CITA 2/2

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Esperando durante algunos segundos, mirando hacia el horizonte, admirando la hermosa vista del bosque; los árboles de trúfula y sus cálidos colores, a los pájaros que emigraban a otro lugar por el cambio de estacionamiento y no podía faltar el cristalino lago.

_______ estaba aburrida, pasó una hora desde que "el fideo" no llegaba, incluso tenía pensado en matarlo por hacerla esperar. Para su paciencia, estuvo sentada durante más de tres horas y Onceler seguía sin aparecer, ¿Qué ha de estar haciendo aquel joven que ni siquiera salía del bosque y mucho menos trabajaba? Esa era su pregunta, pero aún no lograba obtener una respuesta concreta, solo lo descubriría si ese sujeto se atrevería a venir.

- Dónde rayos está? Se suponía que la cita debía ser hace dos horas y Onci no aparece... Acaso fue una broma? Oh no, no no... Cuando llegue a la cabaña juro que voy a matarlo —Con un último suspiro, se puso de pie y se dispuso a regresar a casa. Sentía un conjunto de emociones, la que más resaltaba fue el enojo y decepción al creer que aquella cita no era más que una broma del pelinegro.

De camino a casa, se encontró con Onceler, el cuál usaba un formal traje y en manos llevaba un ramo. Al estar frente de cada uno, se miraron unos instantes y _______ decidió hablar

-... Encerio? ¿¡Por qué te demoraste en llegar!? Onci, te estuve esperando por más de tres horas ¿Dónde estabas? —Pregunta con la poca paciencia que le quedaba, ignorando por completo el hecho de que lo más probable sería que la demora fue a causa de el regalo, pero ¿Qué más da? Solo sé dejaba llevar por la impaciencia que tenía desde que era una niña.

-Se dice "Buenas tardes, Onci" y osea tu informac-... —Calló cuando _______  gritó.

-Once, ¡Son las once de la noche, idiota! Y no quiero tus explicaciones... Bueno si, pero eres tan... Si quieres saberlo, está es la peor cita que tuve en mi vida, estuve esperando ansiosa por algo que nunca llegó a suceder ¡Al menos me hubieras mandado un mensaje, una carta o no lo sé! —Habla mientras se alejaba del lugar y se encerraba en la cabaña donde se hospedaba.

Onceler, el cuál estaba aturdido, rápidamente reacciona y toma del brazo a ______ antes de que se escape de su vista.

- Lamento hacerte esperar, linda... Pero ten por seguro que, a pesar de ser tan tarde, puedo preparar algo especial en la cabaña... Y toma esto —Habló antes de extender el ramo y entrar a la cabaña, mostrando que en la mesa ya estaba servido dos platos de la comida favorita de ______. El ambiente era lo mejor, pues, habían dos velas iluminando la mesa, un pequeño árbol de trúfula como decoración y el mantel blanco que estaba sobre la mesa, eso le daba el toque y no podríamos olvidar las dos copas de vino.

Luego de una breve charla, ambos ahora se encontraban hablando, por fin las cosas resultaron bien para ambos amigos que disfrutaban de aquella reunión que preferirían llamar "cita".

- Gracias por esto Onci, realmente me gustó... Pero me da sueño, así que creo que iré a descansar, nos vemos mañana. Dulces sueños y cuidado que el Lorax te jale las patas de noche —Se puso de pie y subió hasta el otro piso, donde se dispuso a tomar una cómoda siesta luego de aquel día

~A la mañana siguiente~

_______ despertó de buen humor, sonriendo ampliamente, pues, tenía la suposición de que hoy sería su día y nada diría lo contrario.
Como todas las mañanas, preparó su propio desayuno clásico que comía habitualmente, la excusa no es que era gran fan del platillo, la realidad era que no sabía cocinar otra cosa; Onceler era el que preparaba la mayoría de comidas desde que vivían juntos

- Siempre viene y se va, ¿Qué tanto hace? Digo, dejó lo del Thneed desde hace semanas o tal vez meses? No lo sé, estuve muy lejos de pensar en eso —Suspiró antes de servir un poco de leche en el vaso antes de beber un sorbo y lavarlo.

Al acabar, decidió caminar por el bosque para pasar el rato, en eso se encontró con el Lorax, el cual estaba mirando atento a la chica.

-Uh, hola señor Lorax, pasaron algunos días desde que no nos vemos... De casualidad vio a Onceler? Es que no lo veo y se supone que debía estar aquí —Habló _______ mientras estaba atenta a la respuesta del él.

-No lo vi, pero debo decir que necesito tu ayuda, estos días estuvo cambiando el clima y como guardián del bosque debo conseguir una cueva para los osos porque ya van a invernar —Dijo a la vez que sonreía un poco por reencontrarse con aquella chica tan agradable que conoció desde que llegó al bosque.

-Estoy dispuesta a ayudarte Lorax, no deberíamos perder mas tiempo ¡Vamos! —Exclamó la chica mientras caminaba al lado del Lorax hasta alejarse completamente de la carpa de Onceler. 

Una vez se adentraron al bosque, _______ noto que había algo extraño entre los arboles, a lo cual consulto al Lorax para saciar sus dudas.

-Ehh, ¿Qué es eso que esta ahí? —Pregunto  la vez que señalaba la extraña silueta que se escondía entre la arboleda. El pequeño sujeto miro a la dirección y hablo

-Oh, eso es una cabaña donde habitaban cazadores... Son tiempos que uno ya quisiera olvidar, esos sujetos dañaron al bosque y más a los animales que habitan aquí —Dijo con cierto tono de aflicción al pensar en el mal rato que se llevo este lugar. Miro a ______ y la dirigió dentro de la cabaña, donde en la puerta estaba un tapete de piel de oso y en una de las paredes se adornaba una cabeza de alce.

- ... ¿Quién podría ser capaz de dañar a unos animales inocentes con tal se satisfacer sus propios deseos o siquiera usarlos como decoración? No podemos conservar todo esto, Lorax... Creo que debes ir a buscar ese lugar para osos, yo me encargo de este lugar -Sacó todos los adornos que estuvieran fabricados con animales y decidió organizar la cabaña. Cogió un trapo y empezó a limpiar todo el lugar.

Al termina vio que volvió el Lorax y al verlo, preguntó:

-Puedo vivir aquí? Claro, si no te molesta—Habló con tranquilidad mientras miraba al Lorax, el cuál asintió amablemente mientras limpiaba algunos restos.

- Claro, solo deberías arreglar un poco y limpiar, tal vez así estaría lista para que vivas tu y Onceler —Responde el Lorax mientras se retiraba, dejando sola a la chica que empezó a limpiar para no perder el tiempo. Cuando por fin acabo, se dirigió a la carpa para alista las cosas y, con ayuda de los animales, llevó todo a la cabaña, ahora solo faltaba encontrar a Once para poder avisarle, pero no estaba...

Es amor lo que siento? ONCELER X TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora