Capítulo Único

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Jimin se encontraba caminando por las calles prácticamente oscuras que daban a su pequeño apartamento. Había tenido un día agotador en el trabajo, había tenido que soportar todo tipos de clientes. Su cabeza dolía y tenía mucha hambre y para rematar parecía que volvería a llover.

Su vida era un desastre, sus padres lo votaron de casa al enterarse de que era gay, tuvo que irse solo y sin ninguna ayuda. Logró conseguir empleo en una pequeña cafetería donde el sueldo malamente le alcanzaba para la renta en uno de los barrios más malos.

Pero quería ser positivo sabía que en algún momento todo mejoraría, que podría conseguir un buen trabajo sin un jefe abusivo y acosador. Que podría tener una pequeña pero acogedora casa en un lugar más decente. Eso era todo lo que pedía, nada más, se conforma tan solo con eso. Pero porque la vida se empeñaba en ponérsela cada vez más difícil.

Miró un cartel de publicidad donde salía el gran ceo Jeon Jungkook, joder quería aunque fuera un poco de la suerte de ese hombre. Era la persona más rica de toda corea, era dueño de prácticamente todos los hoteles del país. Vivía de viajes y fiestas y podía tener a la mujer e incluso a los hombres que quisiera.

Mientras caminaba seguía pensando en lo lindo que sería encontrar una pareja. Pero eso era otra cosa que se le daba fatal.

Había ido a unas cuantas citas pero siempre uno era peor que el anterior.

Iba tan concentrado en sus pensamientos que no se dió cuenta que había entrado en los suburbios. Apretando su bolso contra su pecho comenzó a caminar más rápido. Pero un gran ruido lo detuvo, cuando lo volvió a sentir pudo ver que venía de un callejón sin salida, por lo que decidió continuar, estas escenas en las películas nunca terminaban bien. Pero antes de continuar pudo sentir personas y luego golpes y un chillido de dolor.

Por más que quiso no pudo continuar por lo que fue a ver, sabía que era mala idea que la curiosidad mató al gato. Pero definitivamente no esperó encontrarse con una escena así.
Tres hombres estaban lastimando a una pantera, el pobrecito animal apenas y podía defenderse tenía sus patas lastimadas y el lomo y pecho cubierto de sangre.

Por más que quiso irse y no meterse, al mirar aquellos ojitos de cachorro asustado no pudo así que se armó de valor y sacó su teléfono.

-Si oficial esa es mi dirección acá se encuentran tres tipos agrediendo a una persona sino se apuran lo van a matar. Oh ya vienen que bueno

Los hombres al escuchar miraron al rubio, como se atrevía a mentir, cuando fueron a por él jimin pensó que lo matarían pero como si fuera cosa del destino se escuchó una sirena. Así que los hombres decidieron correr ya que pensaron que el rubio en serio había llamado a la policía.

Jimin rápidamente fue a donde estaba el animal, se fue acercando poco a poco.
-Bien escucha no se si me entiendas pero solo quiero ayudarte, no voy hacerte daño.

El animal sólo bajo la cabeza en señal de que había entendido. Jimin se quitó su abrigo para evitar que siguiera perdiendo sangre.

-Madre mía eres mucho más grande de lo que pensé. Cómo voy hacer para llevarte.

Sin más elecciones tomo con mucha dificultad a la pantera y la colocó en su espalda tratando de no lastimarla tanto. Con mucho esfuerzo logró ponerse de pie.

-Oh wuao puedo sentir que eres macho, perdón creía que eras hembra.

Una risita nerviosa salió de los labios de jimin. Así que con mucha dificultad siguió el camino a su departamento. Agradeció qué viviera en un lugar de mala muerte y que ni seguridad hubiera sino no sabría como metería a una gran pantera negra al lugar.

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