Hacerte cargo del pequeño niño que llego a tu casa, sin aviso, ese era la vida de Murata Fuma, chico de padres divorciados, poca atención por parte de su padre y sobre protección por su madre, entendía el por qué sus padres se separaron, pero no el porque tenía que cuidar al hijo de la nueva pareja de su mamá, cuidar de un niño de 5 años teniendo 17, los de su edad por lo general salían y se divertían, y no cuidaban niños ajenos...
Fuma se quedó viendo con atención al pequeño que coloreaba con mucho cuidado, sin salirse de la línea, el color que ocupaba, morado, para pintar un conejo... frunció su seño ladeado su cabeza, intentando comprender porque lo pintaba morado.
-Ey mocoso -llamo la atención del niño que solo hizo un pequeño ruido para afirmar que lo escuchaba- Los conejos no son morados, ¿por que lo pintas así?
-Pod que chi -dijo y levantó su mirada- me damo Datua
-¿Qué? Tienes 5 y aún no sabes hablar bien, patético, te diré mocoso hasta que pronuncies bien tu nombre -el niño infló sus cachetes molesto
-Mado! De dile a tu mamá -se cruzo de brazos
-Lo que quieras, yo soy su hijo no tu! Me preferirá a mi!Harua molesto se levanto apoyándose de sus bracitos, fue hasta donde el mayor y mordió un poco su pantorrilla, provocando un quejido por parte del mayor que lo aparto tomándolo por la cabeza que era muy pequeña
-Mocoso!
-Mado!Paso la tarde en lo que Fuma seguía viendo al niño molesto, sentado en el sofá, Harua aburrido con cuidado se subió al sofá, Fuma lo vio de reojo, riendo un poco al ver que el niño no podía ni colgar sus pequeños pies, al escuchar esa risa Harua volteo a verlo con los ojos abiertos.
-¿De que she die?
-De que eres diminuto, a tu edad por lo menos podía valancear mis piesInfló sus cachetes que estaban rosados, se paro arriba del sofá, mordió la mejilla del mayor que volvió a quejarce, volteo a verlo frunciendo su seño, Harua quien al notar de más de cerca la mirada molesta de Fuma se encogió en su lugar poniendo un pequeño puchero.
-¿Te crees perro? No puedes morder! Mocoso sin modales!
-Tu plimedo!
-Yo primero? Formula bien lo que dices.
-Initio!
-Ahhh ya, ush en la escuela no te enseñan a hablar bien o que
-¿Edcuela?
-Si! El jardín
-Tii, maeta bonitaEscucharon el timbre tocar, se quedaron en silencio, Fuma se paro seguido de Harua que tomó parte de la chamarra del mayor caminando atrás de el intentando no caerse. Fuma abrió la puerta un poco y vio quien era, miró confundido cuando vio a un oficial, abrió la puerta por completo.
-Buenas tardes, ¿es la casa de los Shigeta Murata? -apreto un poco la mandíbula al escuchar el apellido del pequeño, no le gustaba
-Si, es aquí, ¿Qué sucede oficial?
-Vengo a hablar con Fuma, ¿eres tu? -asintió- Bien, es sobre su madre y el señor Shigeta, es tema que tal vez no pueda soportar -dijo el oficial refiriéndose a Harua que los veía con atención, Fuma trago fuerte, con nerviosismo, se agacho hasta Harua y hizo un movimiento para que entrará, hizo caso de inmediato, se volvió a parar- Sus padres sufrieron un accidente -dijo en un tono para que el escuchara nada más- Lo sentimosFuma abrió grande los ojos y cubrió su boca, las lágrimas comenzaban a salir, movió un poco su cabeza negando, algo le decía que no estaba bien, desde la tarde, su madre nunca tardaba y ya iban tres horas, no podía creerlo
-¿Q-que? En donde están! ¿Qué pasó?!
-Un camión choco contra el auto de sus padres, no soportaron el accidente y fallecieron de camino al hospital, ahora están recibiendo sus cuerpos en el hospital internacional de San lucasEl oficial agacho un poco la mirada, sintiendo lástima por los niños, se despidió y se fue del lugar. Fuma callo de rodillas, comenzando a llorar sin parar, tallando sus ojos con fuerza, soltando Mamá en cada uno de sus jadeos, su llanto fue interrumpido cuando sintió la mirada del pequeño.