4. DEFECTOS

34 2 0
                                    


—¿Por qué?

—Ni puta idea.— Solté una risita

—¿Qué quieres saber?

—Todo. Lo que sea. ¿Por qué sigues trabajando como loca si ya no lo necesitas?

—Creo que es porque tengo dislexia, así que siempre he tenido que esforzarme más que la mayoría desde la primaria. Además, suelo sobre pensar mucho hasta que estoy satisfecha con el resultado, además que me gusta competir, puedo llegar a ser insoportable.— Se rio— Pero sobre todo amo lo que hago y todo lo que he estado haciendo para que crezca.

—Trabajar mucho cuando te encanta tu trabajo no tiene nada de malo. Es probable que, si no lo hubiéramos hecho, no habríamos llegado tan lejos. Por lo menos, yo, no.—Le sonreí en señal de agradecimiento.— Y ser competitivo es bueno porque te ayuda a mejorar.

—Ni mis amigos quieren jugar juegos de mesa o videojuegos, ni siquiera podía jugar a las escondidas porque— hice una pequeña pausa.— cuando era niña me trepe en un árbol para que nadie me encontrara y me quede ahí casi por dos horas, hasta que mi padre salió a buscarme y ya sus gritos eran de alguien muy enojado. Pero de igual forma gane porque fui la ultima.

—Bueno entonces si te pasas un poquitito de competitiva.— Nos reímos.

—¿Y tienes familia grande?

—No, soy hija única. Mis padres se divorciaron y solo fuimos mi mamá y yo.

—Lo siento. —Osvaldo se lamento, pero le reste importancia con la mano.

—¿Y como es tu familia?

—Soy el mayor de tres hermanos, tengo una hermana y un hermano. Bueno y un salchicha que parece el hijo favorito de mi mamá cuando realmente es el mío.—Me reí.

—Suele suceder, yo tenía una gatita y al final mi mamá se encariño con ella que cuando me independice no me dejó traerla y pues es la hija favorita de mamá.

Pasó un tiempo y comenzamos a platicar sobre curiosidades de nuestras mascotas y como nuestras madres al principio no los querían y después los habían querido más que a nosotros.

—Y ¿Cómo es la vida de un DJ?— Osvaldo se rio y negó con la cabeza.

—No, no soy DJ, soy streamer.— Vio mi cara de confusión ya que no sabía de que hablaba.— Me ganó la vida haciendo envivos de varias horas en una plataforma, dónde puedo jugar videojuegos, interactuar con personas, me fascina porque puedo ser yo mismo y disfrutar de mis hobbies con personas que también lo tienen.

—¿Y que es lo que no te gusta de eso?— se quedo pensando por un tiempo.

—Las personas que te critican por ser tu mismo, hay muchas personas que te juzgan por tu forma de ser, ya sea porque no les agradas o solo por envidia hacen de menos el esfuerzo que haces. Por ejemplo, hay un evento que se llama la velada, ¿Lo conoces?— negué con la cabeza.— Es un evento en que varios stremers sin experiencia hacen peleas de box, entonces este es el cuarto año y me toco ser el evento principal, entonces muchas personas demeritan mi esfuerzo, solo porque no ven lo que hago durante las 24 horas del día.

—Creo que es lo malo, la mayoría de las personas se creen con el derecho de opinar de ti por hacer tu vida "publica".— asintió.

El mesero se acercó a preguntar si se nos ofrecía algo más y fue cuando me di cuenta que Osvaldo no había bebido nada de su vaso.

—No haz tomado nada.— señale su vaso con la barbilla.

—Ahora con los entrenamientos no estoy  bebiendo alcohol.

—¿Entonces por qué lo pediste?

—Pensé que si no pedía nada, tú no lo harías.— Sonreí.

—Que caballeroso.

—Y entonces...¿Cómo te fue con el Cristian verdadero? También era muy agradable como el chico que conociste antes?— Sonrió enormemente.

