Uno

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Justine estaba siendo muy enfática con su nuevo descubrimiento. Al parecer, había una cosa nueva dando vueltas por el ambiente y todos teníamos una cierta obligación de probarla.No es como si realmente disfrutara mucho de esto pero realmente tenía ganas de perderme en otra sensación por un largo rato. 

-Lo tienes que mezclar con alcohol, sino no funciona de la misma manera.- dijo ella guiñándome un ojo. 

 -Es mucho más divertido de lo que pensé entonces. -me acerqué y le di un corto beso en los labios. Ella solo sonrió. Había una clase de desasosiego en mí,últimamente tenía que enfocarme más en todo lo que me rodeaba y eso la incluía, por más que no quisiera admitirlo. No es como si se lo fuera a admitir a ella tampoco.

 -Dicen que afecta de manera a distinta a cada uno, pero una cosa es común: todos, absolutamente todos dejan escapar sus mejores fantasías.- No pude evitar soltar la carcajada. 

 -Eso es tan cursi.No es como si no pasara con las otras cosas, ya sabes.-Pero esto está a otro nivel, créeme. -me dijo abrazándome sugerentemente. La sensación de necesitar enfocarme volvió con más fuerza. Traté de disimular lo más que pude mientras me soltaba lentamente de su agarre. Necesitaba algo más en que pensar. 

 -No guardemos esto solo para nosotros. Veamos como todo el mundo se vuelve loco y después tendremos nuestro turno. 

-Tienes razón. -dijo ella - Iré a ofrecerle a los chicos de sonido.Y con una sonrisa, salió de la habitación. 

Una idea empezaba a formarse lentamente en mi cabeza. Tenía que emborrachar a los chicos y después reírme de todas las estupideces que seguramente harían gracias al "látigo mágico". Corrección: tendría que emborrachar a Alex y a Dave, Graham seguramente ya iría por la quinta botella ahora. 

 Para ser sincero, eso me estaba exasperando bastante últimamente. No parecía que ninguno de nosotros fuese capaz de controlarlo. Antes resultaba tan fácil, porque por lo general todos estábamos demasiado borrachos para darnos cuenta, pero las cosas habían cambiado y él seguía aferrado al alcohol. A decir verdad, me molestaba de una manera extraña, como si odiara que pudiera calmar lo que fuera que pasara por su cabeza con eso, y no conmigo, con nosotros. De cualquier manera, mis pensamientos se estaban enredando y no encontraba a mis compañeros de banda por ningún lado.

 Estaban dando una especie de fiesta en el parque del hotel y allí me dirigí. Las personas me saludaban mientras caminaba ofreciéndome grandes sonrisas de corderito. Nadie resaltaba más que el brillo de las luces. Entonces los vi, apoyados contra la barra. 

Dave estaba hablando con un tipo trajeado que seguramente era uno de nuestros nuevos productores, Alex estaba moviendo mucho el cabello mientras hablaba con unas chicas de top que reían furiosamente. Y Graham estaba, bueno siendo Graham. Tenía una copa de vino en la mano y se dedicaba a esperar que la chica de la barra se la rellenara. Lo vi sonreírle como si supiera que estaba llegando a su límite y no le importara. Ella le sonrió de nuevo. 

 Me acerqué a ellos tratando de surfear el mar de gente que nos separaba. Clavé mis uñas en mis manos. Tal vez esto fuera más fácil de lo que pensara a juzgar por la cantidad que botellas vacías que estaban a sus espaldas. Bueno, no tan fácil con Dave. Nunca se emborracharía lo suficiente. Tendría que hacer esto uno por uno.

 -Hola caballeros. -dije sonrientemente. -Dave y el tipo trajeado me miraron percatándose de mi presencia. 

 -Justo estábamos hablando de ti. -dijo el tipo- Creemos que el nuevo trabajo tendría que...

-Oh no, negocios y fiestas no se llevan para nada bien. Hablemos mejor de lo estúpido que se ve Liam Gallagher en ese jumper azul. - Y con eso los dos voltearon. Aproveché y metí la pequeña bolita violeta en el vaso de Dave. Y otra en la del tipo. Tal vez le proporcionara algo de encanto. 

 -¿Dónde? No lo veo por ningún lado. -preguntó Dave frunciendo el ceño.- Uhm, yo tampoco.-Creo que lo confundí, ahora que recuerdo ellos no estaban invitados. -Me encogí de hombros y me dirigí a mi siguiente objetivo. 

 Las chicas se veían contentas de unirme a ellas, tal vez demasiado. Alex parecía no compartir ese sentimiento. Me reí interiormente, más tarde seguramente me agradecería lo que estaba a punto de hacer. 

 -Hola niñas, Alex. 

 -¿Qué hay compañero? 

 -Aquí, tratando de obtener un poco de atención.-las chicas soltaron una risita.-Y ustedes señoritas, ¿se están divirtiendo? espero que Alex pueda ser capaz de no aburrirlas. -Las risitas continuaron, más fuerte esta vez. 

-Para nada, nos encantó escuchar las distintas formas de obtener quesos modernos. -dijo una de ellas, una pelirroja con labios a juego. Definitivamente el tipo de chica de Alex. 

-Me han ofendido profundamente -Alex hizo un intento de puchero lo que resultó en múltiples disculpas y abrazos de las chicas. El muy bastardo. Había llegado mi momento. Mientras se abrazaban deslicé las bolitas violetas en sus copas. Todo muy normal. 

-Ya veo que estas bastante ocupado amigo, mejor me busco algo en lo que ocuparme yo mismo. -y les guiñé el ojo y ellas rieron de nuevo. De todas formas no parecieron muy tristes de verme ir. 

 Ahora era el turno de Graham. Estaba charlando animadamente con la chica de la barra, incluso más animadamente de lo normal.Supongo que era algo por lo que alegrarme. 

 -Te vi hoy y estuviste asombroso. -le estaba diciendo ella.-De verdad que tienes un talento con las Gibson, aunque prefiero normalmente las Fender, pero le sacaste chispas.

Así que de esto se trataba todo. Guitarras. 

Graham se volvió un poco más rosado de lo que ya estaba gracias al alcohol. Negó levemente con la cabeza y sonrió como si estuviera halagado por el comentario. 

 -No sé, es que hoy quise cambiar un poco el... 

-Buenas noches queridos amigos.-interrumpí. 

Ambos se volvieron hacia mi y asintieron con la cabeza levemente, como si estuvieran demasiado metidos en la conversación y no quisieran ninguna clase de interrupción. Lo cual me exasperó un poco. Algo se apoderó de mí y le sonreí a la bartender mostrando deliberadamente todos y cada uno de mis dientes. 

-Pero que tenemos aquí, una chica hermosa que además sabe de guitarras, ¿no es adorable? 

 Ella se rió y pude sentir toda su atención volcada hacia mí ahora. Lo había conseguido. 

 -Dime amor, ¿quieres algo de tomar? 

-Oh sí, dame lo más fino que tengas querida. Ella se volteó y revolvió entre las botellas buscando. 

Graham estaba a mi lado sin hacer ningún sonido excepto el de tragar el champagne. No se veía como si lo que acababa de hacer le hubiera afectado en absoluto. De hecho, ¿por qué tendría que afectarle? Yo hacía esta clase de cosas todo el tiempo. 

 -Buen espécimen te has conseguido aquí, Gra. -dije señalando con la cabeza a la bartender. 

 -Oh, no la llames así. - replicó él. Toda su alegría pareciera haberse esfumado de repente. 

-Como sea. No la desaproveches. -le guiñé el ojo. Él solo rodó sus ojos en respuesta. Entonces volvió la chica con una botella de vino blanco. La destapó y llenó un vaso entero. Me lo ofreció sonriendo. 

-Por Graham -dije levantando mi copa- el mejor guitarrista que pude haber encontrado. 

 Graham se revolvió incómodamente a mi lado. Definitivamente no sabía lo que le pasaba esta noche o ninguna de las otras noches. Antes se hubiera reído como un niño por algo tan tonto como eso. Pero no hoy. 

La bartender pareció recordar que él seguía ahí y asintió. 

-Tiene razón querido. -dijo acariciando su mejilla. Graham se acercó a ella y le dio un largo beso en la mejilla. Conque había vuelto a la acción, pensé. Y tuve unos preciosos momentos para introducir la pelotita azul en su vaso. Pero la bartender no estaba tomando nada, ni tenía ningún vaso a la vista así que Graham tendría la diversión para él solo. Lástima.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2015 ⏰

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