A LA LUZ DE LA LUNA

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Larry se encontraba inquieto es su habitación, eran casi las 3 de la mañana y no podía dormir, en su cabeza rondaba la imagen de su gemelo Lawrie, no podía negar que los ojos de este era algo que lo tenía embobado por completo, como toda su sería personalidad cambiaba cuando estaba junto a el pues ya no era el típico guardia amargado concentrado en su trabajo y nada más , él era alguien calmado y simple, a la vez que considerado y noble, solo el era capaz de ver lo que en verdad era su hermano Lawrie, su querido y adorado hermano,amante de los chocolates amargos y en café en la mañana, no podía negar que lo amaba más que a nada ¿qué más daba el que dirán? Ellos podían hacer lo que quisieran con su vida.

¿Estará despierto? Se preguntó.
No hará daño que vaya a revisar, ¿verdad? Pensó, considerando la hora, era de esperarse que su hermano también estuviera dormido, pero no perdía nada yendo a su habitación a verlo, solo iba a ser un momento y después iría a dormir.

Salió de su cuarto haciendo el menos ruido posible, la habitación de Lawrie no estaba lejos, solo tenía que pisar con cuidado, entre el oscuro pasillo, solo sus ojos azules lograban darle una visión medianamente buena del suelo, se detuvo cuando por fin llego a la puerta de su hermano ¿debería tocar? No, solo iba a revisar que estuviera dormido y ya, no iba a hacer nada más. Abrió la puerta con cuidado, observó el cuarto de su hermano, muy ordenado y limpio a comparación con el suyo. Pudo ver a Lawrie acostado en su cama, su respiración parecía ser tranquila, estaba a punto de cerrar la puerta cuando escuchó la voz de su hermano.

"¿Larry? ¿Qué haces aquí? ¿Esta todo bien? ¿Necesitas algo?" Soltó el mayor mirando con duda a aquel robot de ojos azules que lo tenían completamente perdido. Sí, eran hermanos, esa había sido su programación, pero realmente no había ningún lazo de sangre que los conectará, ya no podía negar que esa sonrisa tan amable y esa peculiar obsesión por las reglas, o esos pequeños detalles que le daba Larry , como la caja de chocolates amargos qué de alguna forma su adorado hermano le conseguía cada mes, no podía negar que lo tenían completamente enamorado.

"Eh...y-yo" esto no estaba en el plan, ¿ahora que iba a hacer? No quería mentirle, pero tampoco quería molestarlo.

"No podías dormir, ¿verdad?" Bueno, al parecer no era necesario mentir.

"No"

"Está bien, yo tampoco"

Hubo silencio por unos segundos, ninguno era capaz de mirar a los ojos del contrario, Larry tenía muchas dudas rondando por su cabeza, pero no sabía por cual empezar, esta ya muy perdido en sus pensamientos cuando la voz de Lawrie logró sacarlo de sus pensamientos.

"¿Quieres ir a patrullar?"

"¿No es muy temprano aún? Además, según las reglas el patrullaje empieza a las 5 am"

"Ugh, tu y tus reglas" lawrie se levantó de la cama y camino hacia su hermano "Solo será un rato, no tiene nada de malo empezar un poco antes" afirmó mirándolo a los ojos, tal vez solo era una excusa para tener un rato a solas con el.

Larry no podía decirle que no a esos ojos, por más que no le gustara romper las reglas, no podía perderse ese momento de ver a su hermano a la luz de la luna.

Ambos salieron de casa y fueron camino a Starr Park, el camino fue silencioso pero agradable, ver el cielo estrellado con la paz del silencio de esas horas era lo que ambos necesitaban, aveces llegaban a cruzar miradas a las cuales Larry respondía con una gran sonrisa, mientras que Lawrie solo podía admirar esa gran característica de su hermano.

Llegaron a Starr Park y Larry estaba listo para separarse para ir a vigilar, aunque no lo quería, sabía que iba contra las reglas pero el quería estar cerca de Lawrie, de pronto sintió como Lawrie lo tomo de la mano.

A la luz de la luna (Llcest) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora