Capítulo 1 - Sylpharia

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Voy a contarte una historia.

Es la historia del mundo que he creado y en el que ahora me encuentro.

Cómo llegué a este lugar es algo que te revelaré más adelante. También podría explicarte cómo sé tantas cosas que no debería saber, pero reservaré eso para el final.

Incluso ahora, no recuerdo mi verdadero nombre. De hecho, casi nada sobre mi identidad pasada. Solo tengo vagos recuerdos de mi antiguo mundo y el hecho de que fui yo quien creó a Sylpharia en forma de relato.

En la actualidad me llaman Kaito, así que podría decirse que ese es mi nombre ahora. Cuando llegué a este mundo tenía 21 años y aunque pueda sonar confuso, todavía aparento tener esa edad.

Comenzaré explicando que todo empezó un día en mi mundo original, cuando acababa de terminar el manuscrito de mi novela. Era el mundo con el que había soñado desde que era niño y que decidí plasmar en forma de relato.

Esto ocurrió a finales de año, en vísperas de Navidad.

Me sentía realmente feliz, después de haber dedicado 5 largos años a la creación de esa historia.

Agotado, me arrojé sobre la cama y apoyé mi cabeza en la almohada. Estaba tan cansado que me quedé dormido de inmediato, profundamente. Dejé el manuscrito abierto en la última página, planeando escribir el epílogo por la mañana.

Lo que ocurrió después fue extraño, algo que cualquiera consideraría insólito.

Desperté debido a un escalofrío que me caló hasta los huesos. Cuando me di cuenta, estaba recostado sobre algo suave y helado. Era nieve.

Al observar con más detenimiento, me percaté de que estaba en la nieve de un bosque invernal. Supuse que era un sueño, ya que ciertamente lo parecía.

Nunca imaginé que todo a mi alrededor pudiera ser real.

Me levanté y caminé un rato por la espesa nieve, pero después de unos minutos comencé a reconsiderar la situación. Todo lo que sentía era demasiado realista para ser simplemente un sueño, lo que me llevó a considerar la posibilidad de haber sido secuestrado o incluso de estar muerto.

Descarté rápidamente lo primero, ya que en mi ciudad natal no nevaba en absoluto. El simple hecho de trasladar a alguien a una región remota donde sí nevaba sería absurdo, sin que la persona despertara. Además, no había motivo para ello.

Caminaba abriéndome paso entre la nieve, y quizás debido al frío, sentía cómo lentamente entraba en un estado de ansiedad. Mis pies dolían por estar sumergidos en la nieve durante tanto tiempo, y pensé que, si aún no estaba muerto, pronto lo estaría.

Finalmente, tropecé con una rama de árbol y tuve otro desafortunado encuentro con la nieve.

Para no empeorar la situación, intenté ignorar todos los sentimientos que dispersaban mi concentración y me esforcé por pensar con calma.

Lo único que me reconfortaba era la luz del sol que se filtraba a través de las hojas de los árboles nevados y calentaba gentilmente mi cuerpo.

"¿Qué haces aquí, durmiendo en medio del bosque?"

La voz de un anciano resonó en el lugar. Intenté identificar de dónde provenía, aunque no me tomó mucho esfuerzo encontrar su origen.

"¿Un viejo? ¿Quién es usted?"

Pregunté directamente cuando lo vi parado frente a mí, apoyándose en un bastón de madera.

El anciano, que aparentaba unos 80 años, tenía una abundante barba gris que acariciaba con su mano libre. Las ropas que llevaba eran harapos viejos, lo que me hizo pensar que se trataba de un ermitaño.

Tales Of Sylpharia (2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora