OneShot

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OneShot

Carlos Sainz *X* Charles Leclerc




La mañana había estado algo nublada; los vidrios de las ventanas estaban empañados haciendo que el paisaje de afuera se viera algo borroso a través de estos ya que había llovido durante la noche.

El día anterior, Charles había competido quedando en el tercer lugar del podio; una buena posición que le había sumado puntos a su equipo. No había querido asistir a la fiesta para celebrar el triunfo la noche que decidió irse a dormir temprano ya que todo tenía una gran y válida razón: la pole position se la había llevado el ex novio de su pareja, ellos habían quedado en buenos términos e incluso eran muy buenos amigos, demasiado para su gusto ya que él era una persona que decía que "donde hubo fuego, cenizas quedaban".

El chico tenía un mal presentimiento muy dentro de él, no había hablado con Carlos desde la noche anterior donde le dijo que no se preocupara, que todo estaría bien; por supuesto que le costó conciliar el sueño, notando que el hombre no llegaba a casa y pasaban las horas en las que tampoco contestaba los mensajes. Se permitió llorar esa noche solo por si las dudas, deseaba estar equivocado por primera vez en su vida, pero las horas pasaban tan lento y no recibía señales de él.

Mientras tanto, el 55 se encontraba empezando su mañana rodeando en sus brazos al amor de su vida después de haberle hecho el amor múltiples veces la noche anterior; había pasado toda la noche de la fiesta entre gemidos, jadeos, sudor, fluidos de dudosa procedencia y el sonido del choque de sus cuerpos fundiéndose en el otro una y otra vez, antes de quedarse dormido sin la más mínima consideración de usar preservativo para sentir el interior del ajeno con total propiedad y hacerlo suyo como tantas veces había querido hacerlo antes.

¿Cómo llegaron a eso? No tiene mucha ciencia: después de unos tragos, la música a todo volumen y la gente fuera de sí mismas por la euforia del momento, Carlos y su mejor amigo en medio de un sensual y provocativo baile no aguantaron más las ganas; en medio de besos subían las escaleras de aquella casa y no se supo más de ellos en toda la noche.

La madrugada había sido tan fugaz como la velocidad de la luz al encender una linterna, ya era más de media noche y en todo el día Charles había estado preparándose para el luto de su relación entre lágrimas, sin haber tocado ningún tipo de alimento y sin levantarse de su cama totalmente disociado y pensando en lo que podría estar haciendo Carlos con Lando. Él sabía que siempre sería la segunda opción y que si el mayor tuviese la oportunidad de elegir, elegiría a su mejor amigo por sobre todas las cosas, incluso de él, ya que el menor solo había sido un consuelo y un tipo momentáneo de reemplazo en el equipo para Sainz cuando lo separaron de Norris.

¿Alguna vez he sido la primera opción? Se preguntaba Leclerc una y otra vez, quizás ante los estándares de Carlos, él no se le acercaba ni a la uña del pie a su amante, se sentía una basura en esos momentos. Decidió sacudir todos esos pensamientos de su cabeza para intentar dormir, con el dolor de cabeza palpitando fuertemente en su cerebro y los ojos hinchados, él totalmente deshidratado.

Eran las 2 de la mañana cuando su teléfono vibró sobre la mesa, una llamada entrante de ese agendado que ya conocía muy bien: "Cariño 💘". Justo en ese instante se replanteó si el emoji era su corazón flechado de amor o si era una daga que le había hecho daño apuñalando su corazón, llegando a la conclusión de que era la segunda.

Contestó sin más, sin decir ni una sola palabra.

–¿Dónde estás? –Dijo Sainz con la voz arrastrada, se le notaba lo ebrio que estaba y también se le notaba el hecho de que estaba entrando recién a su apartamento porque las llaves del mayor sonaban a través del parlante del celular.

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⏰ Última actualización: May 06 ⏰

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