Alguien poseyó mi cuerpo

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—Ah...

(La mano de Kanna que sostenía el diario tembló.
Hay un idioma en este mundo que nadie más puede reconocer, pero el diario está escrito en él.
El diario es una prueba de ello.
¡Durante los últimos 12 años, Lee Joo Hwa y Kanna Edis han vivido intercambiando cuerpos!)

—¡Qué mujer más estúpida!

(Lee Joo Hwa se casó junto con su cuerpo.
Sylvien Valentino-ahora se dio cuenta de que él es el mismo hombre, a cuyos pantalones se aferraba no hace mucho tiempo.)

—¡Esto es una locura! ¡¿Por qué tiene que ser Sylvien Valentino?! ¡Está loca!
“¿De qué sirve ser atractivo? ¿Cuál es el punto de mostrar tu amabilidad solo frente a la gente? ¡Es una bomba de tiempo y nadie sabe cuándo explotará! ¿Cómo podía proponerle matrimonio a un personaje tan peligroso de la novela? ¡No puedo creer que le haya propuesto un matrimonio por contrato!”
—Me convertiré en su esposa, Duque.
—¿Qué?
—Úsame.
—¿Qué significa?
—Te pido que firmes el contrato. Si te casas conmigo, la familia imperial te dejará en paz.
Su excelencia, no quiere casarse con la segunda princesa, ¿verdad?

(La frontera entre ellos se trazó inmediatamente después de la celebración del contrato matrimonial. ¡Ella no esperó ningún sentimiento y amor mutuo!)

—¡Lee Zhu Hwa, estúpida mujer! ¡Esto es la vida real!

(Kanna se enojó y quiso llorar.)

“—¿Por qué no?”

(¡Las cosas estúpidas que hizo Zhu Hwa con su cuerpo permanecieron no solo en su diario, sino también en sus recuerdos!
Zhu Hwa hizo todo lo posible por ganarse el corazón de Sylvien.)

—Te amo, duque Sylvien.

(En ese momento él estaba fuera de la finca Valentino, asistiendo a una conferencia, así que ella le envió cien rosas con una nota.
Incluso se desnudó y se subió a la cama, lista para tomar posesión de él.
Por supuesto, cada vez que Sylvien no hacía más que mirarla con desprecio.)

Dijo:—Si hubiera sabido que la señorita Kanna era ese tipo de mujer, no habría aceptado la oferta desde el principio.

(Sus palabras le rompieron el corazón.)

—Pero estoy decidida.
Ganaré su corazón de cualquier manera. No voy a renunciar.

(Esta es la última hoja que fue escrita en el diario de Zhu Hwa.
Al final, ella comenzó a llorar y por primera vez en tantos años se aferró a sus pantalones.
Y en ese momento las chicas cambiaron de cuerpo.)

“Fuh. Cálmate, vamos a calmarnos. Relajémonos y pensemos.”

(Kanna agitó el diario de Zhu Hwa.)

“Han pasado 12 años.
Este es mi cuerpo real, Kanna Edis, y este cuerpo tiene 26 años.”

(Entonces, para ese momento, Zhu Hwa también debería estar en su cuerpo real. Ella debe haberse avergonzado.
Se aferró a Sylvien con todas sus fuerzas cuando se preparó para el trabajo.)

“Zhu Hwa, ¡¿también puedes ver pacientes como yo?!”

(Pero si considera 12 años de “usar” su cuerpo, ella también tendrá recuerdos de “Kanna”.
En otras palabras, Zhu Hwa recordará todo lo que estudió su cuerpo.
En este caso, no tendrá ningún problema particular con el trabajo de un médico coreano.)

“Solo un minuto. ¿Y mi negocio?
Su trabajo como médico seguirá siendo bastante bueno incluso si se toma unas pequeñas vacaciones, pero ¿qué pasa con mi tienda en línea?”