02: Clase de Matemáticas.

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Maldito Profesor. Esos sueños pasaban frecuentemente, no me molestaba, pero habia veces que simplemente no podía mirar a los ojos al profesor por tanta vergüenza que llevaba por dentro. Soñar tanta barbaridad tenía consecuencias, como estar distraída en las clases, ya que como dicen: El flashback no respeta hora ni lugar. Y bueno, los Flashback de mis sueños siempre se repetían en mi cabeza, y como consecuencia de eso, sonreía como una idiota. Cosa que a los profesores se les hace una falta de respeto, pues piensan que se burlan de la clase o algo parecido.

...

Deje mis cosas en ese casillero desgastado y caminé hasta el aula de clases. Eran mis clases favoritas por dos razones, primera: Las clases eran de Matemáticas y a mí me encantan los números, aunque este apunto de reprobar esa materia por no entregar trabajos, ya que temo acercarme al escritorio del profesor. Segundo: Porque quien da las clases es el profesor Murphy... En mi opinión, el profesor más bueno. Los demás son unos viejos los cuales son amargados y no tienen nada de interesante.

El profesor Murphy entró desde hace dos años, desde que lo vi quedé sorprendida al ver un hombre tan apuesto, guapo, respetuoso y muy serio. Su actitud seria era una de las cosas las cuales se me hacían atractivas en un hombre... Y el profesor lo tenía todo. Era mi amor platónico y con el cual mis sueños no eran aburridos, si no todo lo contrario.

El problema era que era casado, aunque realmente no se le ve de los más feliz con su esposa. Pues un día me quedé un rato más en la biblioteca, cuando salí vi como la esposa del profesor Murphy salía de una camioneta muy elegante, traía un vestido rojo con el cual siendo honesta se veía hermosa. El profesor salió por la puerta trasera y su rostro reflejaba enojo, parecía ser que no le gustaba que lo vieran con ella. Los dos empezaron a pelear y el profesor la dejó con la palabra en la boca cuando desapareció de la vista de su esposa, se había ido tan enojado a su auto para luego arrancar e irse.

No soy una acosadora, en lo absoluto. Eso lo vi porque mi vista estaba en el parqueadero, así que era difícil no presenciar aquella pelea entre los dos.

Al entrar al aula de clases, el profesor no llegaba aún, así que caminé hasta llegar a los últimos asientos, nadie se sentaba en ellos, las chicas trataban de estar más cerca para poder coquetear con el profesor Murphy, cosa que me molestaba. Yo podría también hacerlo, claro, si no fuera tímida, estoy segura que estaría ahorita mismo igual o peor que esas chicas.

No las culpaba, para nada. De hecho, hasta algunas profesoras le coquetean sabiendo que esta casado, no les importa y se le van encima como las... Me reservo mis comentarios. Al profesor Murphy parece no importale en lo absoluto, pues no hace nada para alejarlas pero tampoco les devuelve el cumplido. Solo ríe con nerviosismo y no contesta.

Su sonrisa es muy linda, desde hace 1 año estoy en su clase, de hecho hago de todo para estar más tiempo a su lado. Seguro el ni siquiera me ha notado, los senos de las chicas de enfrente lo tienen muy ocupado como para prestarme atención a mi, a alguien que viste con ropa holgada.

Mi cuerpo es muy hermoso, pechos no grandes pero tampoco pequeños. Cuerpo curvilíneo, mis ojos son verdes hermosos, mi padre me solía decir que era el verde más hermoso que había visto en su vida, que eran únicos y que jamás podría encontrarlos en alguien más. Y le creía. Tez blanca, labios carnosos y cabello castaño. Siempre lo llevo recogido con un moño desordenado o simplemente suelto.

Mi mirada se dirige hacia la entrada, donde la colonia del profesor inunda mis fosas nasales. Me quedo hipnotizada con tal hombre que entra y deja su maletín en el escritorio. Podría mirarlo todo el tiempo sin aburrirme, es tan hermoso que como dije anteriormente, lo sueño y pienso en el en todo momento. Mis pensamientos se ven interrumpidos por Antoni, mi mejor amigo.

— Sí lo sigues viendo así se dará cuenta que babeas por el... —

Dice mi amigo con gracia. Suspiro y apartó mi vista de mi profesor y me enfoco en mi amigo.

— No lo estoy mirando, Antoni. Preocupate por tus cosas. —

Ruedo los ojos con incredulidad. El es el único que sabe sobre mis pensamientos sobre el profesor Murphy, le cuento absolutamente todo, aveces creo que le tengo mucha más confianza a él que a mi propia madre. Si así se le puede llamar a esa mujer.

— ¡Oh, si, claro! Y a mi me gustan las mujeres... — Veo su sonrisa y es imposible no sonreír también. — Solo es un aviso, sabes lo chismosas que pueden ser las chicas de aquí y pueden crear cualquier rumor. —

Dice en un susurro que puedo escuchar perfectamente. Y si, tiene razón. Quizás lo dice por el rumor que se creó por el profesor Alexander y una chica de esta universidad. Decían que se acostaba con el profesor para que la chica tenga buenas calificaciones, no se supo la verdad, lo único que supe fue que el profesor se fue de la universidad y la chica de la ciudad.

— Aprecio que te preocupes por mi. Igual es imposible que alguien note que miro al profesor, se les hará muy normal, todos los de esta aula lo miran... Incluso tu. — Suelto una risa.

— Oh, bueno, pero yo no lo niego como... — La voz del profesor hace que todos guarden silencio.

— Buenos días, alumnos. — Todos contestan "buenos dias" al mismo tiempo, incluyéndome. — Como sabrán, se vienen los exámenes finales, y son los más difíciles. Espero y estudien mucho, no quiero verlos repetir año como algunos de aquí... — Lanza una indirecta para los chicos del baloncesto, los cuales repitieron año por estar jugando a lanzar la pelota. —

Después de eso, nos dicta algunos números para resolver algunas preguntas. Soy muy buena en esta materia, así que no se me complico nada, de hecho fui la primera en terminar.

Estoy consiente de que tengo que levantarme para ir hacia el escritorio para que revise mi trabajo, pero mis nervios siempre me traicionan y termino enredandome en palabras. Me sudan las mano, y pienso tanto hasta que me decido. Suspiro y me levanto haciendo ruido con la silla. Maldigo por lo bajo al sentir algunas miradas en mi. Caminé hasta llegar al escritorio.

— Termine, profesor. —

El profesor tenía su mirada en su computadora, mis nervios estaban a mil. Veo como levanta su mirada y joder... Sus ojos, son hermosamente azules y penetrantes. Bajo la mirada y veo como toma mi cuaderno, toma algunos segundos para revisar y vuelve su mirada en mi.

— Muy bien, señorita... — Entrecierra los ojos intentado recordar mi apellido. Así que hablo nuevamente.

— Maliah Glathier. —

— Claro, señorita, Glathier. Esta muy bien, puede tomar asiento. —

Deja mi cuaderno en mis manos y siento como mis dedos rozan con los suyos, voltea a verme y yo apartó nuevamente mi mirada, volteadome y caminando hacia mi asiento. Estaba nerviosa, ese toque se sintió muy bien... Aunque no fuera nada.

 Aunque no fuera nada

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Hola chicas! Perdón por las faltas de ortografía al igual que el ausentarme tanto tiempo. Pensé en dejar el fanfic hasta el primer capitulo, pero el apoyo fue verdaderamente asombroso que me convenció. Espero les guste.

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Los quiero.

Tess. ♡

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⏰ Última actualización: May 09 ⏰

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El profesor. - ᴄɪʟʟɪᴀɴ ᴍᴜʀᴘʜʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora