de él.
- ¿Cuánto hace que está en tu vida? -pregunta bajo, al hombre sentado junto a él.
-No mucho, pero nos conocemos bien.
-Ranpo me dijo qué quieres mi permiso para esto
-Está no es una decisión repentina Atsushi-el aludido retuerce un poco los dedos que descansan sobre su regazo-No soy tan joven como para no controlar mi entusiasmo. Lo pensé mucho, todos los aspectos, cada detalle... responsablemente.
Oda está serio y se gira sobre la banca para verlo
-Piénsalo, y trata de verlo desde mi punto de vista. -su tono de voz es amable, y le regala una pequeña sonrisa antes de ponerlos en pie- Luego volveremos a conversar... No hay apuro, cariño.
Luego se quedó solo en el jardín, dejando caer lágrimas silenciosas. De repente, Atsushi sintió una fragilidad indefinible, una tristeza profunda y opresiva nacida de ser el foco de las miradas de lástima de ambos lados, de su padre y Ranpo. Aquellas miradas que parecían llorar por él, esas dos miradas; en ellas había leído la clara evidencia de la catástrofe acercándose.
-No es momento de llorar -fue su pobre consuelo -Entremos a casa, Atsushi.
-Ahora mismo, no quiero verlos -le comentó, con la mirada acongojada y cansina.
Osamu se rio y, revolviéndole el cabello cual niño que era y pensando en los conflictuados meses que vendrían, se paró frente a él, le sonrió, y le soltó.
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Perfect Blue
FanfictionHay una extraña magia en su dolor, como una melodía triste, sumamente dolorosa, pero también con una belleza única. ... ¿Cómo podría un corazón como el de Chuuya amar un corazón como el de Dazai? Pero pasó. Se amaron con el corazón en llamas... y es...