21. Yeonjun

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La noche allí era muy diferente a la que estaba acostumbrada. La cantidad de gente en la calle no era diferente a la mañana, al menos en aquellas avenidas tan grandes. Como multiples veces me había dicho Yuwon, las luces de los edificios y propaganda hacían de día esas calles. Sin el sol presente, las gafas de sol o las gorras seguían viéndose por la zona y yo echaba en falta alguna de ellas. Miré al cielo, no había ni una sola estrella.

—Te juro que te van a caer bien—miré de reojo a Yuwon, la muy idiota esbozó una pequeña sonrisa—¡Lo digo en serio!

Me empujó, mejor dicho, me embistió en plena calle haciéndome chocar con una pareja que paseaba. Me disculpé de inmediato, y antes de ver sus rostros de enfado Yuwon agarró mi mano y tiró de mí hacia ella. Pidió disculpas y comenzó a andar más rápido, mucho más rápido, casi corriendo. Acabamos en un parque, uno bastante iluminado y con una gran fuente rodeada de césped. A unos metros había una banda, y los llamo así porque no eran tres o cuatro, eran casi doce o quince personas. Veía a un par agachados mientras una chica parecía echarse atrás para coger carrerilla.

—Esa es Aeris—Yuwon sonrió muchísimo, su rostro se iluminó. De hecho, aceleró el paso dejándome unos cuantos atrás.

Adelantó a Aeris, corrió hacia los dos chicos pegados preparados para que la otra chica les saltara. Yuwon, sin dudarlo, apoyó sus manos en uno de ellos y los saltó sin dificultad alguna. Elevó los brazos en símbolo de victoria y casi todo el grupo se abalanzó sobre ella. Empezaba a entender un poco de dónde había sacado ella esa personalidad tan vivaz, se había rodeado de puros animales.

—Yeonjun, ¿cierto?

A mi lado, sin ruido alguno, había aparecido un fumador de más o menos mi altura. Miraba hacia la celebración del grupo mientras de sus labios salía un hilo de humo. Me miró de reojo, parecía querer disimularlo, pero yo estaba analizándolo con descaro. Desde sus Converse negras hasta esa corbata floja; me gustaba su forma de vestir.

—¿Fumas?

—No, y preferiría que dieras un paso más lejos.

Se le escapó una pequeña sonrisa antes de alejarse un paso de mí.

—Sabes que Yuwon fuma, ¿verdad? ¿También la mandas lejos?

—Eres bromista, ¿Kyun o Jul?

Pareció sorprendido, mucho. Me examinó esta vez con descaro antes de señalarme con su cigarro.

—¿Te habló de nosotros? Joder, sí que le agradas—le dio una larga calada—Kyun, un placer, Yeonjun.

De alguna forma me molestaba su tono al referirse a mí, era entre cercano y sarcástico. No sabía si estaba socializando conmigo o vacilándome. Estaba a punto de preguntárselo cuando Yuwon vino casi corriendo. Venía tirando de una chica, y no cualquiera. Suspiré echándole un vistazo.

—Dime que es broma.

—No—empujó a su amiga hacia mí —Aeris, Yeonjun—saludé con una mueca en la cara a la chica, ya veía las ganas de preguntarme algo salir de sus ojos—Yeonjun, Aeris.

—¿Te gustan las Converse?

—Oh, no, no pienso opinar al respecto.

Yuwon empujó a su amiga, no parecía tan contenta como cuando vino a presentármela. Aeris rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos.

—¿Y las corbatas?

—Lo siento—Kyun extendió el cigarro a Yuwon, y ella lo aceptó dubitativa. Sus ojos alternaban entre su nuevo regalo y yo—Mi hermana está un poco majara.

No había caído, pero tenían cierto aire. La nariz, las cejas...

Yuwon rechazó nerviosa el cigarro. Y yo lo agarré de los dedos de su amigo y se lo ofrecí. No tenía que abstenerse a hacer algo solo porque yo estuviera delante. No me gustaba el tabaco, pero eso no me haría tacharla de nada. Simplemente no quería olerlo muy cerca.

Part Of Me -YeonjunWhere stories live. Discover now