Érase una vez un príncipe de cuento de hadas [SasuNaru]

Prólogo

En sus antiguos orígenes, donde el enemigo estaba al acecho, incluso entre las caras familiares, El Continente estaba compuesto de ciudades estado independientes, pequeños reinos bárbaros, cinco en total, cada uno de ellos divididos entre si.

El País del Fuego se encontraba en el este y lindaba a traves de su estrecho puente con otro reino compuesto por grandes islas, que permitía comerciar por mar con otros reinos extranjeros, ajenos a sus malicias pero diversos en una rica cultura y abarrotados de novedades comerciales.

Esto hizo que el País del Fuego amazara gran poder y riquezas que uso para conquistar a los demás reinos y unificarlos bajo su mano. 

Cuando se hizo con todo el continente, el guerrero Hashirama, se proclamó él mismo emperador soberano y cambió el nombre de todo su imperio a El Continente Dorado y su capital en la floreciente Ciudadela de los mil árboles.

Entonces, el primer rey decidió que para evitar guerrillas en las fronteras y golpes de estado  dejar cierta independencia a los reinos que subyugo; colocando familias importantes en clanes que gobernaran cada ciudadela mientras le rindieron tributo a su majestad.

Ya hace más de 500 años de historia la familia real a permitido el vasallaje y aun más importante: que su pueblo pueda convivir en armonía con sus siempre silenciosos vecinos, los seres mágicos de las aldeas ocultas.

Sin embargo, bajo todo ello se oculta un mal mortífero que acecha entre la oscuridad, listo para abrazar bajo su manto y dispuesto a consumir a todo ser vivo y llevarle a la muerte.

Y la Gran Reina, solo puede esperar a que en medio de tanto caos un milagro ocurra y traiga luz a su pueblo tan herido y dividido.