—El Cristian de verdad fue muy agradable.

—¿Agradable? —Sonrió todavía más—. O sea, que era un pendejo.— Le pegue en el brazo suavemente.

—Ya es suficiente, me toca a mi preguntar ahora.

Bueno, ya basta de interrogarme. Ahora me toca a mí preguntar—dije— Cuentame sobre la ultima mujer con la que dormiste. ¿Era tu novia?

—Fue algo pasajero, de una noche. Para ambos.

—Si claro, eso dicen todos.— Me le quede observando y no pude resistirme de preguntar.— ¿Eres alguien que sale mucho con otras personas?— Me miro fijamente.— Al parecer eres alguien famoso, guapo y carismático, así que debes de tener muchas oportunidades.

Suspiro.

—Te dije que si me dabas una segunda oportunidad, ya no te mentiría. Pero tampoco quisiera decirte algo que no te vaya a gustar y me deje a mi como un mujeriego.—Se paso una mano por el cabello.— Solo dire que no es complicado encontrar algo de una noche, pero eso no significa que lo haga siempre. Además estoy cien por ciento seguro de que si tu entras a algún lugar, saldrías acompañada, si asi quisieras. Pero eso no significa que si estas con alguien lo vayas a hacer. ¿cierto?

—Supongo que no. —Me encogí de hombros—. Pero algo debes de tener. Dime un defecto tuyo.

—Ey, ya me su cuenta de que estas buscando una excusa que no casarte conmigo.— Me reí.

—Es que con todo lo que platicas pareces sacado de una pelicula romántica. Demasiado perfecto como para ser real. 

—Bueno. Te dire algo pero después tú tienes que decir algo.—asentí.

—¿Cuál es tu defecto?

—Puedo ser un poco obsesivo. Me olvido de todo lo que hay a mi alrededor, a las personas e incluso cuidar de mi mismo.

— Bueno, eres el primer streamer que conozco, pero he de imaginar que ese impulso y ganas de querer que salgan bien las cosas, es lo que te ha llevado a donde estas.

—¿Ya logre asustarte? Por ahora te he confesado que suelo acostarme con personas sin compromiso, que tengo una personalidad obsesiva. A veces cuando estoy en stream, me olvido que el mundo existe. ¿Qué será lo siguiente?¿Confesar que le tengo fobia a los reptiles y que me orine cuando tenía 7 años porque unos primos escondieron un camaleon en mi cama?

—¿Hablas en serio?

—Sí. Pero en mi defensa diré que un niño de cuatro años no tendría quever Godzilla porque lo puede traumatizar. 

La idea de que un hombre alto como el le tuviera miedo a un camaleón me pareció gracioso y tierno.

Pero me había convencido por losincero que se había mostrado al responder mis preguntas.

Teníamos las manos entrelazadas, así que le estreche una y decidí que teníamos que ser equitativos.

—Tienes razón. Estaba intentando encontrar una excusa para rechazarte.

—¿Y has encontrado alguna?— Negué con la cabeza. 

—Nadie es perfecto, así que los defectos no me incomodan. Lo que me alertaría sería que no tuvieras conciencia de ellos o al contrario, que no los admitieras.

—¿Eso quiere decir que nos vamos a Las Vegas a casarnos? 

—No del todo —respondí, riendo—. Ahora me toca a mi, ¿no?. Me toca confesarme. Creo que no fui clara cuando mencione que era competitiva. Ahora mismo quiero contarte todos mis defectos para demostrarte que tengo peores que tu. 

—Eso no importa. No es necesario que me digas que es lo peor de ti, eso ya lo se.

—¿Ah, sí? Me da miedo preguntar. ¿Qué es? —Nuestros ojos se encontraron. La intensidad innegable con la que me miróhizo que sintiera mariposas en la parte baja del abdomen. 

—¿Tu mayor defecto? Es muy fácil. Creo que has dicho que se llamaba Luis.

PROPUESTA INDECENTE || EL MARIANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora