LIABILITY | WINRINA

ONE

« ¿Qué serías capaz de hacer por la persona que amas? »

Karina leyó detenidamente las palabras que estaban ubicadas en el póster y suspiró.

—Está bien así, gracias Frank.— murmuró, levantando su pulgar en alto.

El muchacho de cabello cobrizo sonrió y salió por la puerta. Karina se acomodó en el respaldo de la silla, masajeando sus sienes. Se sentía exhausta y ni siquiera había comenzado con su trabajo. Miró a través del ventanal del estudio de danza, había nubes grises y negras asomando. Su vista se posó en el letrero con luces de neón que leía el nombre de su estudio: Callejón 42.

Sin dudas ésta no era la primera obra que dirigía ni sería la última pero siempre se sentía nerviosa cuando llegaban las audiciones.

Su día comenzó tranquilo. Había despertado sola en su apartamento sin nadie que le moleste. Le sentía bien la privacidad, pues era una persona solitaria. No disfrutaba de parejas románticas casuales que interfirieran con su trabajo y con justa razón, no tenía tiempo para involucrarse con nadie. Menos en época de predicciones para los premios Olivier . Había estado trabajando por meses para la producción de su nueva obra musical: Amor Sin Barreras. Sí, la famosa obra con letras de Stephen Sondheim, pero ahora le tocaba adaptarla a su manera.

Su primera experiencia con los premios Olivier la obtuvo luego de reversionar la mítica Funny Girl que pasó a llamarse ‘Funny Boy’ , convirtiendo a Fanny Brice y Nick Arnstein en una pareja gay. Las críticas fueron duras pero llegado el momento se llevó tres nominaciones a Mejor Revival de un Musical, Mejor Director de un Musical y Mejor diseño de vestuario, aunque no tuvo el suficiente éxito para llevarse las estatuillas a casa. Y eso no fue lo único, instantáneamente luego de los premios, todas las miradas se posaron en ella:

“¿Cómo es posible que una obra legendaria como esa pudiera tener de protagonistas a dos personas del mismo género? ”

A algunos medios les pareció una aberración y también crecieron las conjeturas sobre su sexualidad.

“Si pone personajes LGBT en sus trabajos, ¿eso la hace lesbiana?”

Era suficiente.

Karina ya había pensado demasiado y tenía ocho horas de audiciones por delante. Afuera del edificio había por lo menos quinientas personas esperando para entrar al estudio para demostrarle lo que sabían hacer. Claro, primero había lanzado audiciones para los bailarines y bailarinas del ensamble y al día siguiente tenía audiciones generales para castear los protagonistas/secundarios. De quinientas personas quedarían cuarenta.

Se sentó en su escritorio junto a sus compañeros de dirección vocal y dirección coreográfica con quiénes se encargaría de elegir a los artistas. Estos empezaron a pasar en tandas de a cincuenta personas y Jazmín, el director de coreografía, comenzaba a seleccionarlos para que subieran al escenario del teatro dónde Karina estaba esperándolos. Después de tres largas y tediosas horas, cien chicos y chicas de distintas etnias, contexturas físicas y géneros se subieron al escenario principal. Karina los miró a todos, inspeccionándolos de arriba abajo con el semblante serio. Meditó por un momento sus palabras y cuando estuvo segura, exhaló.

—Buenos días. Bienvenidos a Callejón 42 . Mí nombre es Yoo Jimin, aunque no debería tener presentación porque sospecho que algunos de ustedes ya saben quién soy. —pronunció. Los presentes rieron al unísono. Karina sonrió burlonamente y siguió con su discurso—. Bien, cómo saben también, nos encontramos en las audiciones generales para el ensamble. Les diré de qué proyecto se trata porque en las próximas horas saldrá en los diarios y quiero que lo sepan primero de mí. Nos encargaremos de montar Amor Sin Barreras . —dijo. Algunos jadeos de sorpresa y emoción se hicieron presentes mientras ella hablaba—. Reconozco que es un proyecto ambicioso, que es complejo y que va a llevar muchas horas de trabajo, así que si hay personas en esta sala que no se sienten lo suficiente preparadas para llevarlo a cabo, les voy a pedir encarecidamente que se retiren, no tengan vergüenza.