★Okuyasu Nijimura

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Pijamada

Pov (t/n):

-—¿ENTONCES OS QUEDÁIS A DORMIR EN MI CASA?

— Si Okuyasu, nos quedamos a dormir en tu casa.

Josuke había pasado el brazo por los hombros de su amigo mientras le sonreía, yo hice lo mismo y acepte la invitación a la pijamada.

Llevaba un tiempo viviendo en morioh, un extraño pueblito japonés, que por alguna razón, tenía el cielo amarillento, y me había hecho amiga de unos chicos un tanto peculiares.

Todos teníamos un stand, poder el cual pensaba que nadie aparte de mi tenía. Me sentía bastante rara por no conocer a nadie más con este poder, pero realmente no me importaba. Igualmente, al conocerlos sentí algo que jamás pensé sentir, alivio. Me sentía aliviada de no ser la única con el poder, ya que me daba la seguridad de que no era algo que mi cabeza había creado. Por mucho tiempo pensé que no me importaba ser la única con este poder, pero había momentos en los que mi cabeza pensaba cosas que me hacían sentir mal, cosas que me hacían sentir sola.

Todo esto lo sabían, me había abierto a ellos en cuestión de días, la comodidad que sentía cuando estaba con estos chicos era inimaginable, sobretodo con Okuyasu. Podía parecer tonto, y lo era en parte, pero era sincero en su totalidad, y eso era algo que apreciaba enormemente. Le daba igual que tan complicada fuera la situación, siempre decía lo que pensaba, y hacia lo que sentía.

Nunca pensé conocer a gente así, parecían sacados de una fantasía. Todos ellos eran de buen corazón, y eso me hacía muy feliz, era gente de bien, gente con la que quería estar, y gente con la que me sentía segura.

Estábamos saliendo de casa de Koichi, hacia rato que habíamos salido de clases, pero al haber hecho un plan para dormir en casa de Okuyasu, habíamos pasado por nuestros hogares a por cosas que necesitábamos.

Josuke había traído películas y Koichi palomitas de microondas, yo había decidido llevar mantas, por que hacia frío, simplemente, y bueno, Okuyasu iba a poner su casa. Naturalmente, también llevamos nuestro pijama, por que no era plan de dormir con el uniforme escolar.

— Menos mal que mañana es domingo, no me apetece nada dormirme pronto.

Josuke habló, estirándose mientras andábamos a casa de Okuyasu, a la cual estábamos por llegar.

— Honestamente, aunque yo estoy cansada. No sé cuando dure despierta.

No es que no tuviera ganas de trasnochar, pero siempre me acababa durmiendo por el cansancio; aun así intentaría durar lo que pudiera.

Ya estábamos a las puerta de la casa de Okuyasu, nunca había estado aquí hasta ahora, solamente la había visto por fuera, y la verdad es que parecía sacada de una película de miedo.

— Tu casa parece la de drácula.

Dije en bajo, y solo me escuchó Koichi, que estaba al lado mio, causándole una pequeña sonrisa.

— La verdad es que da mal royo.

Dijo, girándose a ver la casa de Okuyasu. No quería meterme con ella, pero parecía que me iban a poseer ahí dentro, y si veíamos algo de miedo probablemente se me saliera la mierda. Pasamos la puertita de metal que había en la entrada, acercándonos a la puerta.

Su casa a diferencia de otras, parecía abandonada. Tenía tablones en las ventanas y al techo le faltaban trozos, y el árbol que había en el jardín no tenía hojas. Entramos dentro, el interior estaba bien, aunque un poco vacío, y oscuro, aun que al menos no daba tanto miedo como por fuera.

 JJBA ★ One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora