POV Chiara
Mi profesora de valores me había recomendado hacer voluntariado en ese centro de compensatoria, a mis 18 años siempre había sacado todo matrícula de honor era muy buena estudiante, a lo mejor no era la chica más organizada.
Ese día estaba soleado, perfecto para llamar a Martin y a Ruslana para que vinieran a mi casa a jugar a las cartas, lo hacíamos todos los veranos y mi madre siempre solía aparecer con limonada para todos y unos helados.
Mi vida era perfecta, mis padres eran mi mayor apoyo siempre les pude contar todo, mi madre mi mayor confidente, sabía hasta mis amoríos que tenía con algunas chicas y siempre estaba para escucharme y aconsejarme.
El timbre hizo que saliera de mis pensamientos ahí estaban mis amigos.
- Hola chicos pasad, voy a llamar a Chiara - dijo mi madre abriéndoles la puerta del jardín
- Buenas tardes Emma, habíamos traído pizza que sabemos que los ingleses cenáis temprano - dijo Martin dejando las pizzas en la mesa mientras Ruslana abrazaba a mi madre
- Holaa - salí por la puerta que conectaba mi salón al jardín y fui con ellos.
Mi madre se fue a preparar su famosa limonada, a veces cuando era pequeña le echaba colorante rojo para que se tornara rosa y me decía que era la bebida que tomaban las princesas.
- Estás segura sobre lo del voluntariado con la seño Abril - dijo Ruslana - no hace faltas que hagas nada más para ganártela lo sabes - dijo mientras tomaba un trozo de pizza
- Lo sé, lo hago porque quiero, no me toma mucho tiempo además quiero tener nuevas experiencias - respondí
- Lo sabemos Keeks, pero es un centro de compensatoria, no son clases particulares a tu vecino Cris, son gente con problemas que lo menos que quieren es que una chica les venga por la tarde a dar clases de refuerzo - dijo Martin preocupado
- Sabéis que yo siempre me las arreglo, además no creo que me vayan a matar ni nada parecido, muchas veces esos chicos tienen problemas con las drogas o con el alcohol no es que sean de una pandilla...
- Si estás segura... se lo comentaste a tu madre? - preguntó Ruslana
- Todavía no...
- Pues tienes que decírselo empiezas mañana por la tarde - me advirtió Ruslana
- Lo sé, lo sé esta tarde se lo comentaré a mis padres, sé que no me van a poner ningún impedimento, son bastante permisivos conmigo - dije levantándome para ponerme en bañador y tirarme al agua
- Keeks, que te va a dar un golpe de digestión - dijo Martin
- Que no venid porfa, que hacía bastante calor - dije yo
Ruslana se levantó y no lo pensó, se tiró de bomba conmigo y empezamos a hacernos ahogadillas, Martin en cambio se puso su protección solar y se fue al bordillo para mojar los pies
- Bueno dejándonos de temas serios, que tal Martin con el chico ese? - dijo Ruslana
- Ah con Rubén... pues mal la verdad, no me hace caso no me siento escuchado - dijo apenado
- Pasa de él, creíamos que iba a cambiar pero no te merece - dije yo - ya encontrarás a alguien
- Pues si, quiero hablar con él, esto ya es un ultimatum - dijo mi amigo - y tú que tal con el abuelo
- Oye no es un abuelo, se llama Omar y puede que sea mayor pero...
- Pero es el mejor de los jubilados del club de petanca - dije yo riéndome y sintiendo como Ruslana me hacía una ahogadilla.
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Lejos de ti - KIVI
RomanceVioleta Hódar, 19 años, vivió toda su infancia en Motril, Granada. Sus padre Eduardo y Marisa se desentendieron de ella cuando todavía era una niña, en realidad tampoco contarían como sus padres, pues Violeta siempre supo que era un error. Estaba e...