Yuu
Miro con el ceño fruncido el poco dinero que tengo en el banco, pronto se acabará el dinero y tendré que buscar un trabajo, desde hace unos años vivo solo ya que mis padres tuvieron un horrible accidente de avión, dejándome solo desde una edad temprana, he logrado sobrevivir gracias al dinero que me dejaron mis padres, pero ahora...
No tengo una vida lujosa, pero si modesta, vivo en los lugares más bajos de la ciudad, desafortunadamente también son los más peligrosos, no puedo costear algo más grande o que esté mejor ubicado, hasta ahora gracias a que he estado viviendo de manera sencilla he logrado que el dinero rinda más de lo acordado, a pesar de esto me alegro de tener un techo donde vivir.
Suspirando me levanto y estiro mi cuerpo, son exactamente las 7:00 de la mañana, dentro de una hora más tengo que entrar a la escuela, así que agarro mi toalla de la encimera y camino a mi pequeño baño, lentamente me desnudo y abro las llaves, agarro el jabón y comienzo a tallar mi cabeza seguido del cuerpo, debo ser rápido ya que solo tengo 5 minutos antes de que el agua comience a salir sumamente fría.
Cuando termino me pongo unos boxers seguido de un pantalón de color negro, camisa de manga larga roja con cuello circular y tenis de este mismo color para combinar, todo listo.
Agarro las llaves de la mesa de noche y camino hasta la salida, abro la puerta y la cierro con llave una vez afuera, de inmediato se hace notar el fuerte olor a marihuana de los otros departamentos y sobre todo gracias a algunos chicos que fuman recargados en el pasillo, otros se besan, realmente uno se acostumbra, a lo que no puedo acostumbrarme es como algunos tienen sexo enfrente de sus vecinos, ellos normalmente tienen su bragueta abierta y ellas con los pantalones abajo o el vestido alzado, sumamente vergonzoso.
Bajo las escaleras y doy la vuelta a una esquina para comenzar el recorrido diario de 40 minutos para llegar a la escuela, doy gracias que esta vez no se encuentra el viejo que siempre me acosa y ofrece dinero para que me acueste con él, aunque me encuentre en la arruina no me acostaría con alguien tan desagradable como ese señor.
Sigo caminando hasta que veo de reojo como 3 chicos me vienen siguiendo y poco a poco se acercan más, muerdo mi labio cuando siento un par de manos agarrarme de mis brazos, debí hacer caso a las noticias y no pasar por estas calles ya que el índice de violaciones para hombres como mujeres es bastante alto, como hasta ahora he pasado desapercibido me confié.
- Mira el pedazo de cielo que nos acaba de caer – Doy un tembloroso suspiro cuando el prominente olor a marihuana me marea un poco, parece que se revolcaron en esta, es simplemente asqueroso.
- Que bonito eres – El chico que no me tiene agarrado, toma mi rostro y me hace mirarlo, nuestras alturas son bastante notorias, soy sumamente bajo así que debo alzar la mirada para verlo.
Su mano baja lentamente por mi cuello, bajando al proceso mi camisa, me estremezco cuando uno de los chicos que me tienen agarrado lame el lóbulo de mi oreja, causando un gran grito y que comience a moverme incomodo y asustado.
- ¡Les daré dinero! ¡Déjenme ir! - Las lágrimas ya bajan por mis mejillas y hasta mi cuello donde se pierden, esto ya pasó una vez hace unos meses afortunadamente era solo uno y logré escapar, ahora con tres me parece imposible.
- Lo que quiero es a ti, eres más hermoso que una chica – Siento como la sangre se me va del cuerpo cuando me jalan a un callejón, con fuerza me avientan al suelo, estoy por levantarme y correr, pero un cuerpo encima de mi lo impide.
Desesperado muevo mis manos y piernas, intentando evitar que levante mi camisa, pero los chicos restantes agarran mis brazos y los ponen arriba de mi cabeza, en este momento ya me encuentro sollozando.
- Mira que hermosas tetillas, tan rosadas, me dan ganas de arrancarlas de un mordisco – Grito cuando unos bruscos dedos retuercen mis pezones, el dolor hace que más lagrimas caigan.
- ¡Detente! - Estoy por soltar otro grito, pero me han tapado mi boca, impidiendo cualquier sonido.
Muerdo el interior de mi mejilla cuando se acerca y comienza a lamer y morder todo a su paso, queriendo que me suelten muerdo con fuerza la mano que cubre mi boca.
- ¡Estúpido! - Un golpe en mi abdomen y mejilla me dejan aturdido, es la primera vez que alguien me golpea, el dolor es indescriptible y desconocido para mí.
- Suéltenlo ahora mismo – Abro mis ojos y veo de manera borrosa a la enorme persona que está parado detrás de los chicos, su voz me estremece.
- Quién te crees para... - Los chicos me sueltan cuando ven a la persona detrás.
- ¿Has dicho algo? Creo que no te escuché bien -
- Perdone, ya nos vamos - Los chicos se levantan y se van corriendo, desapareciendo cuando doblan la esquina.
- Muchas gracias - Me levanto con lentitud y con ayuda de la pared, acomodo mi camisa y limpio mis mejillas.
- De nada pequeño, pero ¿Qué haces por aquí? No es lugar para un niño como tú - Frunzo el ceño, tengo 19 años realmente.
-Yo... vivo por aquí y no soy un niño - Abrazo mi cuerpo al sentirme aun vulnerable.
- Estos lugares son peligrosos, ¿Dónde vives? Te llevaré con tus padres – Muerdo el interior de mi mejilla, frustrado.
- Debo ir a la escuela y no soy un niño - Niega con la cabeza, su sonrisa me pone los vellos de punta.
- Te llevare con tus padres – El conocido dolor en el pecho cuando sacan el tema de mis padres se hace presente.
- Vivo sólo, mis padres murieron hace mucho tiempo - Alzo la mirada y lo veo, su cabello es de un color rubio que parece muy suave, unos lindos ojos verdes, pantalones negros con la camisa del mismo color, solo que esta tiene los primeros tres botones desabrochados, dejando a la vista su pecho, parece hecho por los dioses, las mangas de su camisa están arremangadas hasta los codos, dejando de nuevo a la vista sus fuertes brazos.
El parece darse cuenta de mi mirada ya que me da una gran sonrisa, avergonzado de haber sido atrapado, bajo la mirada.
- Te llevo a tu casa, vamos - Debería tener miedo, pero esta persona me ayudó, no creo que me quiera para matarme después de haberme salvado, me es ilógico.
Se da la vuelta y comienza a caminar, tembloroso lo sigo a pasos rápidos ya que uno de sus pasos son tres míos, me sorprendo cuando se detiene enfrente de una gran limusina con bordes y decoraciones de color dorado, casi como si fuera oro.
Con su ayuda entro y los asientos son sumamente cómodos y lujosos, simplemente impresionante, sonriendo le doy mi dirección, el hombre me mira con las piernas y brazos cruzados, parece curioso, nervioso acomodo un mechón de cabello detrás de mi oreja.
Cuando llegamos al departamento estoy por bajar, pero su voz me detiene.
- ¿Aquí vives? - Puedo ver una mueca de completo asco, no entiendo la razón.
- Si, esta es mi casa... bueno, le agradezco su ayuda – Pongo mi mano en la puerta para abrirla, pero una enorme mano lo impide.
- Te vienes a mi casa - No es una pregunta, sintiendo miedo trago el gran nudo que se está formando en mi garganta, el sudor ya baja por mi cuello y mis ojos se están cristalizando, ¿Me va a secuestrar?
- Pero... yo no puedo.... - Mi mano tiembla, así que lentamente la quito de su agarre y la bajo.
- Este lugar es horrible y asqueroso a simple vista – Muerdo mi labio al ver su mirada, parece ser de las personas que no aceptan un no por respuesta.
- Señor de verdad le agradezco su ayuda, pero... -
- Llévame a mi departamento -
- Si señor - Bajo la cabeza, sintiéndome avergonzado y muy asustado.
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★//Mi Yakuza//★ (+18)
Short StoryContenido solo para adultos. (HISTORIA ORIGINAL, COMPLETAMENTE MÍA) • Si eres una persona de mente cerrada, te recomiendo buscar otra historia. (Prohibida cualquier adaptación o copia sin permiso) (Yaoi - Mpreg) - (Male pregnancy) ♦ Maldito sea el...