Un cliché, muy cliché

Capitulo 1

Jonathan era un chico tranquilo, de buenas calificaciones, el favorito de los profesores, le encantaba escuchar a la banda Queen, de hecho era su banda favorita de todos los tiempos.

Cada mañana se levantaba y se daba un baño, bajaba a desayunar con sus padres y ayudaba a su madre con las labores de la casa, adoraba a su familia, tenía un hermano mayor, el cual estaba estudiando en el extranjero.

Cada que salía de su casa se encontraba a su mejor amiga, que era su vecina desde que tenían memoria, eran casi hermanos.

Un día, cuando salía de su casa a encontrarse con Rayle, su mejor amiga, vio que alguien se mudaba a la casa de a lado, al parecer una nueva familia en el vecindario.

Sin prestarle mucha atención se fue con su mejor amiga de camino a la plaza, querían pasar un lindo día juntos y una mudanza no afectaría sus planes de fin de semana.

Junto a Rayle paseaban por toda la plaza, era de costumbre pasear por la plaza sin comprar nada y solo parar a comer de vez en cuando, gastaban su dinero en comida, dulces y bebidas, ambos eran muy buenos chicos.

Este fin de semana decidieron pasar al cine para ver el estreno de la secuela de su película favorita, que recientemente se había estrenado en su ciudad.

La película fue de lo mejor, la historia era hermosa y la escenografía igual, sin duda alguna era la mejor película del mundo, avatar siempre sería su película favorita.

Después de pasarse toda la tarde de aquí para allá en la plaza junto a Rayle decidieron por volverse a casa, caminaron de vuelta a su vecindario, iban haciéndose bromas y charlando sobre las cosas de la escuela, ambos iban en la misma desde niños, siempre siendo los dos mejores, Jonathan de primero seguido por Rayle, desde que entraron a la escuela primaria era así, siempre siendo los mejores de su clase y al ser tan sociales también eran precidente y vicepresidente de la clase, ahora, en la preparatoria eran miembros del consejo estudiantil.

Cuando llegaron al vecindario vieron a los nuevos vecinos y, oh vaya, había un chico de su edad, un muy lindo chico de su edad, Jonathan quedó completamente embobado al verlo, era como un ángel, un ser celestial, o así lo veía Jona, Rayle lo veia mas como un gracioso trol.

Quien sería ese vecino nuevo? Pronto lo descubriría pues sus padres ya los habían invitado a cenar juntos, o eso le dijeron cuando entro a preguntar.

Rayle y Jonathan entraron a su habitación de Jonathan, fue ahí donde Rayle se sacó el binder que ya estaba ahognadola.

Ambos se vieron emocionados y Jonathan se arregló un poco para poder cenar con su familia y los nuevos vecinos, como de costumbre Rayle hizo lo mismo, pues era ya parte de la familia, se conocían desde niños y habían crecido juntos, eran como hermanos.

Unos minutos después fueron llamados a cenar, los nuevos vecinos habían llegado y ellos estaban más que listos para resivirlos y presentarse. Ambos bajaron emocionados a saludar, se presentaron, tal como lo pidieron sus padres.

-Hola! Soy Jonathan, mucho gusto - Le dijo con una sonrisa.
-Yo soy Rayle!- la chica mostró gran entusiasmo pues casi nunca se mudaba alguien.

El chico nuevo tuvo que ser obligado por su padre para presentarse pues solamente frunció el ceño y puso los ojos en blanco.

-Ugh... Soy Diego...- Dijo el chico con molestia y sin dirigir la mirada a los dos jóvenes frente a el.

No sabían porque, pero podían notar como a ese tipo le molestaba todo, el color melón de las paredes, el piso de madera oscura, las ropas y actitudes de la familia, todo, simplemente era como si odiara al mundo.