Capitulo 1.

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Otro mañana que me desperté.

Me desperté e hice mi rutina de siempre, bañe, cambie, estaba peinando mi larga cabellera marrón oscura, hasta que la mucama entro por la puerta.

-Señorita Isabella, lamento molestarla, pero ya es hora del desayuno- dijo la bucama mientras hizo una sonrisa tan grande, que la verdad me atormentaba.

-Lo se Marie, ya voy, Termino de cepillar mi pelo y me dirijo a la sala- dije esbozando una sonrisa.

La mucama se retiro sin más, y yo hice caso a mis palabras, apenas termine de peinarme me dirigí al salón.

La verdad que no paso nada importante el resto del día, hasta las 10.pm.

En realidad hoy era un día importante al menos, para mi, iba a ver una constelación de estrellas que ocurren cada década, sabia que iba a ser la única de mi familia que lo iba a ver, soy la única a la que le gustan ese tipos de cosas, leer, dibujar, escribir y astronomía.

Hice mi rutina de noche y me acoste a leer un libro esperando que se haga la hora de la constelación.

Me sumergí en las paginas de mi libro, luego me di cuenta de que ya era la hora de la constelación. Ansiosa salte de mi cama, me puse mis zapatos de dormir y me dirigí al balcón.

Me reforcé sobre la columna de mi balcón y mi vista se encamino a ver la constelación.

Era lo mas hermoso que había visto en toda mi vida, amaba ver el cielo, me sentía libre, con paz, algún día desearía ser esas estrellas que brillan en el cielo, todas tienen su propia luz y son hermosas,
son tan diferentes que eso las hace únicas.

Empeze a entonar una pequeña melodía
hasta que....

-Cantas bien- quede helada ante ese sonido, provenía de una voz masculina abajo de mi balcón, con miedo, me acerque y visualicé a un chico de aproximada mente mi edad, sus ojos color azules me llevaron a un viaje lleno de hermosas emociones, y me perdí en los rizos de su pelo color negro,
negro, como la noche.

Pero me percaté al instante que el no me podía ver.
-¿Qu...Que haces aquí? - conteste con un tono que se podía notar que era una combinación de miedo e ansiedad.

-Viendo la constelación, ¿Y tu?- Soltó el chico del cual desconocía su nombre, con un tono tan tranquilo que me puso los pelos de punta.

Tuve ganas de responderle con obviedad "Bueno, no se si lo sabias, pero, soy la princesa, esta es mi casa, y soy una chica rara que en vez de aprovechar mi dinero y lujos, se pone a ver una constelación de estrellas a las 12 de la madrugada" pero no lo hice y solamente solté un.

-Salí a tomar aire- dije secamente que parecía que me raspe la garganta.
Antes de que el pudiera responder me precipite.
-¿Porque estas en mi casa?- dije con un tono de confusión y desconfianza.

Noto como el chico balbuceaba para luego decir
-eh, yo, soy el jardinero de aquí, salí tarde de, bueno, mi trabajo y decidí, eh, quedarme ver la constelación- soltó entre suspiros de nervios.

-ah, ya veo- solté con desconfianza
-No le digas a nadie que me viste aquí, nunca nadie en la historia vio mi rostro y no quiero que un simple jardinero arruine mi reputación- solté con un tono de desprecio que luego me arrepentí.

-Eh, bueno, yo- dijo el chico nervioso
-Sabes, mejor me voy, hasta luego princesa- soltó el chico nervioso mientras corría a la salida.

Yo mire como se iba y en voz baja comente
-Hasta luego chico desconocido- mientras sacudía mi mano dandole un pequeño saludo.

Sin darme cuenta, en ese momento no me importaba, la constelación, no me importaba como yo estaba vestida, lo único que me importaba era ese chico, ¿Era yo o el era tan estúpidamente perfecto? Era tan hermoso que parecía irreal.

Pero me percaté que, tal vez nunca mas lo iba a ver, no, reitero lo dicho, nunca mas lo iba a ver.

Si no era por la lluvia yo no me habría dado cuenta de que seguía como una estúpida apoyada sobre la columna de mi balcón, con una enorme sonrisa que, fue causada, por el chico que con solo estar 2 minutos, hizo un lío de emociones en mi.

Cuando note el agua cayendo sobre mi cabello, que luego caía al suelo, me adentre a mi cuarto, apague la luz y me recosté en mi cama.

Obviamente no me dormí a la primera, no sin antes pensar en el chico que con tan solo 2 minutos hizo un revuelco en mi estomago, una sensación que yo nunca había sentido.

¿En serio Isabella?
¿Enamorarte de alguien
que viste una sola vez?
Dijo una voz en mi cabeza.

-Si...- susurre para luego
cerrar mis ojos y
caer en un profundo sueño.

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⏰ Última actualización: May 07 ⏰

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