En tus inocentes ojos, veo el reflejo de un imposible anhelo,
un deseo secreto que en mi pecho es un duelo y una horrible tortura.
En la penumbra, nuestra historia se despliega,
un suspiro profundo, una pasión ciega...
Toma mi mano..y sígueme hasta...
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Todavía lo rememoro..la primera vez que ví a mi querido y pequeño diablillo, al travieso rubio que le encantaban los juegos sucios, la primera vez que me enredo en su mar de bromas obscenas...
Aunque no sería apropiado que hable de el si no me presento primero..¿No es verdad? Primero que todo, mi nombre es Sebastián Michaels, un fiel mayordomo de un chico de nombre Ciel Phantomhive el cual tenía una edad similar a la de mi adorable pecado, un poco menor que el; a decir verdad, mi joven amo es un niño difícil, aunque admiro bastante su convicción y demás.. también he de admitir que es un poco caprichoso en cierto modo; soy su mayordomo desde que la mayoria de su familia falleciera en un trágico incendio hacia ya unos años y claramente no soy su sirviente simplemente porque si...tengo un trato con el cuyo sello se plasma en mi mano izquierda mientras que por su parte el tiene dicha marca en uno de sus ojos... Así es, soy un demonio atado a un trato con un humano a cambio de un deleitante festín que me brindaría su alma eventualmente...o eso pensaba hasta que ví a mi verdadero placer.
He de destacar también que yo no soy alguien sentimental y mucho menos alguien lujurioso, solo me interesa cumplir con mi parte del tratado como es debido por lo que Sebastián Michaels siempre ha intentado de ser alguien correcto y seguir las normas impuestas por su respectivo amo y es por ello que no me gustaría que piense mal de mi desde el inicio, hay una explicación para todo este mar de extrañezas.
Mi joven amo jamás fue alguien de muchas amistades o eso es lo que imaginaba ya que nunca en el poco tiempo de servirle, lo ví con algún amigo o colega en nuestra mansión o fuera de ella, siempre que salíamos era para algún mandado o cosa importante para el, por ello me fué sorprendente cuando una mañana, mientras le colocaba sus zapatos en sus delicados pies como todos los días, me hablaba de algo importante..
- Sebastián..¿Lees el periódico cotidianamente? — preguntó bajando la mirada hacia su sirviente, percatado de como este parecía pensar antes de responder.
- No suelo leerlo a diario..pero, si llego a saber de las noticias del momento — hizo una pausa antes de volver a hablar — ¿Por qué lo pregunta tan de repente?
Mi amo parecía querer darme una noticia importante, por lo que cuando terminé de alistarlo para el soleado día de primavera, me levanté del suelo para abrir las grandes cortinas de su habitación, sentía como no alejaba su vista de mi en esos misteriosos segundos de silencio hasta que decidió hablar nuevamente.
- Hace como una semana anunciaron en el periódico que un importante miembro de la realeza española y su familia vendrán a este país por un asunto importante
»me pareció una buena oportunidad para poder hacer lazos con esa gente y es por eso que los invite por medio de una carta a quedarse en esta casa.
Sus palabras me sorprendieron ligeramente, entendía bien sus razones pero lo que llamaba mi atención era el hecho de no haberme informado previamente..su explicación en cuanto le recalque ese hecho fue un "olvide decírtelo" con una expresión desinteresada, típica de un adolescente.
