奥村直人

68 5 11
                                    


  ⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀

  ⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀

  ⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀

  ⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


  ⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀

  ⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀

  ⠀ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀

⠀⠀
—Deberías ir a hablar con ella...

     Naoto Okamura ha encarado numerosos desafíos a lo largo de su vida, y siendo un detective de la policía, también fue partícipe en un sinnúmero de situaciones complicadas; callejones sin salida en donde las posibilidades de descubrir al culpable de un crimen o escapar con vida de un atentado parecían no ser más que una ilusión, vaga e inalcanzable.

     Y sin embargo, ahí está justo ahora, contemplando el reflejo de su rostro cansino, desaliñado y magullado en el cristal de la ventana. Se ha rehusado a recibir cualquier tipo de atención o tratamiento a sus heridas, que le resultan una nimiedad en comparación a... bueno, ya no desea ni pensar en ello.

     Suspira, derrotado, sintiendo cómo cada vez se hunde más en su propia miseria, al tiempo que busca hacer acopio de un valor que ya no sabe ni dónde buscar. Sin embargo, está consciente de que debe hacer un esfuerzo, pues aún si parece lo contrario, todavía falta lo peor.

     Es de madrugada, y afuera gobierna una oscuridad insondable; hay luna nueva, y las estrellas no pueden verse. Hace un rato estaba lloviendo a cántaros, mientras un gélido vendaval atravesaba las calles de Beika. Aún se siente el frío, y el detective Okamura se encoge sobre sí mismo frotándose las palmas, aunque no sabe si es a causa del ambiente helado, o del creciente pánico que se aloja en su interior.

     La operación de aquella noche bien podría —y quizá debería— considerarse un éxito rotundo, obtenido tras la elaboración de una meticulosa estrategia ejecutada con suma destreza, buscando resolver de la mejor manera un asunto en extremo delicado, en el que muchas vidas pendieron de un hilo finísimo durante lo que, hasta antes de tener que realizar esa llamada, le resultaron a Naoto los instantes más aterradores de su vida.

     Al final no hubo ninguna baja de civiles, y se logró capturar a cada uno de los implicados: una banda de criminales que hacía varios años, y tras provocar un desastre masivo en el que sus principales miembros fueron encarcelados, terminó por disolverse, y que ahora, en lo que parecía ser una desesperada búsqueda incitada por la sed de venganza, volvieron a reunirse bajo un nuevo liderazgo, sembrando una vez más el terror entre la población de Tokio.

     Naoto tiene muy claro que, si bien su derrota y posterior captura han sido fruto del esfuerzo conjunto entre distintas divisiones de la policía metropolitana, donde diversos miembros desempeñaron roles activos y de gran importancia para la misión, el mayor mérito pertenece sin duda a su brillante estratega; un antiguo compañero en la academia de policía, distinguido miembro de su división y afamado detective invicto desde temprana edad, además de un gran amigo suyo. Fue él quien descubrió y logró desbaratar en tiempo récord los planes de aquel grupo criminal, ideando de inmediato un efectivo contraataque.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐄𝐍 𝐔𝐍 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐘𝐎 ▶Detective ConanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora