Cap 2 El pequeñin de la clase

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Mi nombre es Otto y mi historia comienza con mis padres arrojandome del auto a las puertas de esta escuela preparatoria, con el nombre más ridículo de todos "Magic Fools", aunque realmente el problema empezó unos años atrás.

Sabes a pesar de lo que digan el medir casi un metro con sesenta en cualquier lado es la peor maldición que se te pueda ocurrir sobre todo si eres hombre.

Mis padres decía Otto todos crecemos tarde o temprano verás que en un año o dos te verás igual a tus compañeros, pero a pesar de sus palabras los meses pasaban y yo era el único del grupo que no despegaba, claro y te preguntaras eso tiene algo de malo y la respuesta es no, pero....

Mis amables compañeros no dejaban de usar apodos alegóricos, dejarme al final de todo en todos los equipos era molesto, aun así lo podía sobrellevar.

Pero lo peor fue cuando llegamos a tercero de secuadaria, paso algo que solo un narrador de history chanel con la voz podria describir como "algun idiota arrojo hormonas de crecimineto en la red de agua potable"

Claro después de vacaciones ya no era el hobbit o el pequeño Otto era la pulga Otto.

Pero podría empeorar?, claro que puede descubrir un talento nato para la comedia, cosas simples hey era el pequeño bufón amigo de todos los grandulones de clase, claro hasta que ocurrió el desastre.

Me pongo a pensar en la situación y cada vez que pienso en eso Fortune Son se reproduce en mi mente.

Un dia como cualquier otro empecé a parecer adorable a mis compañeras, ya se que dirás oye eso es genial pero no, no me veían como un hombre me veían como una mascota de bolsillo, todos los días terminaba entre los abrazos de compañeras emocionadas, de alguna forma era parte de sus juegos y dinámicas que terminaba atrapado entre mis compañeras, entre los enormes pechos de las compañeras, casi muero asfixiado.

Pero eso no fue lo peor, lo critico sucedio con el resto de hombres, nacio un celo un odio que podias ver esa aura de asesinato y el objetivo era yo.

Aún hoy en día cierro los ojos y puedo sentir las golpizas que recibía.

Me habría hundido en la desesperación pero era algo que no planeaba tolerar, todo se podría solucionar con un poco de humor.

El día de la graduación, un evento único y esperado por todos.

Trajes elegantes, parejas ilusionadas, si todo terminara con una gran risa, me costaría mucho dinero pero sería la broma definitiva, la última risa.

Tres barriles de Slime verde listos para derramar sobre todos.

— Bailen, bailen pobres ilusos — Otto repetía pensado lo genial y épico de la broma.

Aun así no planeaba exponerse, se maquillo un poco el rostro, uso sombrero y un cubrebocas, nadie sabría de él solo slime en toda la pista.

— Tres, dos, uno — Un simple jalón de cuerda y... — Vamos destapate —

Los tres barriles no se destapaban, cualquiera se habría rendido pero no Otto buscaba venganza, así que camino por esos estrechos pasillos cerca del techo oculto por la iluminación de las luces llegó donde estaba el primer barril y observo el problema, la cuerda se aflojó, asi que hábilmente volvió apretar el nudo.

La suerte no estaba de su lado y el tapón salió disparado empezando a verter litros de slime verde sobre sus compañeros, eran gritos de los desafortunados afectados, Otto trato de taparlo pero el mismo slime le hizo una mala jugada, el piso se hizo resbaladizo y sin poder evitarlo perdió el control trató de sujetarse de la cuerda pero eso solo provoco que los demas tapones se zafaran mientras caia al vacio, Otto habría deseado caer inconsciente en el piso pero terminó desplomándose sobre la mesa de los platillos, mas en especifico sobre el pastel.

Comida, betún y litros de slime verde amenizaron la noche.

Otto lo disfruto y con una sonrisa de oreja a oreja se arrastró como lagartija directo a la salida, algunos que lo notaron trataron de darle alcance pero finalmente se perdió entre la maleza, solo una risa descarada se escuchó de fondo.

Otto estaba seguro que fue un éxito, un gran triunfo que se haría leyenda.

Cuando llegó a casa sus padres lo descubrieron, pero se enteraron de todo por el peor medio, la televisión, la policía lo buscaba, los bomberos lo buscaban, los demás padres lo buscaban.

— Amm puedo explicarlo — Comento un poco intimidado.

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Susie se talló las sienes tratando de comprender las pendejadas que decía el joven.

— Y eso que tiene que ver con que no hagas ningún trabajo de en la materia de calculo integral — Susie recrimino — Estas en detención, a la salida —

— Pero.. — Otto realmente le afectó el hecho de no poder jugar smash con sus amigos.

— Sin pero, ahora largo — Susie señaló

Otto estaba molesto como osaba esa gata gruñona a joder el resto de su dia.

Su sonrisa se formó nuevamente cuando recordó los petardos que aún tenía escondidos en su mochila — Me las vas a pagar — Perdido en su pensamiento el chico abrió la puerta del salón de detenciones.

Otto se puso nervioso.

Eran tres chicas del equipo de baloncesto.

La responsable era Betsy a quien le tocaba cuidar los chicos — que bueno que llegas, no es normal pero debo atender un asunto con Susie, te dejo a cargo — Betsy tomo sus cosas — Hay cámaras en los pasillos, así que si salen antes mañana tendrán detención —

Cuando esta se retiró y cerró la puerta dejando al pequeño e indefenso Otto mirar como estas chicas se acercaban a el todo nervioso y tembloroso.

— Y a .. ustedes por que amm las castigaron — Otto trató de aguantar los nervios.

— Estábamos practicando maquillaje— Comentó una de ellas.

— Acaso tu conoceras a alguien que nos quiera ayudar — Una de ellas comentó levantándose de su lugar.

— Quizás alguien pequeño y adorable — La tercera chica comenzó a sacar el maquillaje.

El pequeño Otto no dejaba de sudar, tenía miedo recuerdo de la secundaria regresaban a su mente.

Solo se le salió un chillido antes de ser atrapado por este grupo a fines a la moda.

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Betsy llegó a toda prisa a la dirección con su amiga y jefa Susie pues tenían un problema que resolver.

— ¿Tuviste suerte con los candidatos a profesor sustituto? — Susie señaló.

— No tenemos muchos candidatos, los estándares que pides son un poco diferentes — Betsy señaló.

— Bien podríamos bajar los estándares un poco, porque estamos trabajando con chicos especiales, dudo que se quejen por bajar una rayita o... — Susie noto una de las solicitudes de empleo — Y quien es este? —

— Era el chico de la papelería, estaba mandando solicitudes para encontrar empleo. — Betsy rio un poco — Al parecer tambien conoce a Pinkie Pie y es su pony favorita —

Susie solo frunció la ceja al estar leyendo el curriculum — Esto es un desastre, si no estuviéramos desesperada, bien mandale una carta al chico pony con suerte y nadie más se incapacita o terminara con permiso por maternidad —

— Excelente lo haré enseguida — Betsy se puso a trabajar, tenían que cubrir a la brevedad la vacante.

Magic FoolsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora