who is it [Quién es]

Una noche solitaria

who is it
[Quién es]
...

¡No somos buenos el uno para el otro!

Bebé, te ame en una noche solitaria.

Fue una sola vez... y si lo continúe demás deberás disculparme

...

La noche pesaba sobre los hombros de Alan, cargada de emociones turbulentas y responsabilidades ineludibles. A pesar de su estado emocional inestable tras la ruptura con Wen, debía cumplir con sus obligaciones como gerente. Una reunión crucial con uno de los hombres clave en las alianzas financieras del banco lo esperaba esa noche, y no había margen para evadirlo.

Con paso firme pero con el corazón aún pesado, Alan se adentró en el lujoso restaurante donde se llevaría a cabo la reunión. No esperaba encontrarse con nada más que asuntos de negocios y formalidades.

Sin embargo, al girar la esquina de la entrada, se detuvo en seco al ver al encantador hijo de la prominente familia sentado en el bar. La sorpresa se mezcló con una pizca de confusión al notar el estado peculiar en el que se encontraba el joven.

"¿Qué tal si nos relajamos, lindo?" fueron las palabras que salieron de los labios del joven, acompañadas de una sonrisa sugerente y un gesto amistoso.

Alan se encontró en un dilema instantáneo. Por un lado, la tentación de dejarse llevar por el momento y escapar de las tensiones que lo acosaban era tentadora. Por otro lado, su profesionalismo y la necesidad de mantener su imagen impecable como gerente lo hacían dudar.

Un instante de silencio tenso llenó el aire, donde las posibilidades se entrecruzaban en la mente de Alan. Podía aceptar la invitación y sumergirse en un mundo de distracción momentánea, o podía declinar cortésmente y centrarse en el propósito que lo había llevado allí en primer lugar.

La elección estaba en sus manos, un cruce de caminos entre la tentación y la responsabilidad. ¿Qué decidiría Alan en ese momento crucial de su noche?

Alan se acercó al joven con determinación, tomando suavemente su brazo para llamar su atención. "Disculpa," comenzó Alan con voz calmada pero firme, "no es profesional presentarse en este estado en una reunión de negocios importante."

El joven parpadeó confundido por un momento, sus ojos reflejando sorpresa y algo de desconcierto. Alan continuó, sosteniéndolo suavemente de la cintura para evitar que perdiera el equilibrio. "Entiendo que quieras relajarte, pero hay momentos y lugares adecuados para ello. Hoy es crucial para mí, y debo mantener un estándar de profesionalismo."

El chico asintió lentamente, pareciendo recuperar un poco de compostura. "Lo siento," murmuró, su sonrisa amistosa ahora teñida de vergüenza.

Alan le dio una palmada reconfortante en el hombro. "No te preocupes. Todos tenemos nuestros momentos. ¿Quieres que te ayude a llegar a casa?"

El joven asintió nuevamente, agradecido por la comprensión de Alan. Juntos, salieron del restaurante, dejando atrás la tentación y la distracción momentánea en favor de la responsabilidad y el profesionalismo.

Las cosas se complicaron al salir, con el chico mimado mostrando un arrebato repentino. "Puedo irme solo después de firmar los papeles," declaró con firmeza, su tono denotando una mezcla de terquedad y arrogancia.

Alan frunció el ceño, negándose rotundamente. "Definitivamente no puedo permitir eso. Sería completamente ilícito de mi parte."

"Déjame llevarte a casa. No puedes ir por las calles en ese estado," insistió Alan, tratando de mantener la calma y la compostura frente a la situación cada vez más tensa.