My Sister's Ex | Taekook

5

Era un día soleado, con una brisa fresca y agradable entrando por la ventana de su apartamento, mientras preparaba todo lo que tenía que llevar en su maleta.

—¿Qué más falta?— preguntó Jimin tras él, captando su atención. Jungkook sonrió con emoción.

—Ya está todo listo.— Contestó. —¿Puedes llevar mi porta trajes? No quiero arrugar mi traje de bodas.

Jimin sonrió, esa sonrisa que le hacía saber que estaba igual de melancólico que él. Hoy era el día especial, en el que por fin se uniría a su prometida en matrimonio. Y pensar que sintió que fue mucho tiempo el que pasó desde que Jungkook le pidió matrimonio a su novia.

Había estado ahí para él, le había visto crecer como persona, claro que le ponía melancólico el ver a su mejor amigo casarse. Jungkook merecía esa felicidad que tanto persiguió inclusive en sus momentos más difíciles.

—Hoy es el día.— Dijo Jimin, colocándose a su lado, frotando la espalda de su amigo. —Para ti fue una eternidad, pero para mí creciste demasiado rápido.

Jungkook sonrió —Siempre dices eso, hyung.— Soltó un suspiro, dejando salir ese nerviosismo y la emoción junta. —Ya quiero ver lo hermosa que Gye se verá en su vestido.

—Se van a ver hasta que estén en la iglesia, puedes aguantar un poco más.— Le consoló Jimin. —Pero para eso tenemos que irnos ya, tenemos que terminar de ponerte guapo.

El camino a la iglesia le pareció larguísimo, siendo que no estaba demasiado lejos de su departamento. Se preguntó el por qué todo era tan lento ese día, sin saber que en algún momento todo sería demasiado rápido.

—¿Estás nervioso?— preguntó Jimin, viendo a su amigo ser peinado por la estilista que Jungkook contrató, esperando paciente por él.

— Creo que voy a vomitar.—Declaró.

—Yo también.— Aportó Yoongi sentado a un costado de Jimin en la habitación que proporciona la iglesia para los últimos arreglos para bodas. Tocó su estómago con molestia. —Creo que lo que comí me hizo daño, todo por culpa de Jungkook.

—Estoy más nervioso que el novio.— Se burló Jimin, frotando sus manos al sentir ansiedad.

—Creo que si voy a vomitar.

—Bueno, creo que no.

El peinado estaba hecho, el bonito traje adornó el cuerpo de Jungkook, quedando a medida, haciendo lucir su figura. Se veía increíblemente apuesto. Ambos amigos lo miraron desde atrás mientras terminaba de acomodar su saco negro. Dio media vuelta, encarándolos, haciendo que algo en sus pechos se apretara al verlo.

Jimin fue quien se acercó a él y acomodó el cuello de su camisa, Jungkook notó sus ojos lagrimear mientras sonreía.

—Tu madre estaría orgullosa de ti.— Su garganta se sentía con un nudo.

—Ella quería verme con mi traje de novio.— Murmuró Jungkook, y aunque sabía que no iba llorar, algo en él dolió al mencionar a su madre.

—Y te está viendo desde donde está.— Dijo Yoongi, acercándose a un lado de Jimin. —Y estoy seguro de que está feliz por ti.

No quería llorar, sabía que arruinaría su maquillaje si lo hacía, pero eso no evitó que sus ojos se llenaran en lágrimas.

—Quisiera que estuviera aquí.— Su voz sonó más aguda, pudo ver a sus amigos mirarle con tristeza y lágrimas contenidas al igual que él. —Espero que esté viendo todo esto.

Y no pudo continuar por que los brazos de sus amigos rodeando su cuerpo se lo impidieron, abrazando con fuerza, haciéndole sentir que no estaba solo y nunca lo estaría. Siempre estaría acompañado de ellos, incluso ahora que era el mejor momento de su vida.