Mary Blandy

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"Por el bien de la decencia, no me cuelguen muy alto" (1752). Fue colgada en Inglaterra por haber matado a su padre con arsénico. Sus últimas palabras demuestran que tenía pudor, dado que llevaba un vestido corto, o quizá solamente tenía buen humor.

Últimas palabras de famosos (y no tan famosos) antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora