La princesa Selene y la armadura prestadaEn el reino de Arcadia, gobernado por el bondadoso Rey Oberón, vivía la princesa Selene. A diferencia de las princesas de otras historias, Selene no soñaba con bailes de gala o príncipes encantados. Su corazón anhelaba la aventura y la valentía de los guerreros que defendían su tierra.Selene tenía dos hermanos mayores, los príncipes Héctor y Aquiles, quienes eran conocidos por su destreza en la batalla. Desde pequeña, Selene los observaba entrenar, fascinada por su fuerza y habilidades. A pesar de las súplicas de sus padres y las advertencias de las damas de compañía, Selene insistía en aprender a luchar junto a sus hermanos.Con el tiempo, el Rey Oberón, reconociendo la determinación de su hija y su talento innato para la batalla, accedió a entrenarla en secreto. Bajo la tutela de los mejores guerreros de Arcadia, Selene se convirtió en una espadachina excepcional, aprendiendo estrategias de combate y dominando diversas armas.Un día, una terrible amenaza se cernió sobre Arcadia. Un ejército invasor, liderado por el despiadado General Kruul, cruzó las fronteras del reino, sembrando destrucción y aterrorizando a la población. El Rey Oberón, enfermo y debilitado, no podía liderar la defensa del reino. Los príncipes Héctor y Aquiles partieron al frente de batalla, dejando a Selene con el corazón encogido y la impotencia de no poder acompañarlos.Sin embargo, Selene no se resignó a quedarse de brazos cruzados. Mientras sus hermanos luchaban en el campo de batalla, ella ideó un plan. Se vistió con la armadura de uno de los soldados rasos, ocultando su identidad bajo el casco y la capa. Siguiendo el rastro del ejército invasor, se infiltró en su campamento, decidida a hacer todo lo posible para ayudar a su pueblo. En la oscuridad de la noche, Selene se movió como una sombra entre las tiendas enemigas, liberando prisioneros, saboteando armas y sembrando confusión entre los soldados. Su valentía y astucia sorprendieron al enemigo, quienes no podían comprender cómo un simple soldado podía causar tanto daño.Al amanecer, cuando los príncipes Héctor y Aquiles lideraron el ataque final contra el ejército invasor, se encontraron con una fuerza desmoralizada y desorganizada. La Princesa Selene, luchando con la ferocidad de una leona, se reveló ante sus hermanos, uniéndose a la batalla con un grito de guerra que resonó en todo el valle. Juntos, los tres príncipes de Arcadia derrotaron al General Kruul y su ejército, liberando a su reino de la tiranía. La valentía y el sacrificio de la Princesa Selene se convirtieron en una leyenda, inspirando a las generaciones venideras a luchar por lo que creen y a defender aquello que aman. A partir de ese día, Selene no solo fue conocida como la princesa de Arcadia, sino también como la heroína que salvó a su reino, demostrando que el valor y la determinación no tienen género.