Capítulo 7: Sospecha y acusaciones

14 2 0
                                    

El escalofrío que recorrió mi rostro no era solo por la brisa helada de la noche. La llegada repentina de Satoshi, había desatado emociones en mí. Y por si fuera poco, el murmullo creciente entre los invitados, no hacía más que aumentar mi inquietud.

Ya estaban enterados.

—¿Qué es lo que dicen?—, pregunta Amir en voz baja, aplastando su cigarrillo antes de que Hassan lo notara.

Un escalofrío aún más intenso recorrió mi cuerpo cuando escucho la respuesta de Satoshi. —Huele a que murió un vampiro importante—.

Varios profesores-cazadores, comenzaron a llamar a los invitados, reuniéndonos en el interior del salón de baile.

Yo dudé, contemplando la posibilidad de huir de aquel lugar tan pronto como fuera posible. Sin embargo, la necesidad de mantener la compostura y evitar llamar la atención me obligó a seguir.

Traté de ocultar los estragos de la batalla bajo mi abrigo, pero era consciente de que los vampiros poseen un olfato sobrenatural. No cabía duda de que podían percibir las heridas que marcaban mi piel.

En el interior del salón, el director Hassan, con su habitual voz, intentaba calmar a los vampiros mas jóvenes, que se mostraban visiblemente alarmados. La tensión en el ambiente era palpable, como si se estuviera gestando una tormenta.

Dietrich se posicionó a mi lado, su rostro reflejando una profunda angustia. En sus ojos, pude ver el mismo miedo que yo sentía.

Mis ojos se posaron en Caden Sarti, el hermano del fallecido. Su rostro, pálido como la luna, reflejaba una profunda tristeza. A su alrededor, sus seguidores desconsolados, lloraban abiertamente, sin poder contener su dolor.

Un sollozo ahogado rompe el silencio. —Han asesinado a Killian Sarti—, exclama una chica entre lágrimas, mientras era abrazada por sus amigas. Un murmullo de incredulidad y horror recorre el lugar.

—¿Cómo es posible?—, se preguntaban unos a otros. La muerte de Killian era un golpe duro para la comunidad vampírica, y la noticia había caído como una bomba.

De pronto, una chica me señaló con el dedo acusador. —¡Ella lo asesinó!—, grita con rabia, acercándose a mí con una furia que me hiela la sangre. Varios vampiros intentaron detenerla.

La acusación resuena por todo el salón, provocando una oleada de murmullos y miradas hostiles. El director Hassan, los invitados, los cazadores y los miembros del consejo me observaban, sin dar crédito a lo que escuchaban.

Dietrich, sin dudarlo un instante, dio un paso al frente para defenderme. —Eso no es cierto—, declara con firmeza.

Los seguidores de Killian, sin embargo, no estaban dispuestos a creerle. —Claro que sí—, replicaron con vehemencia. —Huele a sangre en ella, producto de su lucha contra nuestro Killian—, argumentaron.

—Ella no estaba en la fiesta—, vuelve a decir la vampira, mirándome con rencor. —Así que fue ella quien lo mató—.

Los murmullos se intensificaron, creando una atmósfera de tensión insoportable. —Es imposible que una joven cazadora matara a Killian—, comentaban algunos. —Killian era un vampiro poderoso—, decían otros.

Hassan me miró con una mezcla de decepción y miedo. Era evidente que las consecuencias de esta acusación serían graves. La muerte de un vampiro importante no podía quedar impune, y yo era la principal sospechosa.

En ese momento crítico, Amir, se posiciona a mi lado. —Mentira—, declara con contundencia. —Si huele a sangre en ella es porque se lastimó en el sanitario y no pudo estar en el baile porque se quedó conmigo, vigilando la entrada—, mintió con valentía.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cazadora NocturnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora