Lluvia, visitante de aquella noche sin interrumpir la calma y paz que armoniza ese tiempo dedicado a convertirse en la hora de descanso para la gente yacia en sus viviendas. Y durante el canto de cuna que tocaba la lluvia al chocar contra la calzada y las aceras, acariciando el vidrio de las ventanas creando una cortina humeda, reconocible huella de la lluvia, a esas horas, él no necesitaba siestas para sentirse descansado, la evidencia que le delataba estar despierto una tenue luz era vista desde fuera no logrando del todo su esplendor al atrapar la claridad por el humedo abanico de lluvia resbalando en su ventana. Dentro del cómodo dormitorio estaba dicha luminosidad proveniente de un foco de lámpara de mesa sobre un escritorio pequeño.
Michael ajustaba las cuerdas de su guitarra, afinando que cada una sonara acorde a su escala pentatónica, era una tarea sencillamente corta, podía ingresar en los deberes menos importantes, para Michael, deseaba terminar de afinar su instrumento, la otra parte se trataba a tener una labor que lo mantuviera distraído de esa silenciosa noche lluviosa. Sabia que no se trataría de sellar sus ojos, mismos que debajo adoraban ligeras ojeras en su rostro, afectado por el mal uso de las horas nocturnas, ó esperar cómodo bajo las mantas de su cama arropando su cuerpo transportadolo esa etapa de relajación hasta su mayor extremo para ser bienvenido por un bello amanecer naranja fácilmente visto desde su misma ventana ausente de cortinas, misma que dejaría entrar a los cálidos rayos de sol del verano, acariciando su rostro consiguiendo que abriera los ojos para darle un inicio energético a su día. Definitivamente que por esa vez no podrá iniciar con la manera monótona de la mañana que lo desperta, el agotamiento en sus iris sabian que no terminaría en un largo rato, la hora de llegar a terminar la tarea personal que se dedico a hacer era incierta y no tendría forma de llegar a conclusiones tempranas al chequear viendo el reloj eléctrico sobre el mismo escritorio donde arreglaba su guitarra marcando las "𝟏:𝟑𝟎" la única idea que pudo formular en su cabeza era que no finalizaría pronto y probablemente no estaría a tiempo de recibir la llegada del día siguiente.
Irritado, lo sentía hasta sus hombros cuando se levanto de su asiento yendo a paso cansado a la puerta de su dormitorio, abandonando el lugar más acogedor de su apartamento sintiendo el cambio de ambiente pasando a ser frío se dirigió a la pequeña cosita.
Poco le interesaba andar a oscuras en su domicilio ignorante de tropezar con algún objeto ttavieso que estuviese en su suelo, no tenia necesidad de encender sus luces, por su calle en que otros apartamentos vecinos habían otros pisos con pocas luces encendidas, algunas dos imitaban el débil resplandor de su lámpara todavía encendida en su recamara, y otras dos o tres ventanas parecían ser iluminadas por el foco de una luz más viva alcanzando a ver muebles incluyendo algunas mascotas que dormían en la calidez de sus hogares sobre los cómodos muebles.
Ese detalle le recordó a su compañero de piso, quien pareció aparecer como por arte de magia ante palabras no relatadas si no que telepáticas sintiendo entre sus piernas un pequeño cuerpo suave, flexible y silencioso frotándose debajo de sus rodillas, Michael no tuvo que verificar con su mirada de quien se trataba, él estaba atento en llenar el vaso de agua del filtro que había instalado en su cocina hace pocas semanas.
– Hey buddy, ¿Te desperté? – pregunto antes de beber del liquido en su vaso.
Un pequeño melódico maullido fue su respuesta casi inmediata, y si Michael prestaba la mayor atención, ronroneos podía ser capas de oír.
– Entonces ya estabas despierto desde antes, nunca faltas cuando vengo a la cocina, pero lamentablemente no tengo nada para ti a estas horas pequeñín – dijo apenado.
Otro maullido sonando algo acusador fue su siguiente respuesta, un suspiro ligero abandono sus labios, aun que las peticiones de su mascota eran pedidas ser atendidas con alimento, Michael diciendo no se alejó de ese rincón
Volviendo a andar hacia su recamara sin tanto ánimo, haber levantado su adolorido cuerpo, producido de su semana ocupada y la cual era la razón del irritante enojo de hace unos momentos cuyo sentimiento volvería después cuando su traicionera memoria le dijera que así duraría hasta el fin de semana.
Esta vez acompañado de su mascota, volviendo a ingresar al cálido ambiente reconocible de su dormitorio, dejándose envolver nuevamente en el calor de ese lugar, el pequeño felino apresuro en subir a la cómoda cama ordenada de su dueño, aquel mueble no había sido tocado ni tampoco sus cobijas estando perfectamente tendidas, Michael no había ido a su cama desde que decidió cumplir con su deber del inicio, genuinamente sintió ligera envidia del animal al verlo cómodo cerca de su almohada, ver su semblante relajado, pacífico de su entorno ajeno a su alrededor menos cuando solo se dirigía a comunicarle su alimento listo para reclamarlo durante el día.
Dejo el recipiente cristalino en su escritorio, volviendo a tomar asiento en su silla giratoria dejando que su cabeza fuera llevada hacia atrás, la ventaja que disfrutaba al vivir en el último piso fue el vental que tenía de techo, observando como la cortina de agua que producía resbalaba por las consecutivas gotas que caían dandole una música relajante al golpear contra el vidrio, misma que no había percibido antes al haber estado tan concentrado en la afinación de su instrumento.
Una vida tranquila era la que él obtuvo, teniendo sus momentos con la realidad afrontandolos con lo mejor que pudiera hacer, nada grave más que solo tener días atareados por su banda formada por sus viejo amigos de la secundaria actualmente ya graduados y libres de sus estudios, algunas otras veces tener que lidiar en su trabajo de medio tiempo con los grupos estereotipados de los clientes a los que desgraciadamente debía atender si después no quería irse con enojos y quejas de su jefe. No eran momentos exagerados de los que valiera la pena enfocarse en el problema, intentando ser ajeno pensar de más sobre si otras decisiones que ah tomado hayan sido las adecuadas para su vida, no estaba seguro pero él solo disfrutaba del hoy con la noche.
Aun que... debía reconocer que podía ser muy tranquilo pasando a aburrido Michael estaba bien con lo que tenia y lo que hacía, contigo era diferente, se lo hacías saber cuando tenían esas "citas" sorpresa llegando un mensaje a su móvil, ideas que tenias en mente realizar junto a él, le revolvía el estomago de emoción ante cada situación que ambos han compartido y atravesado justos, eras esa gota picante que se escapaba a su plato con su propio delicado sabor, y aun que no fuera tan fan de ese picante que le hacia sacarlo control, extrañamente esperaba por probar más, cuando observaba de reojo su celular atento a que lo llamaras, que hablaras con él, expectante sobre lo que estarías haciendo ahora, paciente por conocer a que otro escenario experimentarán, le ponía inquieto por saber de ti. No es que únicamente dependiera en qué tu tuvieras la iniciativa, lo había intentado antes variedad de veces, pero simplemente no correspondondias, incluso no veias los mensajes al no brindarle incluso el visto. Aun si pudiera el encontrar sus propias emociones, es contigo, vivirlo contigo, estar contigo, lo que producía en él.. esperarte.
ʳᵉᶜᵒᵐⁱᵉⁿᵈᵒ ᵠᵘᵉ ˡᵉᵃˢ ˡᵃ ᵇⁱᵒᵍʳᵃᶠⁱ́ᵃ ᵈᵉˡ ˡⁱᵇʳᵒ.
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𝗦𝘄𝗲𝗮𝘁𝗲𝗿 𝗪𝗲𝗮𝘁𝗵𝗲𝗿 | ᵐⁱᶜʰᵃᵉˡ ᶠⁿᶠ
FanfictionInspirada y basada en la canción preferida de la escritora "Sweater Weather" de The Neighbourhood ✥--------------- - ---------------✥ No habrá sinopsis que prolonge el sentimiento que quiero darle a esta historia, será bajo tu interés y curiosidad...