Please

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I've been on my knees
Change the prophecy
Don't want money
Just someone who wants my company
Let it once be me
Who do I have to speak to
About if they can redo
The prophecy?

...

El matrimonio debería ser ese acto puro de amor en donde dos personas se unen y juran su amor para el resto de sus vidas.

¿Eso es lo que dicen las películas, no?

Kim MinJeong también lo creía.
Oh, bueno. Ahora Yoo Minjeong.

Minjeong tenía esa pequeña esperanza de encontrar su alma gemela en alguien y poder estar juntos por siempre, eso fue hasta que sus padres anunciaron su compromiso con la hija menor de los Yoo.

Yoo Jimin su ahora esposa era un sueño, la mayor le dedicaba dulces sonrisas desde que se conocieron, siempre siendo amable con Minjeong, a un punto que la menor no sabe en qué momento comenzó a enamorarse de verdad, le gustaba estar con ella y parecía algo mutuo.

Su matrimonio fue más un arreglo formal para obtener beneficios en ambas familias. Jimin le aseguró que todo estaba bien y que deberían hacerlo funcionar.

Y Minjeong le creyó. Cada día estaba más convencida de que ese matrimonio no sería como el de sus padres o el de su hermana. Genuinamente creía que podría volverse real y mutuo.

Pero fue como quemarse las manos a conciencia. Ella realmente cayó en una mentira que ella misma imaginó.

Ahora, luego de cuestionar las sospechosas salidas y llegadas tardes de Jimin, no esperó que todo terminara tan mal.

Sus pequeñas manos sostenían el borde de la camiseta de Jimin, estaba aferrada a que haya visto mal.
Ella no podía hacerle eso. Era estúpido.

También cree que está exagerando un poco, encontrar un chupetón puede ser algo alarmante, pero gritarle a Jimin quizá fue demasiado, ¿no?

Estaban en una sesión rápida de besos mientras Minjeong estaba encima de ella en el sofá. Un poco antes de que Jimin tuviera que irse por un asunto urgente de trabajo. Esos besos quizá eran para convencerla de quedarse.

Cuando Minjeong fue a su cuello notó una marca particular que ella no recuerda haber hecho. Y cuando comenzó a cuestionarla Jimin trató de irse diciendo que en verdad debía irse, tenía trabajo y era muy importante.

Después de todo, Jimin es quien más provee en la casa, prácticamente su vida acomodada se debe a ella. No debería estarle gritando luego de todos esos días duros de trabajo, y aunque Minjeong también tenía un trabajo en una editorial, su ingreso era menor al de Jimin que era una reconocida empresaria.

Solo quería una pequeña explicación, y esperaba no fuera lo que creía que era.

Ambas estaban de pie y Minjeong cada vez sentía su corazón latir rápido ante la incertidumbre de la respuesta.

Jimin quitó bruscamente sus manos lejos de ella y la miró con disgusto—. Eres muy molesta —farfulló. Analizó a la menor y decidió solo soltarlo, ya estaba algo cansada de eso—. Sí, me veo con alguien más, ¿qué hay con eso?

Minjeong frunció sus cejas y la miró confundida—. P-pero estamos casadas...

La mayor sostuvo con sus dedos el puente de su nariz y la miró fijamente.

—¿Eres idiota? —Preguntó molesta. Mordió su labio y simplemente bufó, no quería enojarse— Esto fue arreglado, MinJeong. No sé qué esperabas de mí, no estoy enamorada de ti. Nuestro matrimonio es una farsa, y lo sabes, no sé por qué lo vuelves tan tedioso, simplemente vivamos nuestras vidas lejos de este mal acuerdo, ¿bien?

The Prophecy || WinRina (OneShot). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora