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Dale boluda abramos una nomás. —Decia con algo de insistencia Tiziana mientras seguía a la otra por el pasillo de aquel departamento.

No, ni llegamos todavía y ya querés escabiar dejate de joder. —Le contestó de mala gana mientras subía las escaleras y sacaba sus llaves.

Boe re corta mambo sos. —Luego de decir eso el lugar quedó en silencio siendo lo único que llenaba el ambiente el sonido de las llaves de Milena abriendo la puerta principal de su depa.

Era un sábado, específicamente era de medio día y como era fin de semana el dúo de amigas pensaron en juntarse y tomar un poco y boludear entre las dos o sacarle el cuero a algun pibe. Aunque fueran a diferentes facultades y no se vieran tan seguido, seguían siendo muy unidas y mantenían un buen contacto.

Milena dejó la bolsa con el fernet y la coca arriba de la mesa mediana que ocupaba un gran espacio de la habitación, soltando un suspiro al poder porfin descansar el brazo.

No te costaba nada llevar algo por lo menos. —Le recriminó sin dirigirle la mirada.

Boe que te pasa andas re alterada.

No boluda pero es que si vos también vas a chupar por lo menos traé algo o ayudame con las cosas. —Despues de decir eso la miró fijamente.

Si, admitía que estaba un poco alteradita, pero en esos momentos no le importaba. Lo que invadía su mente en esos momentos era la imagen de la cara de Tiziana mirándola como la cagaba a pedo.

Sus ojos mirando para abajo mientras su expresión se suavizaba y se creaba una nueva igual a como cuando tu mamá te cagaba a pedo y lo único que te quedaba era mirar el piso.

Bueno... guardá las botellas yo me voy a bañar. —Escapando de la incomoda situación, Milena se fue a su habitación en busca de ropa para, en sus mismas palabras, bañarse.

Tiziana quedó estática en su lugar, se sentía rara. Era la primera vez que la contraria le hablaba de esa forma, tan... enojada con ella.

Parecía algo tonto, pero le afectaba de una forma que no podía describir, y odiaba no poder darle un significado a lo que sentía.

Ignorando sus propios pensamientos, agarró la bolsa de arriba de la mesa y se dirigió hacia el mini freezer que había al lado de la tele, metiendo cuidadosamente las dos botellas.

Quedó parada ahí. Todo el lugar estaba en silencio, o bueno, no del todo. Desde el baño se escuchaba el chapoteo del agua, al parecer la otra ya se había metido a bañar.

Aburrida, se sentó en una de las sillas del lugar y buscó en su celular algo para distraerse del sentimiento de culpa que la invadía al haber hecho enojar a Milena.

[...]

Eran las 21:05. El ambiente entre ambas chicas había mejorado, al parecer había sido un pensamiento mutuo el fingir que nada había pasado y que Milena no cagó a pedo a Tiziana.

Actualmente ya estaban preparando el primer vaso de fernet. También ya habían puesto el parlante de Tiziana para escuchar musica mientras escabiaban.

Hablaban y reían amenamente entre las dos disfrutando de la música a un volumen leve mientras se pasaban el vaso una y otra vez para tomar un sorbo de la bebida alcohólica, la cual al acabarse, llenaban el vaso de nuevo.

Las miradas extrañas y los comentarios en forma de joda que se tiraban entre las dos hacían un ambiente algo raro pero a la vez cómodo para ellas.

Hace rato se traían ganas, y estaban dejando salir a flote esas ganas gracias al alcohol, haciendo que inconscientemente se tiraran indirectas que se hacían las que no la entendían pero que en realidad sabían perfectamente que significaban. Era como un juego en el que la que se hacía la más estúpida ganaba. Por el momento era un empate.

Drunk -Tizena-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora