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Wei Wuxian trago en seco ante la pregunta.

¡¿Quien se supone que era este y como sabía de dónde venía?!

—Y-yo... ¡Se está equivocando!— Dijo intentando ocultar su nerviosismo sin éxito.— Yo soy del pueblo vecino.

Apesar de la respuesta, el hombre desconocido no retrocedió ni bajo su arma. Para este momento era evidente el frío sudor que bajaba por la frente de Wei Wuxian.

—Yunmeng Jiang.— Dijo derrepente el hombre provocando que los ojos de Wei Wuxian se abrieran con sorpresa.

—¿C-como...?—  Wei Wuxian fue interrumpido nuevamente por la firme voz del contrario quien parecía haber bajado un poco el arma, cosa que calmó un poco al más joven quien no pudo evitar soltar un suspiro de alivió.

—No eres un heredero, o por lo menos no te veo digno de eso.— Dijo bajando la mirada para ver la espada a los pies de Wei Wuxian, se notaba que era de buen material por lo que claramente no podía ser de un simple niño mendigo, además por más desarreglado que se viera el joven chico, la ropa no era de alguien nacido bajo la pobreza o por lo menos no de alguno que hubiera vivido desde su nacimiento hasta ahora en ella. Su cultivo era claramente bueno o por lo menos eso podía percibir el mayor, ¿Sería un discípulo cualquiera en la secta, o tendría un papel más importante? Wei Wuxian lo miró con confusión.— ¿Que hace un niño tan lejos? ¿Fuiste exiliado por algún crimen?

El joven rápidamente negó con ambas manos. No podía permitirse ser acusado de algo así a pesar de que de alguna manera si tenía que ver, ¡Pero no había sido exiliado!

—¡No!... Yo estoy...— Bajo un poco la cabeza pensando muy bien sus palabras, ¿Sería prudente contarle a este desconocido sus razones para irse? ¡Claramente no! Después de todo, ¿Que le aseguraba que ese hombre no se aprovecharía de él por su situación actual?... ¿Pero había otra opción?— Yo... ¡Estoy en un viaje para mejorar mi cultivo!— Dijo finalmente.

Apesar de no poder ver por completo el rostro de aquella otra persona no solo por las prendas que lo cubrían si no también por su altura, pudo notar a duras penas como este enarcaba una ceja ante la información recientemente recibida.

—Un niño como tú no debería estar tan lejos solo por "mejorar su cultivo"— Dijo con el mismo tono frío el desconocido quien por fin había bajado su espada por completo pero por alguna razón aún no se atrevía a guardar. Lentamente dió un par de pasos hacia atrás alejándose del más joven para luego darle la espalda.— Deberías volver a tu zona. El mundo de las artes marciales no es para un joven como tú, o por lo menos no uno que no está asociado con el. Vuelve con tu madre o algo así.— Dicho esto empezó a caminar hacia el bosque.

Wei Wuxian frunció el ceño y apretó sus puños, ¿Quien se creía el para mandarlo de vuelta solo porque si? ¡El no era débil! Además, ¿Que podía haber de diferente entre ambas zonas?

En eso su cuerpo repentinamente empezó a temblar, así cayendo en cuenta de la situación en la cual estaba, ¡Ya había iniciado la tormenta y aún no había llegado al pueblo! Claramente no podía seguir su camino de esa manera y se negaba a buscar más cuevas.

Alzó su mirada dándose cuenta de que aún el desconocido de negro no se había ido por completó por lo que saco su voz más lastimera y tiriteante, era su momento de ver si ese hombre tenía algo de corazón.

—Pero... Yo no tengo mamá.— Dijo en un tono lastimero mientras veía como el hombre se detenía abruptamente.— En la secta no soy muy querido y por eso estoy aquí. Por alguna razón la madame del lugar me mandó lejos, posiblemente para no verme más nunca... No tengo más familia así que no tengo un lugar al cual volver exactamente...— No había mucha mentira en las palabras de Wei Wuxian, después de todo no era secreto el odió que le tenía la matriarca Jiang quien posiblemente había de haber estado muy feliz el día que se fué de la secta sin siquiera despedirse, más se golpeaba mentalmente por decir que no era muy querido en la secta pues no solo Jiang YanLi o Jiang Cheng y el líder de secta le daban mucho cariño, si no el resto de sus hermanos marciales y compañeros de secta.

El Gato y El ConejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora