Malos Hábitos || Fangar (Fang x Edgar)

Parte II - ¿Vamos a tomar?

Un rechazo era lo que faltaba para que este ciclo escolar comience con su mejor cara, y quien mejor para que el rechazado fuese mi queridísimo compañero "Edgar".

Me quedé pensando tan solo unos segundos, estaba claro que Emz no sentía lo mismo que Edgar así que no sé qué le pasaba en su cabeza para decidir soltar sus sentimientos hacia ella, ¿acaso pensaba que algo podía cambiar entre ellos dos? Sin duda creo que era un plan inútil, solo iban a arruinar la poca amistad que tenían.

Edgar solo observaba el suelo mientras creo que esperaba a que le contestara a lo que me había dicho, pero entre cada segundo que pasaba pensando mi respuesta, solo deseaba con más ansias no haberme metido en esta situación.

- Lamento escuchar eso, Edgar. — Fue lo único que logré decir por la presión que yo mismo me ejercía.

- No tienes que lamentarlo, fue mi decisión haberme confesado. — El rostro de Edgar se veía cada vez más apagado, una parte de mí no le agradaba este chico pero había otra parte donde tenía un pequeño grano de empatía hacia él. Solté un suspiro y le di unas palmadas en su espalda tratando de reconfortarlo.

- Sabes, quizás venir a una fiesta conmigo te alegre un poco tu día. — De inmediato volteo a verme sorprendido manteniendo una ceja levantada, parecía que estaba dudando de sí lo que decía era verdad; ni siquiera yo confiaba en que lo decía de verdad.

- ¿Una fiesta? — Preguntó. Supongo que esa es la última oferta que esperas cuando te rompen el corazón.

- Así es, creo que el alcohol podría ayudarte un poco con tu corazón dolido. — Sin duda soy una mala influencia para este chico.

- No suelo beber para ahogar mis penas...aparte, las fiestas no son lo mío, quizás me engenté —

No quería rogar para que vaya conmigo a una fiesta, en especial porque realmente no lo deseaba ahí, quería irme a divertir, no a sentirme como niñero cuidando al pequeño con el corazón roto.

- Bueno, te comprenderé si no quieres venir. — No estaba para rogarle a una persona que no me agradaba. Comencé a levantarme del suelo cuando sentí que me agarraban de la mano con un pequeño jalón, deteniéndome de pararme por completo.

- Iré a la fiesta. —

- Genial. — Fingí una sonrisa.

Saqué mi celular del bolsillo derecho de mi pantalón deportivo he ingresé en nuevos contactos para agregar a Edgar, sólo tuve su número una vez para un trabajo pero lo elimine en cuanto acabamos la actividad ya que me era irrelevante conservarlo.

- Pásame tu número de nuevo, hace no mucho se eliminaron mis contactos — Extendí el brazo con el celular dándole permiso a Edgar para que escriba su número por sí mismo. Una vez escrito, me lo devolvió.

- Bien, te escribiré para organizarnos. — Con eso me terminé retirando y sintiendo un mal sabor de boca, otra vez tenía aquel número y más aparte, la haría de niñero. Todo esto me pasa por tener empatía.

...

Buster estaba esperándome aún en la clase de educación física, a decir verdad, su expresión decía que ya estaba a nada de comentarle al profesor que no estaba.
Me dirigí corriendo hacia él mientras alzaba una mano para señalarle que ya estaba de regreso.

- Hasta que te dignas a aparecer, ¿por qué tardaste tanto? La clase ya va a terminar. —

Lo observé y me rasqué un poco la mejilla algo incómodo por el percance anterior.

- Sucedió una situación y adivina quién más asistirá a la fiesta. —

- ¡¿Shelly?! —

- No, eso sería bueno...pero va a ir Edgar. — Me crucé de brazos mientras Buster mostraba una expresión sorprendida.