7 años antes
Durante una apacible tarde de Domingo un hombre esbelto se paró ante una casa que estaba en una calle solitaria. No había aparcado ningún coche así que era imposible que hubiera venido en un taxi. Ningún vecino lo había visto por allí cerca. Apareció sin más como surgido entre las sombras.
Este hombre de acercó junto a la puerta y alzó su mano para tocar
En el Interior de la casa se encontraba Keith, sentada en el sofá del Salón mientras comía helado de chocolate. Sus padres ambos estaban en la cocina preparando la cena
Cuando llamaron a la puerta, Keith se levantó para ir abrir. Supuso que era una de sus amigas del vecindario para hacer tareas de la escuela pero resultó ser un hombre alto de más menos unos 187 cm
Estaba plantando sobre el felpudo y la miraba de manera aterradora. El hombre misterioso llevaba un saco negro elegante, unos pantalones grises y sus zapatos eran negros pero era lo más notorio ya que traía una pequeña Perla de plata incrustada en ellos. Keith se estremeció al contemplar su rostro enmascarado- Mamá - exclamó - Mamááá
Tenemos visita (dije alegre)Su madre salió de la cocina secándose las manos en el delantal
Cuando vió aquel sujeto, su piel se tornó pálida- Vete a tu cuarto- le dijo a Keith con un tono de voz Inquietante
¿De quién es esta bella?
¿Tuya?
-preguntó el desconocido como signo de burla-No es de nadie -exclamó mi madre
Keith avanzó a su habitación como orden de su madre
-Dejala, ella no tiene nada que ver con esto-
Tranquila preciosa, no le voy hacer daño pero tengo una cuenta pendiente contigoLa madre negó con la cabeza pero su gesto fue como si quisiera ahuyentar esas palabras y quitarlas de su vida
Temía de que algo le pasara a mi pobre madre a si que me quedé en la escalera del primer piso escondida escuchando la conversaciónAquel hombre avanzó unos centímetros hacia ella y la madre retrocedió a la vez
- Nunca me hubiera imaginado feliz contigo- le dijo la madre
¿Y alguna vez te haz sentido feliz con ese hombre que está plantado en la cocina? Le dijo el desconocido
- Con ese hombre si soy feliz-El padre de Keith no escuchaba nada de la discusión ya que traía unos audífonos inalámbricos
¿Quiefes ver quién te hace realmente feliz? Le preguntó el hombre
Este sacó de su enorme saco, una pistola negra muy radiante pero letal
Apuntó lentamente al padre de Keith cerrando un ojo para tener mayor visibilidad al apuntarLa madre se tiró al suelo rogándole de por favor que no lo matara
-Por favor no lo mates, te lo pido, voy hacer lo que tu digas pero no lo mates
Le dijo la madre estallando en lágrimas
-Lo siento ya no me sirves para nada-
Se escuchó un fuerte estruendo y seguido de ese otro másNo lo podía creer, mi vida la que creía perfecta está acabada
El grito de la pequeña fue escuchado en todo el vecindaeio. Era escalofriante
Subí al segundo piso de inmediato. Sabía que con ese hombre allá abajo mi vida corría peligro. Me escondí en mi cuarto detrás de la puerta
Aquel sujeto se quedó parado admirando el suelo donde estaba la madre muerta. Parecía que lo disfrutaba, lo había querido toda su maldita vida
De repente empezó a seguir los pasos de Keith llegando al cuarto en donde se escondía
Toc, Toc, Toc
¿Estas ahí nena? Dijo el hombre con una voz seductora y pacíficaLa puerta estalló contra la pared dejando a la niña al descubierto
-Aléjate-
El hombre se agachó quedando frente con frente a los ojos marrones de la pequeña
Tomó su mano y le dijo que tenía la misma marca de nacimiento en la muñeca
- Viste, somos casi iguales- dijo
-No soy para nada igual a tí-
Detrás de esa sonrisa quedó una cara despiadada
¿A eso creés?
El sujeto agarro mi cuello, me alzó al techo y me arrojó contra la pared quedando inconsciente
Mi vista se nubló, después de ahí no supe que habían hecho conmigo
ESTÁS LEYENDO
En Donde Los Monstruos Suspiran
Mystery / ThrillerLejos de una bulliciosa ciudad, en un lugar apartado y aislado se encuentra un misterioso orfanato. Sin embargo, este lugar alberga un secreto oscuro y perturbador, en su interior se obtienen los recursos para crear androides. En este lugar vive un...