Primera Parte

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-Qué haces aquí?
-Hola, mil años sin verte, cómo estás? Muy bien y tú?- dije tratando de llevar la fiesta en paz.
- Qué haces aquí?-preguntó nuevamente, parecía impenetrable - Pensé que no te vería más.- dijo con cara de culo
-Perdón por perturbar tu paz.-repliqué, sabía que no era bienvenida.
-No creo que seas tan importante para eso ya.- me hizo saber inmensamente
- No has cambiado nada.
-De verdad, qué haces aquí?- volvió a insistir. Me pregunto qué respuesta espera.
- Mi mamá me envió a hablar con tu madre.
- A hablar con mi madre sobre qué? -indagó curiosa.
-No es un tema que te concierna. - respondí tajante
-Sigues siendo igual de grosera - me miró con expresión de enojo repentina - y continuó un poco más dócil - mi mamá no está aquí, ups-
- A qué hora llega? - di un suspiro profundo, ignorando su manera infantil de discusión.
-No lo sé.
-ok, entonces la esperaré.- me crucé de brazos con una mediana sonrisa.
-No aquí. - dijo seria
-tranquila, no pensaba esperarla aquí.
- No entiendo porqué apareces AHORA, como si nada hubiera pasado, com--NO, no me vengas con eso- la interrumpí- me mentiste casi por 5 meses y aun así, tuvieron que pasar más de 2 años en los que tú me restregaste a Tu novia a tu futura esposa en mi cara! Querías que me aguantara todo eso? No seas cínica.

-Esa es tu parte de la historia, yo me tuve que aguantar a tus 10mil ligues que pasaban por el frente de mi casa cada semana. No te parece egoísta? Pero sabes qué? Nunca consideraste nuestra amistad.

Me reí de medio lado. - En serio aún crees que lo de nosotras fue amistad solamente?

-Pues la mayoría sí y lo sabes, me dejaste fuera de tu vida cuando te fuiste a Rumín, cambiaste de número, me bloqueaste de tus redes, es más ni siquiera sé si tienes redes,. La única que consideró nuestra amistad fui yo.

-Era lo único que podía hacer, después de que nos mudamos de aquí lo único que podía hacer era añorarte verte con tu novia era una tortura. Ambas nos hacíamos daño, qué querías que hiciera! El corazón lo tenía destruído.

Me miró con cara de amargura - Ella es la persona a la que amo, la persona que siempre ha estado comprometida conmigo y mis sentimientos.

-Me alegro escuchar eso.- me bastó con escuchar aquellas palabras para saber que nuevamente aunque discutiremos mil veces sobre lo mismo siempre terminaba de la misma manera "amo a mi novia" a pesar de que sus palabras y acciones conmigo fueran como si me amara a mi- Esperaré a tu madre cerca.-dije con amargura. Se me hizo un nudo en la garganta, y retrocedí para irme.

Vacilante me llamó. - pué...puedes esperarla aquí.

-Puedo Sam? - contesté con reclamo y Me volteé
-Aún somos amigas, aunque no lo creas.

Sam, lo repetía. En verdad sí éramos o fuimos muy amigas alguna vez, quizá amigas muy cercanas o distantes de esa palabra. Nos contábamos todo, teníamos conversaciones fluidas de cualquier cosa y era siempre muy divertido hablar con ella. Mi vida era una locura en ese momento, tenía 20 años y el corazón medio roto.

Nuestra historia comienza cuando mi madre y yo nos mudamos a la costa de Surim en el verano del 2018, una ciudad que se expandía rápidamente en los ámbitos infraestructurales y turísticos. Mi madre obtuvo un trabajo en dicha ciudad como chef de un hotel, nos mudamos rápidamente y nos instalamos en una casa amplia en un barrio bastante bonito. En ese momento también tuve que cambiarme de universidad, cursaba sexto semestre en negocios internacionales y turismo, fue un trámite largo pero pude hacer que validaran las materias cursadas hasta ese punto. Soy una persona que se adapta rápidamente o al menos eso creía.

-Mamá, hoy saldré un poco más tarde, no te preocupes si llego una hora después.

-perfecto, hija. Y qué tal la universidad, muchos amigos?

-Lo normal, estoy comenzando apenas.- La verdad, me daba igual hacer amigos o no, sólo quería graduarme y ya. No era lo que me apasianaba.

La vida transcurría con normalidad, me pasaba los días en mi habitación, o en la universidad, sólo salía a comer con mi madre o cuando ella estaba también compartía tiempo con ella. Sin embargo, mi madre siempre ha sido más sociable que yo, y en menos de 2 semanas ya había conseguido una amiga en el barrio, ella era tan fan de las plantas como mi mamá.

La historia de cómo conocí a Sam, comienza casi después de un mes de haber llegado ahí. Sam vivía a dos casas de la mía, tenía el cabello castaño ondulado y ojos color cafés, su piel era trigueña y brillante, era muy hermosa. Realmente, la primera vez que mis ojos se posaron en ella fue cuando su perro tuvo un accidente. Yo venía de la universidad, era alrededor de las 5 de la tarde, cuando una moto pasó de prisa por la calle y había atropellado al perrito el cual emitió un quejido, inmediatamente me acerqué, lo cargué entre mis brazos y lo puse en la acera. Una chica salió de prisa de su casa, con ojos bastante abiertos y dando gritos despavoridos por la calle, era Sam. Realmente ese es un suceso bastante borroso en mi mente, lo único que recuerdo es Sam muy asustada, la traté de calmar, por suerte el perrito lo había pisado sólo en su patita la llanta. Me dió las gracias y se fue de inmediato al veterinario, no pude decir nada más.

Cuando llegó mi mamá le conté el acontecimiento. Y dejé las cosas así. Era verdad que tenía ganas de ir para preguntarle cómo estaba el perro, pero no lo hice hasta una semana después; que mi madre me comentó.

-El perrito que atropellaron era un pudle?
-Sí, - le dije-, por qué, sabes algo? - pregunté inmediato
-Ah, fue al de la hija de Mónica.

-Mónica? tu nueva amiga?

-Sí, gracias a Dios no pasó a mucho, pero le pusieron unas tablillas.

-Qué bueno.- mmm, y cuándo irás a visitar a tu nueva amiga ?- dudé un poco, pero realmente quería ser amiga de esa chica.
-No sé, por qué?
-Es que quería ir a preguntar cómo estaba el perrito.

- Si quieres vamos ahorita, tengo algunos bocadillos podemos llevarlos. - Sonreí- ya vuelvo - entré corriendo a la habitación, me cambié y me puse un poco de perfume, - ya  vamos!

-Ahora sí pareces una persona, bromeó mi mamá al verme.
-Siempre parezco gente mamá - hice una mueca graciosa y salimos.

Me sentí muy extraña al estar parada en la puerta de los Zannier, supe que ese era su apellido después. Dejé que mi madre tocara el timbre y hablara, me limité a sonreír y hablar lo suficiente.

-Aurora! qué dicha, verte. Se saludaron de beso en la mejilla, me sorprendió el gesto cariñoso parecían amigas de hace años. - Esta debe ser Ainhoa, se parece mucho a ti

-Buenas tardes, sra Mónica,- siempre dicen lo mismo. Sonreimos

-Pasen, pasen, por favor.

-Ainhoa quería saludar a Sam, 

-Se conocen ya? Dijo con cara de sorpresa pero con cierta felicidad.

-Más o menos, recogí a su perro cuando la moto lo arrolló, quería saber cómo estaba.

Si claro, Sam está en su habitación, al fondo a la derecha, allá también está Toby, no se despega de él. 

-me imagino, - Nos sonreímos entre sí - con permiso, dije decidida a ir.

....
-

Amigas" y Ya, SEGURA?Where stories live. Discover now