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Un rato después de quedarse mirándolo como un idiota, Ivan recordó a lo que principalmente había ido a hacer al cuarto en dormía el castaño

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Un rato después de quedarse mirándolo como un idiota, Ivan recordó a lo que principalmente había ido a hacer al cuarto en dormía el castaño

– T-Te traje el desayuno– dijo aún perdido en los bellos ojos que poseía el bajo

– A-Ah gracias– dijo el castaño sintiéndose nervioso por la mirada de el pelinegro clavada en él, o mejor dicho en su mirada

El pelinegro aclaró su garganta y después dijo – V-Vos ya te sentis mejor?– con su acento clásico santafesino mostrándose preocupado por el ojiesmeralda

– Ah, bueno algo– dijo siendo sincero el castaño ya que todavía se sentía inseguro y cansado

– A por cierto, olvidé presentarme, me llamo Ivan– dijo extendiéndole una mano al bajo

– R-Rodrigo– dijo nervioso estrechando su mano con el pelinegro

– Bueno, te hice el desayuno, después si quieres puedes descansar un poco más o podemos hacer algo más y después contactar con tus amigos o familia para que vengan por ti– y al oírlo decir eso recordó, mierda, es cierto, Tomás y Germán deben estar muy preocupados por mi

– Tienes algún teléfono que puedas prestarme?– preguntó hacia el pelinegro

A lo cual este sacó de su bolsillo su propio teléfono desbloqueandolo y dándoselo en las manos

El castaño rápidamente marcó el número de Tomás y lo llamó, al tercer tono atendió – Hola?– preguntó del otro lado de la línea su amigo – Hola, Tomás, hijo de puta, tú y Germán ayer me dejaron re solo boludo– reclamó enojado el castaño – Rodrigo?– preguntó el chico homosexual del otro lado del teléfono – Si, pelotudo, quien más va a ser?, tu vieja en tanga?– respondió con sarcasmo el ojiverde – Es más, te dejo, este no es mi teléfono me lo prestaron, más tarde cuando llegue a mi casa te voy a matar, chau chupa pija– dijo por último, antes de colgar la llamada

– Gracias– dijo devolviéndole el teléfono a Ivan

– No hay problema, come que se enfría, voy a estar abajo– habló el santafesino viéndolo a los ojos

– Ok– aceptó el castaño tomando la bandeja con comida que le había llevado el azabache empezando a desayunar

Mientras tanto el pelinegro salía del cuarto pensando en lo lindos que eran los ojos del castaño. Después de unos 20 minutos, bajo las escaleras el castaño encontrándose con Iván quien estaba sentado en un sillón de la sala leyendo

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⏰ Última actualización: May 17 ⏰

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