Born To Die
I. Amanecer...
Cuando le hablaron a Sergio era muy temprano en la mañana, el sol ni siquiera había anunciado su salida por el horizonte y ya tenía que empezar a preocuparse.
Con los ojos adormilados miró el número en la pantalla, el sueño se le fue de golpe ya que Jo Canales no le hablaba a esas horas a menos que fuera algo muy urgente.
—Dime... ¿Qué paso?
—Iba a verte, estaba por alcanzarte y algo paso.
La voz de Jo lo puso de nervios, salió de las sábanas de su acogedora cámara tomando su reloj inteligente, mientras la respiración agitada de Canales le indicaba que iba caminando.
—¿Dónde estas? —preguntó mirando las notificaciones en el reloj, lo colocó de inmediato en su muñeca, con el celular entre el oído y su hombro comenzó a vestirse.
—En el hospital, me tiene como contacto de confianza.
—Fue mi idea por si estaba en otro lado.
—Checo, esto está mal, dicen que había sangre y estaba medio inconsciente.
Sergio se detuvo en seco mirando hacia la ventana.
—No...
—Ya encontré al médico, date prisa, mientras preguntaré por él.
Colgó de inmediato y Sergio con los sentimientos adormilados se vistió con rapidez.
Sabía que no debió dejarlo solo en su estado, era complicado, pero a veces llegaba a ser muy necio.
No estaba ni peinado cuando alcanzó su coche y a gran velocidad partió hacia la dirección que ya le había mandado Canales. Sergio miraba su reloj encontrando la notificación que estaba buscando.
Estaré en casa descansando, te deseo suerte este fin de semana.
Te quiero.
Cuando llegó el lugar estaba muy tranquilo, las paredes blancas siempre le habían causado cierto nerviosismo, le recordaba tanto su infancia y esos parajes de su pasado eran demasiado tristes.Preguntó por el área de terapia intensiva y después de caminar por varios pasillos y subir dos pisos encontró a Canales que caminaba de un lado a otro con una mano en la barbilla.
—¿Cómo esta? ¿Qué paso?
—Primero cálmate.
—Estoy tranquilo, Jo, dime...
Jo lo miró un largo rato y le tomó de los hombros; la mente de Sergio corrió en muchos sentidos imaginándose lo peor y si no hablaba en los siguientes segundos comenzaría a golpear cosas.
—Lo encontró, no soportó verlo así y...
—El bebé...
—Esta en cuidados neonatales.
Los ojos de Sergio se abrieron de más, asustado.
—¿Lo golpeó?
Canales negó dos veces.
—Intentó defenderse pero iba por unas escaleras y... —tomó aire —La caída lo obligó a entrar en labor... es prematuro y esta delicado.
—Max.
—Sigue inconsciente.
Sergio se llevó las manos al rostro pasándolas después por su cabello.
—Ya lo están buscando pero a este paso...
—Debo verlo.
Canales asintió guiándolo hasta el final del pasillo a la parte más privada del hospital, por el ventanal al fondo se veía que el sol comenzaba a salir iluminando las paredes de un color amarillo, tomó aire escuchando el reloj pitar.
Canales le tomó la muñeca mirando los datos, le dijo que lo esperara adentro él pronto volvería.
Al entrar por la puerta sintió como la tensión en sus hombros se arremolinaba hasta terminar en un nudo en el pecho, le picaron los ojos al ver a Max recostado en una cama, el vientre plano bajo las sábanas blancas, conectado a máquinas que le mostraban los latidos de su corazón.
Estaba tan pálido, sus labios rosas lejos del color tan característico, bajo sus párpados había unas manchas moradas, llevaba un collarín y en la frente tenía una cortada que de seguro dejaría cicatriz.
Con mano temblorosa le acarició el cabello rubio, justo se acababa de afeitar y cortar el cabello, él siempre lo quiso así mientras Sergio lo prefería más largo.
Su piel estaba pálida y fría, le causaba tanto conflicto verlo sin el brillo rosa en sus mejillas, sin verlo sin sus ojos abiertos.
—Max... Maxie...
No había respuesta, las maquinas seguían indicando el latido tranquilo de su corazón.
Al verlo así, escuchando ese pitido constante y el frío en sus mejillas una ira incontrolable lo invadió.
Apretó su mano libre bajando el rostro, el corazón se le agolpó en el pecho con dolor, el aire se le iba en bufidos, la ansiedad porque no reaccionara le subía como bilis por la garganta.
Apretó los dientes y los ojos, tomó aire con fuerza soltándolo con dificultad después de unos segundos, el dolor en su pecho se volvió en una ira incontenible, sus colmillos le dolían, el reloj volvió a pitar.
Adentro, afuera, vuelve a suspirar, al abrir los ojos mira hacia la ventana donde el sol ya terminó por salir.
Mira a Max de nuevo, inmutable, como una estatua de cera, los colmillos le dolían y aun sentía que la ira quemaba en sus venas.
Canales entró en el momento en el que Sergio, aun molesto, acariciaba el cabello de Max dándole después un beso en la frente.
—Es la última vez que te lastiman, mi amor.
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Born to die
Fanfiction[AU] [Omegaverse] [Chestappen] Los secretos nos obligan a hacer cosas innecesarias para que puedan seguir viviendo en la oscuridad... Pero él no se arrepentía de esconder todo lo que ha hecho si con eso él seguía sonriendo. "Estamos unidos... y naci...