Somethin' Stupid | ᴍᴄʟᴏᴠɪɴ

Prologo

SUPERBAD

ACT. ONE 

Me llamo Madison West y tengo 18 años, estoy en el ultimo año de preparatoria antes de irme a Oxford, pero simplemente no he vivido la vida como merecía una adolescente normal y era algo mutuo en mi reducido grupo de amigos.

si soy inteligente y sexualmente activa pero nunca me he enamorado en toda mi vida y me gustaría saber como se siente que el hombre que amo me la meta hasta el fondo.

No pido mucho, solo quiero y necesito saber como es amar a alguien.

Estabamos yendo en el auto de Seth o como yo lo llamo "La gorda" no porque solo porque se le marca y se le ve gorda, es bastante obvio el por que del apodo.

Eramos Evan, Seth y yo llegando a la escuela, hablábamos de página pornos a las que se suscribirá Seth, yo apoyaba la causa de que debía ser la der nombre menos sucio, al igual que Evan.

—Oye ¿Qué haces?

—¿De que hablas?

—¿Cómo de que? este es el estacionamiento de profesores, Gorda —Dije esperando que cambie de dirección.

—No sean tan cobardes comprare un envejecedor antes de clases— Dijo de lo más tranquilo

Caminábamos juntos directo a una tienda; llevaba unos jeans tiro bajo, una blusa blanca, unos Borcegos y una campera lisa color azul marino.

—Eres un idiota no debiste estacionarte ahí —Dijo Evan algo preocupado

—Al carajo, es mi último año de preparatoria deberían chuparme las bolas — dijo Gritando a los cuatro vientos —Es lo menos por Robarme tres años de la vida— terminó su frase.

Entramos a la tienda uno atrás de otro, ellos fueron directo a la revistas porno mientras que yo mire al cajero, era lindo pero no de la manera que me llegara a gustar.

Volví con ellos para encontrarme con la conversación más virgen que he escuchado.

—Mira esos pezones —Dijo la gorda mordiéndose el labio inferior —Parecen deditos de bebé —

Me rei por lo bajo y ambos me miraron, solo que Evan con vergüenza y Seth con curiosidad —¿Qué es tan gracioso? —preguntó

—Son idénticos a los míos — Dije agarrando la revista y mirarla más de cerca, y si, lo confirme eran idénticos.

—No es justo que ellas puedan mostrar eso, y que yo tenga que ocultar todas mis erecciones— Lo miré hablar

—Ay Evan, algún día lo entenderás — Dije con esperanza

—Sabes yo que hago? Me lo subo por arriba del resorte, se oculta y se siente fabuloso... y casi me vengo en mi ombligo — Apoyo y aconsejo a su amigo

—Oye imagina si a las chicas no les molestaran nuestras erecciones si no que les gustará verlas, sabes ese es el mundo en el que me gustaría vivir...—

—Por dios — Dije dándome cuenta que no hay remedio

—¿Saben que han pasado ya dos años desde que vi un pezon femenino de verdad?

—¿Shouna? —Pregunte

—¿Lo de Shouna fue hace dos años?

— Si...

—Si, eso creo pero ella estaba caliente — hable

—Exacto era extracaliente y era odioso

—Como puede ser odioso te hizo como 20 trabajitos