Capitulo 1

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Cómo toda niña a su edad, Daniella tenía un gran sueño y su meta era hacerlo realidad. Poco a poco con ayuda de su padre, fue dominando el balón,  un par de drible y hermosas fintas. Lo que más perfeccionaba era tener el arco entre ceja y ceja para así saber a dónde colocar el balón.

Era sencillo lo que su padre le enseña, él le dibujó cuatro pequeños círculos, explicándole que esos serían los ángulos de una portería su trabajo era colocar el balón en el ángulo que él indicara y así lograría desarrollar una visión goleadora con solo ver la portería una vez. Y definiera a lo grande como cualquier futbolista de la élite.

Daniella se esforzaba cada día más en su entrenamientos y con tan solo 11 años, ya sabía que tenía una rutina la cual consistía en trotar, estirar y hacer trabajos con el balón por estaciones; todos los días inclusive si sus entrenamientos chocaban con sus trabajos en el colegio. Ella estaba preparada y sabía que podía con ambos sin ningún problema.

>>Por qué si tú amas algo siempre será un placer dedicarle tiempo<<

La joven se encontraba en su cuarto empacando sus cosas, ya que su padre le ofrecieron un ascenso,el cual le exigía dejar su amada Colombia para dirigirse a Venezuela. La oportunidad perfecta para su familia y tal vez para su futuro. Eso tenía feliz a su madre, la cual era venezolana de nacimiento y sentía que volvía a su casa después de un largo viaje.

Dani, abrió su armario sacó toda su ropa y comenzó a organizarla en su maleta, inundada por tantos pensamientos, uno de ello era dejar a su mejor amiga atrás y tal vez perder comunicación. Pero sabía que su padre necesitaba ese ascenso y ella no le parecía mala idea cambiar de aire, después de todo seguiría haciendo lo que ama. Tomo una caja la abrió, en ella colocó su balón de futbol, su foto de cristiano Ronaldo, Ronaldo Nazario y Raúl. Y por último su foto con sus padres, ella no tenía muchas pertenencias ya que su familia trabajaba solo para comer, sin embargo ella era feliz y amaba intensamente a los maravillosos padres que les tocó.

–Dani, Cariño– llamó la atención su madre desde la puerta de su habitación. 

–Señora– respondió mientras cerraba la caja y alzó su vista en dirección a su mamá, la cual se acercó a abrazarla.

–Puede que ahora todo parezca un caos pero te aseguro que todo estará bien y que lo más importante es que estaremos juntos.– susurro su madre  abrazándola más fuerte, Helena sabía lo difícil que fue para Dani hacer amigos y adaptarse a su colegio.

–Lo sé ma, estaremos bien y Luisa estará bien.– respondió refiriéndose a su única amiga, la pequeña Luisa Gomes con quien compartió tantas aventuras y travesuras, la cual desde hoy dejaría de ser su vecina.

–Todos lo estaremos, mi pequeña.– afirmó mientras arreglaba unos mechones de cabello de su hija – hablando de Luisa, está en la sala.– Dejó un beso en el cabello de su hija antes de apartarse – le diré que suba– dijo antes de salir del cuarto.

La pequeña Vega suspiró, sabía que despedirse de Luisa sería muy difícil y más con tantos kilómetros de por medio.  Dejarla sola nunca estuvo en sus planes desde que la conoció en el jardín se volvieron inseparables, Luisa era su ojitos y no había nada que ella no hiciera para hacerla feliz. Una vez en el colegio su compañero Juan le dijo a Dani que le gustaba Luisa y la peli negra no lo soporto al punto de que lo golpeó en el hombro, la idea de Luisa siendo novia de Juan no era de su agrado y  si eran un pequeño ataque de celos, tiernos y dulces.

Soltó un suspiro fuerte antes de que la castaña entrara a su cuarto . –Dani, mamá me dijo que te vas.– aseguró antes de lanzársele encima fundida en un abrazo lleno de sentimientos. Aunque Luisa le llevaba 1 años a Dani, eran del mismo tamaño y compartían el mismo amor por el futbol.

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⏰ Última actualización: May 05 ⏰

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