Cap 1 El señor Pony

112 10 7
                                    

La emoción del primer día.

Eran exactamente las dos de la mañana o eso pude visualizar cuando intenté ver la hora en el celular, la emoción me había dejado sin sueño, mi única alternativa era revisar esa página llena de ustedes saben.. exactamente consejos académicos, pff ni yo me la creí.

—-------------------------------------------------

Bien esa es la peor presentación que se me ocurrió, pero no tiene caso desperdiciar espacio en cosas tan triviales o bueno no valen tanto la pena.

Es la clásica historia, termine la carrera, hice mis respectivo servicio social, me titule o si fue una gran fiesta y todo eso ok la felicidad.

Al día siguiente me echaron de casa y me amenazaron para que encontrara trabajo, por supuesto como todo un hombre me la pase lloriqueando a mi madre más de una semana.

Jefecita se lavar los trastes, lavar la ropa, barrer e incluso hice los ojitos de cachorro recién atropellado, estaba por funcionar hasta que mi padre el tipo más grande y robusto que conozco me tomo de la cabellera me arrastró a una caja y me mando directo a otro país.

Tal vez podría estar exagerando un poco pero después de eso las cosas no fueron tan malas, tengo un mini departamento de tres por tres metros, un colchón, mi computadora.

Señor te pedí una vivienda estable no un palacio, la sinceridad encarnada.

Dadas las circunstancias y gastos todo estaba en perfecta armonía entre comer, pagar la renta y tener para una botana.

Unos cuantos años pasaron como si nada, en una rutina literalmente cómoda, pero como todo en la vida algo tuvo que pasar, mi jefecita enfermó o al menos eso me dijo mi prima.

Conocía a mis padres, si demasiado orgullosos para admitirlo así que no había de otra y revise mis ahorros.

Bueno creo que aun tengo salud y eso es lo que importa tambien pense en empeñar algo y mandarles dinero pero al ver mi habitación creo que no tenía muchas opciones.

Todo sea por la familia.

El llenar solicitudes es fácil, una cosita por allí otra mentirita por allá y mandar solicitudes a diestra y siniestra que podría fallar.

Tarde más de un dia en llenar la currícula, no recordaba bien muchos de mis datos personales, después de corregirlo un poco tome rumbo a la papeleria y a sacar copias al por mayor, estaba seguro que un pobre incauto estaría desesperado por contratar a una persona o sea los accidentes en las empresas ocurren a diario y que mejor forma de tomar un empleo, le funcionó a Homero simpson que impide que me pase lo mismo.

Habría seguido en mis pensamiento sobre mi futuro laboral, hasta que algo me llamó mi atención, era una chica, pelo castaño con esa expresión tan angelical pero lo que más me llamó la atención fue su llavero.

— Es Pinki Pie? — Susurre levemente.

— Amm si y es mi personaje favorito — La chica comentó muy atenta.

— O disculpa, lo dije en voz alta — Si efectivamente era vergonzoso y más cuando son de esos gustos culposos que prefieres ocultar de todo mundo mas por mi raza, algunos lo verían como demasiado vanidoso.

— Señor sus copias — La encargada tenía una expresión muy pero muy malhumorada — son dieciseis con cincuenta centavos, solo efectivo —

— Si dame un momento — La segunda verguenza, solo tenia monedas, después de entregarlas y ver con todo el dolor de mi alma ver como la cajera contaba moneda por moneda el viento sopló y casi vuela algunas de las hojas, atrape un par pero otras más cayeron lejos de mi alcance, claramente la encargada no tenia la mas minima intencion de ayudarme, pero debía comportarme una bella dama observaba.

El claxon de un auto se escuchó fuera del local.

— Betsy maldición, pagale y vámonos se nos va hacer tarde. — Una chica, una gata pelo rosa con cara de pocos amigos, presionó a tan bella dama, era imperdonable.

La chica sacó un billete — Puedes quedarte con el cambio, nos vemos Gertrudis —

Así como apareció en mi vida, así se perdió.

Y te preguntaras que tiene que ver todo eso conmigo, podríamos resumirlo así pasaron tres semanas y todo mundo me marcó para amablemente rechazar mi solicitud, estaba al borde de la desesperación cuando esa carta llegó.

—-------------------------------------------------------

Bien es un colegio/internado, en la mitad de un bosque tan alejado que me tocó caminar más de treinta minutos por que ningún taxi entra a esa propiedad, al llegar parecía de esas casas góticas.

— Que diablos esta es la casa de Bruce Wayne o se asemeja mas a la de Harry Potter? — Mis pensamientos estaban a mil por hora por un estilo tan casona vieja de viejos ricos.

Claro como era un empleado más yo debería entrar por la puerta lateral, era evidente mi falta de condición, estaba arrastrando mi alma, mi maleta empapado en sudor.

Casi presiento que me había desmayado de no ser por un fuerte silbato que me dio un tremendo susto.

— Hey tu debes ser el nuevo — Una chica demasiado enérgica, pero algo llenita o almenos asi se ve por esa chamarra tan holgada.

— No digas nada, no digas nada estupido — Fue lo primero que pensé.

— Mi nombre es Alice la profesora de educación física — La chica me dio un poderoso apretón de mano.

— Auch, con cuidado — Si mi quejido era evidente.

—Deja te ayudo, el día va empezando y la directora te está esperando — La entrenadora tenía prisa.

Cuando llegue para mi mala sorpresa, la directora aún no había llegado pero en su lugar estaba su asistente y profesora la señorita Betsy, la Miss Betsy — Si se oye mejor —

Fue interesante refrescante lo amable que fue conmigo, algo que se notó de inmediato ella trataba bien a todo mundo, personal de la escuela, alumno todos la saludaban, era como caminar al lado de una santa, me sentía como una alimaña que se debería de quemar al lado de un sol o bueno podría estar exagerando.

Ella me dio un tour rápido por las instalaciones escolares, espacios adaptados y organizados alrededor del edificio principal, era evidente que este colegio era algo único, biblioteca, canchas y una jodida alberca, una jodida alberca techada.

Bien me iré al infierno al imaginar la clase de traje de baño usará la profesora Betsy — Callate cerebro —

Entre las pausas Betsy nuevamente me mostró su llavero e irremediablemente no pude evitar hablar del tema, era agradable no ser señalado por lo mismo pero donde estaba era el peor lugar para hablar sobre ese tipo de temas.

Fue cuestión de minutos, llegue a lo que sería mi dormitorio que compartiría con otro empleado, me pidió que me preparara pues las presentaciones tenían que hacerse el mismo día.

Cierto, este es mi nuevo trabajo profesor sustituto, en una escuela privada posiblemente posiblemente de alta alcurnia.

La directora, esa misma chica de pelo rosa estaba por presentarme a la clase, las pláticas y susurros eran palpables y tenía nervios eso era inevitable pero con el apoyo de mis compañeros estoy seguro que podré superarlo.

— Callense de una vez bola de retrasados — Susie grito sin el más mínimo remordimiento.

Yo estaba sorprendido.

— Él es el nuevo, se llama como era... — Susie pensó un poco — A si ya recorde lo que dijo Betsy —

No me gustaba como iba esto.

— Nuestro amigo amante de los ponis, si el señor pony — Susie se le veía mas que satisfecha por su lógica.

— En realidad me llamo.... — No pude terminar pues esa mirada asesina me detuvo — No .. si yo —

— Si le pasa algo como a su otro profesor dense por muertos — Susie se acomodo su camisa que se había desarreglado y prosiguió a retirarse — Todos tuyos campeón —

Así es, desde ese día en la High School "Magic Fools" a su servidor lo rebautizaron como el señor Pony.

Magic FoolsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora